Actualidad
Alcalde de Lugansk: "Nos encontramos al borde de una catástrofe humanitaria"
El alcalde de la ciudad de Lugansk, Serguéi Krávchenko, advierte que la situación en la ciudad se encuentra ya al borde de una "catástrofe humanitaria", a consecuencia del bloqueo y de los disparos del ejército ucraniano.
"Lugansk está totalmente bloqueada y aislada", reza un comunicado de prensa de la alcaldía de Lugansk, que cita las palabras de Krávchenko: "Cada día la situación empeora, y hoy es sencillamente crítica".
"Lo que pasa hoy en Lugansk difícilmente se puede llamar 'Operación Antiterrorista', se trata de una verdadera guerra que cobró la vida de más de 100 civiles, destruyó las casas, la infraestructura social y marcó el destino de miles", dice el comunicado. En él se afirma que en la ciudad no hay suministro de agua, electricidad, comunicaciones ni internet. Tampoco hay combustible –petróleo, gas, diesel– ya que las reservas se acabaron y no hay ningún abastecimiento.
Pero aún peor es la falta de alimentos y de agua potable. En resultado de los apagones de energía, los comestibles se echaron a perder, y el suministro de alimentos de la ciudad no se lleva a cabo. No obstante, aún funcionan los hornos de pan y la industria de la carne. Hace más de una semana que el agua del grifo no se desinfecta, y no se puede comprar agua embotellada debido a la ausencia del abastecimiento.
A consecuencia de los ataques del ejército ucraniano fue dañada la mayoría de los camiones de basura que ahora no pueden sacarla. No funciona el ferrocarril y debido a la falta de petróleo casi no circulan los autobuses. Salir de la ciudad es una misión casi imposible: "El corredor humanitario hoy no existe como tal", afirma el comunicado.
En la ciudad casi no queda dinero y los bancos permanecen cerrados. Los ciudadanos no reciben ni salarios, ni pensiones, pero a pesar de ello los ciudadanos siguen trabajando: Los médicos, los empleados de servicios comunales y de emergencias, los trabajadores sociales, entre otros.
"Lo que pasa hoy en Lugansk difícilmente se puede llamar 'Operación Antiterrorista', se trata de una verdadera guerra que cobró la vida de más de 100 civiles, destruyó las casas, la infraestructura social y marcó el destino de miles", dice el comunicado. En él se afirma que en la ciudad no hay suministro de agua, electricidad, comunicaciones ni internet. Tampoco hay combustible –petróleo, gas, diesel– ya que las reservas se acabaron y no hay ningún abastecimiento.
Pero aún peor es la falta de alimentos y de agua potable. En resultado de los apagones de energía, los comestibles se echaron a perder, y el suministro de alimentos de la ciudad no se lleva a cabo. No obstante, aún funcionan los hornos de pan y la industria de la carne. Hace más de una semana que el agua del grifo no se desinfecta, y no se puede comprar agua embotellada debido a la ausencia del abastecimiento.
A consecuencia de los ataques del ejército ucraniano fue dañada la mayoría de los camiones de basura que ahora no pueden sacarla. No funciona el ferrocarril y debido a la falta de petróleo casi no circulan los autobuses. Salir de la ciudad es una misión casi imposible: "El corredor humanitario hoy no existe como tal", afirma el comunicado.
En la ciudad casi no queda dinero y los bancos permanecen cerrados. Los ciudadanos no reciben ni salarios, ni pensiones, pero a pesar de ello los ciudadanos siguen trabajando: Los médicos, los empleados de servicios comunales y de emergencias, los trabajadores sociales, entre otros.
comentarios