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¿Por qué teme EE.UU. el rearme de Crimea?
Un grupo de congresistas estadounidenses acusa a Rusia de querer desplegar en Crimea armas capaces de portar cargas nucleares y exige a Obama el cese inmediato de los contactos entre la OTAN y Moscú. ¿Por qué le preocupa a EE.UU. el rearme de Crimea?
En una carta enviada al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, un grupo de legisladores denuncia que Moscú ha tomado la decisión de desplegar en Crimea bombarderos estratégicos Tu-22M3 y sistemas Iskander-M que pueden disparar misiles de crucero R-500 de gran precisión y son capaces de portar ojivas nucleares, informa el diario ruso 'Kommersant'.
El alcance de este misil es de 2.600 kilómetros, por lo que, a juicio del senador James Inhofe, su despliegue viola el Tratado ruso-estadounidense sobre los Misiles de Mediano y Corto Alcance firmado en 1987, que prohíbe fabricar y usar armas de emplazamiento terrestre con un rango de entre 500 y 5.500 kilómetros. El diario recuerda que en reiteradas ocasiones Moscú ha denunciado la violación de este apartado por parte de los propios estadounidenses, especificando que se trata de desarrollo de misiles de alcance medio e intermedio utilizados para el ensayo de intercepciones de misiles.
"El despliegue de armamento nuclear en el territorio soberano de otro Estado sin su autorización es una decisión maliciosa y cínica", sostienen los autores de la misiva, en la que advierten que esto permitirá a Moscú "acercarse a las puertas de las bases de la OTAN ganando así la supremacía militar en la región", lo que supondría una "flagrante violación" del acuerdo que Rusia y la Alianza firmaron en 1997.
Vadim Koziulin, profesor de la Academia de Ciencias Militares de Rusia, comentó al canal ruso Zvezda que "los estadounidenses no son tan inocentes e indefensos como aparentan". En su opinión, basta con recordar que en las bases militares estadounidenses hay más de 200 bombas nucleares tipo B-61, "lo que representa una grave violación del Tratado sobre la no proliferación de las armas nucleares, que prohíbe la presencia de este tipo de armas en el territorio de los países no nucleares".
Según él, Rusia ha planteado en repetidas ocasiones ante Estados Unidos la necesidad de la retirada completa de las armas nucleares tácticas del continente europeo, ya que Moscú retiró todas sus armas nucleares tácticas de Bielorrusia, Kazajstán y Ucrania hace 20 años, pero Washington todavía las conserva en cuatro países de Europa y en la parte asiática de Turquía.
No obstante, subraya Koziulin, todas las recientes iniciativas de Moscú relacionadas con el control de armas en Europa no han tenido ninguna respuesta ni por parte de EE.UU. ni por parte de la OTAN. Al contrario, EE.UU. ha desplegado sus bases de defensa nacional de misiles en Polonia y Rumanía, ha creado una infraestructura militar en los países bálticos y Bulgaria, y ha llevado a cabo maniobras en el Mar Negro y en el Báltico.
Un alto cargo del Estado Mayor del Ejército ruso explicó que "dotar a la península de las armas más avanzadas es una prioridad" y precisó que el despliegue de los Tu-22M3 en Crimea ya está decidido, si bien no se completará hasta 2016. No obstante, no comentó si en la península habrá sistemas Iskander. El ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, afirmó con anterioridad que este tipo de armas podría ser emplazadas en cualquier parte del país, recuerda 'Kommersant'.
El alcance de este misil es de 2.600 kilómetros, por lo que, a juicio del senador James Inhofe, su despliegue viola el Tratado ruso-estadounidense sobre los Misiles de Mediano y Corto Alcance firmado en 1987, que prohíbe fabricar y usar armas de emplazamiento terrestre con un rango de entre 500 y 5.500 kilómetros. El diario recuerda que en reiteradas ocasiones Moscú ha denunciado la violación de este apartado por parte de los propios estadounidenses, especificando que se trata de desarrollo de misiles de alcance medio e intermedio utilizados para el ensayo de intercepciones de misiles.
"El despliegue de armamento nuclear en el territorio soberano de otro Estado sin su autorización es una decisión maliciosa y cínica", sostienen los autores de la misiva, en la que advierten que esto permitirá a Moscú "acercarse a las puertas de las bases de la OTAN ganando así la supremacía militar en la región", lo que supondría una "flagrante violación" del acuerdo que Rusia y la Alianza firmaron en 1997.
Los estadounidenses no son tan inocentes e indefensos como aparentanA EE.UU. le preocupa que los Tu-22M3, Iskander-M e incluso los misiles de crucero X-35 puedan ser equipados con ojivas nucleares tácticas. Además, misiles X-35 pueden alcanzar su objetivo a una altura de unos 3 metros sobre el nivel del mar, es decir, por debajo del nivel de la cubierta de la nave, por lo que resultan difíciles de detectar para el radar.
Vadim Koziulin, profesor de la Academia de Ciencias Militares de Rusia, comentó al canal ruso Zvezda que "los estadounidenses no son tan inocentes e indefensos como aparentan". En su opinión, basta con recordar que en las bases militares estadounidenses hay más de 200 bombas nucleares tipo B-61, "lo que representa una grave violación del Tratado sobre la no proliferación de las armas nucleares, que prohíbe la presencia de este tipo de armas en el territorio de los países no nucleares".
Según él, Rusia ha planteado en repetidas ocasiones ante Estados Unidos la necesidad de la retirada completa de las armas nucleares tácticas del continente europeo, ya que Moscú retiró todas sus armas nucleares tácticas de Bielorrusia, Kazajstán y Ucrania hace 20 años, pero Washington todavía las conserva en cuatro países de Europa y en la parte asiática de Turquía.
No obstante, subraya Koziulin, todas las recientes iniciativas de Moscú relacionadas con el control de armas en Europa no han tenido ninguna respuesta ni por parte de EE.UU. ni por parte de la OTAN. Al contrario, EE.UU. ha desplegado sus bases de defensa nacional de misiles en Polonia y Rumanía, ha creado una infraestructura militar en los países bálticos y Bulgaria, y ha llevado a cabo maniobras en el Mar Negro y en el Báltico.
Un alto cargo del Estado Mayor del Ejército ruso explicó que "dotar a la península de las armas más avanzadas es una prioridad" y precisó que el despliegue de los Tu-22M3 en Crimea ya está decidido, si bien no se completará hasta 2016. No obstante, no comentó si en la península habrá sistemas Iskander. El ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, afirmó con anterioridad que este tipo de armas podría ser emplazadas en cualquier parte del país, recuerda 'Kommersant'.
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