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Obama promueve un acuerdo comercial en China "en beneficio de las corporaciones"
Durante su visita a China, el presidente de EE.UU., Barack Obama, ha vuelto a instar a los líderes internacionales a cerrar un importante acuerdo comercial que permita erradicar aranceles y reglamentos entre 12 países.
Los líderes de los países que negocian el Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica (Trans-Pacific Partnership, TPP) en la cumbre de la APEC celebrada esta semana no han fijado una fecha para sellar el pacto, pero la Administración de Obama espera que para el fin de su visita de ocho días a Asia se pueda llegar a un acuerdo.
Una vez alcanzado el pacto, eliminaría los aranceles sobre los bienes y servicios y cambiaría las regulaciones de mano de obra, contratación pública, empresas de propiedad estatal, propiedad intelectual y protección del medio ambiente. El acuerdo también permitiría a EE.UU. aumentar su presencia económica en Asia.
En una declaración conjunta tras la reunión, los líderes de las 12 naciones involucradas dijeron que están entusiasmados por los recientes progresos. Inicialmente, las negociaciones sobre el mencionado acuerdo comercial comenzaron entre Brunéi, Chile, Nueva Zelanda y Singapur en el 2003. EE.UU. se unió al proceso en 2008 junto con Australia, Canadá, Japón, Malasia, México, Perú y Vietnam. Sin embargo, las negociaciones acerca del tratado multinacional se han llevado a cabo en secreto. La propia China no forma parte del pacto.
"Aunque el TPP está siendo llamado un acuerdo comercial, EE.UU. ya tiene acuerdos comerciales con la mayoría de los países que participan en las conversaciones. En cambio, el TPP es una importante toma de poder por parte de las grandes corporaciones", afirmó la doctora Margaret Flowers, de la organización Médicos por un Programa Nacional de Salud (PNHP).
"El texto del TPP incluye 29 capítulos, sólo cinco de los cuales tratan del comercio. Los capítulos restantes se centran en los cambios que las empresas multinacionales no han sido capaces de aprobar en el Congreso, como las restricciones a la privacidad en Internet, el aumento de la protección de patentes, un mayor acceso a los litigios y una mayor desregulación financiera", agregó en declaraciones al Instituto para la Precisión Pública (Institute for Public Accuracy).
Según Flowers, "los mejores abogados han redactado el documento para que se adapte a las necesidades del poder corporativo, al tiempo que socava los intereses de la sociedad y del planeta".
SEPA MÁS: Los cuatro principales escollos en las relaciones entre EE.UU. y China
Una vez alcanzado el pacto, eliminaría los aranceles sobre los bienes y servicios y cambiaría las regulaciones de mano de obra, contratación pública, empresas de propiedad estatal, propiedad intelectual y protección del medio ambiente. El acuerdo también permitiría a EE.UU. aumentar su presencia económica en Asia.
En una declaración conjunta tras la reunión, los líderes de las 12 naciones involucradas dijeron que están entusiasmados por los recientes progresos. Inicialmente, las negociaciones sobre el mencionado acuerdo comercial comenzaron entre Brunéi, Chile, Nueva Zelanda y Singapur en el 2003. EE.UU. se unió al proceso en 2008 junto con Australia, Canadá, Japón, Malasia, México, Perú y Vietnam. Sin embargo, las negociaciones acerca del tratado multinacional se han llevado a cabo en secreto. La propia China no forma parte del pacto.
"El TPP es una toma de poder por parte de las grandes corporaciones"
"Aunque el TPP está siendo llamado un acuerdo comercial, EE.UU. ya tiene acuerdos comerciales con la mayoría de los países que participan en las conversaciones. En cambio, el TPP es una importante toma de poder por parte de las grandes corporaciones", afirmó la doctora Margaret Flowers, de la organización Médicos por un Programa Nacional de Salud (PNHP).
"El texto del TPP incluye 29 capítulos, sólo cinco de los cuales tratan del comercio. Los capítulos restantes se centran en los cambios que las empresas multinacionales no han sido capaces de aprobar en el Congreso, como las restricciones a la privacidad en Internet, el aumento de la protección de patentes, un mayor acceso a los litigios y una mayor desregulación financiera", agregó en declaraciones al Instituto para la Precisión Pública (Institute for Public Accuracy).
Según Flowers, "los mejores abogados han redactado el documento para que se adapte a las necesidades del poder corporativo, al tiempo que socava los intereses de la sociedad y del planeta".
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