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Niño palestino que perdió a toda su familia: "¿Qué culpa tenemos?"
La historia de Ibrahim Syam, un niño que perdió a todos los miembros de su familia en los ataques aéreos de Israel, refleja la tragedia del pueblo palestino, que anhela que los tribunales internacionales juzguen a Israel por su ofensiva.
Ibrahim Syam es el único sobreviviente de una familia de 13 miembros. El niño vaga entre los restos de su casa destruida por un ataque aéreo israelí. Los escombros evocan recuerdos de una vida que nunca volverá a ser como antes.
"Vi los cuerpos de mis hermanos por todas partes. Grité pidiendo ayuda. Nadie contestó. Estábamos durmiendo. Somos personas pacíficas. ¿Qué culpa tenemos? ¿Qué culpa tenemos?", se cuestiona el menor.
La misma pregunta la repiten también los adultos. Abu Nahid Syam, abuelo de Ibrahim, vive a pocos metros del lugar de la tragedia. El anciano afirma que las víctimas de los ataques israelíes son mujeres y niños.
"¿Contra quién es esta guerra? No es contra un ejército, es una guerra contra los niños. Han masacrado a familias enteras. Una de ellas era de 28 personas, en su mayoría mujeres y niños. Otra era de 20 miembros. Las tropas de la nación judía atacan a los civiles. Dicen que destruyen túneles, pero aquí no hay túneles, no hay cohetes", asegura el abuelo de Ibrahim.
Las zonas civiles son, a menudo, objetivo de los ataques del Ejército israelí, que acusa a Hamás de usar a su población como escudo humano para proteger sus misiles. Las víctimas mortales ya superan las 2.000 personas entre los palestinos. Una tragedia como la que ha vivido Ibrahim podría facilmente despertar deseos de venganza, pero el niño prefiere elegir otro camino: la batalla legal.
"Voy a terminar la escuela. Quiero estudiar para ser abogado. Voy a revelar los crímenes del Estado judío. Vamos a juzgarlos, no a matarlos como nos matan ellos a nosotros", explica Ibrahim a RT.
Un empeño admirable, pero no todos son capaces de responder a la injusticia con justicia. Con sus bombardeos indiscriminados, Israel se arriesga a sembrar solo más odio y violencia.
"Vi los cuerpos de mis hermanos por todas partes. Grité pidiendo ayuda. Nadie contestó. Estábamos durmiendo. Somos personas pacíficas. ¿Qué culpa tenemos? ¿Qué culpa tenemos?", se cuestiona el menor.
La misma pregunta la repiten también los adultos. Abu Nahid Syam, abuelo de Ibrahim, vive a pocos metros del lugar de la tragedia. El anciano afirma que las víctimas de los ataques israelíes son mujeres y niños.
"¿Contra quién es esta guerra? No es contra un ejército, es una guerra contra los niños. Han masacrado a familias enteras. Una de ellas era de 28 personas, en su mayoría mujeres y niños. Otra era de 20 miembros. Las tropas de la nación judía atacan a los civiles. Dicen que destruyen túneles, pero aquí no hay túneles, no hay cohetes", asegura el abuelo de Ibrahim.
Las zonas civiles son, a menudo, objetivo de los ataques del Ejército israelí, que acusa a Hamás de usar a su población como escudo humano para proteger sus misiles. Las víctimas mortales ya superan las 2.000 personas entre los palestinos. Una tragedia como la que ha vivido Ibrahim podría facilmente despertar deseos de venganza, pero el niño prefiere elegir otro camino: la batalla legal.
"Voy a terminar la escuela. Quiero estudiar para ser abogado. Voy a revelar los crímenes del Estado judío. Vamos a juzgarlos, no a matarlos como nos matan ellos a nosotros", explica Ibrahim a RT.
Un empeño admirable, pero no todos son capaces de responder a la injusticia con justicia. Con sus bombardeos indiscriminados, Israel se arriesga a sembrar solo más odio y violencia.
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