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Uruguay, cuenta atrás de la segunda ronda de presidenciales
Uruguay se prepara para la segunda vuelta electoral y para escoger el presidente que gobernará hasta el 2020. Los uruguayos eligirán entre el oficialista Tabaré Vázquez, que triunfó en la primera ronda, y el nacionalista Luis Lacalle Pou.
Después de varios meses de campañas electorales, los uruguayos están listos para vivir una jornada electoral definitoria. Atrás quedó la votación del 26 de octubre, que consagró la mayoría parlamentaria del Frente Amplio. Ahora resta saber quién gobernará los destinos de este país sudamericano durante los próximos cinco años.
La fórmula Tabaré Vázquez-Raúl Sendic eligió las inmediaciones del estadio Centenario para saludar a sus seguidores. Todo se vivió en un clima de alegría y extrema confianza en que el triunfo llegará sin inconvenientes. En su discurso de cierre, el exmandatario eligió enumerar algunos logros alcanzados en los últimos 10 años y pidió un nuevo voto de confianza del pueblo.
"Desarrollamos un país de producción de bienes y servicios, de trabajo, de empleo digno para los uruguayos, de inversión en diversos sectores; pero además un país con una política de inclusión social para luchar contra la marginación y derrotarla, para luchar contra la pobre za y derrotarla, para luchar contra la indigencia y derrotarla", dice Tabaré Vázquez.
Este reconocido médico oncólogo de 74 años arriba al balotaje luego de haber obtenido el 47,9% de los votos en la primera vuelta electoral. Se postula a la presidencia por cuarta vez en la historia y en 2005 fue el primer gobernante de izquierda que rompió con el bipartidismo de los partidos tradicionales uruguayos. Miles de ciudadanos lo acompañaron en su último acto de campaña y se mostraron confiados en que Tabaré Vázquez es la mejor opción para que Uruguay siga creciendo.
"Ha mejorado desde todo punto de vista, desde el obrero más humilde que ha tenido los consejos del salario con un aumento cada seis meses, que ha provocado un aumento en la productividad... o sea, es imposible no votar al Frente Amplio en este país", sostiene un ciudadano.
"Yo no lo viví antes, pero me cuenta mi familia y es único, esto es Uruguay, mirá la gente que hay... esto es único", comenta una joven uruguaya.
Por su parte, el opositor Luis Lacalle Pou mantiene las ilusiones intactas de ser la sorpresa electoral. Saludó por última vez a los militantes del Partido Nacional en una localidad a 130 kilómetros de la capital uruguaya y resaltó que las esperanzas para llegar a la presidencia no se pierden nunca. Además, destacó que Uruguay debe elegir en libertad a los mejores gobernantes.
"Ojalá que Uruguay levante hacia arriba y no achatemos hacia abajo. Pobre nación que tiene que igualar hacia abajo y no empujar los ánimos hacia arriba. No queremos el temor de las clases educadas, queremos que la gente pueda elegir. A más libertad, también van a elegir mejores gobernantes", señala Luis Lacalle Pou.
Abogado de 41 años, Lacalle Pou arriba a esta contienda definitoria con el apoyo del Partido Colorado, una fuerza conservadora que en la primera vuelta obtuvo el 12,9% de los sufragios. Sin embargo, los votos no se trasladan de forma automática y muchos uruguayos mantienen sus dudas sobre cuál será su elección presidencial. Es por eso que los militantes opositores continúan trabajando para convencer a los indecisos y lograr una renovación radical en el Gobierno del país.
Según las últimas encuestas, Tabaré Vázquez aparece como amplio favorito y obtendría entre un 52% y 55% de los electores. Por su parte, Luis Lacalle Pou, del Partido Nacional, solamente alcanzaría el 40% de los votos a pesar de la alianza política con los Colorados. Si se cumple este vaticinio, el Frente Amplio iniciaría su tercer periodo al mando del Gobierno.
En base a cifras oficiales, en los últimos 10 años Uruguay aumentó los salarios un 43%, bajó el desempleo al 6 % y 900.000 ciudadanos superaron la línea de la pobreza. A pesar de estos datos de crecimiento, la última palabra llegará cuando cierren los circuitos electorales una vez finalizado el balotaje.
Más allá de las diferencias, los militantes del Partido Nacional conviven a metros de los seguidores del Frente Amplio sin inconvenientes. Y es que el sentimiento de la política en Uruguay está basado en el respeto al otro, más allá de las creencias partidistas. Con ese mismo respeto, casi 3 millones ciudadanos estarán habilitados para determinar quién será el nuevo jefe de Estado en el país sudamericano. Ahora, el pueblo uruguayo vive instantes de reflexión y análisis a sabiendas que el futuro político está en sus manos.
La fórmula Tabaré Vázquez-Raúl Sendic eligió las inmediaciones del estadio Centenario para saludar a sus seguidores. Todo se vivió en un clima de alegría y extrema confianza en que el triunfo llegará sin inconvenientes. En su discurso de cierre, el exmandatario eligió enumerar algunos logros alcanzados en los últimos 10 años y pidió un nuevo voto de confianza del pueblo.
Desarrollamos un país de producción de bienes y servicios, de trabajo, de empleo digno para los uruguayos, de inversión en diversos sectores
"Desarrollamos un país de producción de bienes y servicios, de trabajo, de empleo digno para los uruguayos, de inversión en diversos sectores; pero además un país con una política de inclusión social para luchar contra la marginación y derrotarla, para luchar contra la pobre za y derrotarla, para luchar contra la indigencia y derrotarla", dice Tabaré Vázquez.
Este reconocido médico oncólogo de 74 años arriba al balotaje luego de haber obtenido el 47,9% de los votos en la primera vuelta electoral. Se postula a la presidencia por cuarta vez en la historia y en 2005 fue el primer gobernante de izquierda que rompió con el bipartidismo de los partidos tradicionales uruguayos. Miles de ciudadanos lo acompañaron en su último acto de campaña y se mostraron confiados en que Tabaré Vázquez es la mejor opción para que Uruguay siga creciendo.
"Ha mejorado desde todo punto de vista, desde el obrero más humilde que ha tenido los consejos del salario con un aumento cada seis meses, que ha provocado un aumento en la productividad... o sea, es imposible no votar al Frente Amplio en este país", sostiene un ciudadano.
"Yo no lo viví antes, pero me cuenta mi familia y es único, esto es Uruguay, mirá la gente que hay... esto es único", comenta una joven uruguaya.
Por su parte, el opositor Luis Lacalle Pou mantiene las ilusiones intactas de ser la sorpresa electoral. Saludó por última vez a los militantes del Partido Nacional en una localidad a 130 kilómetros de la capital uruguaya y resaltó que las esperanzas para llegar a la presidencia no se pierden nunca. Además, destacó que Uruguay debe elegir en libertad a los mejores gobernantes.
"Ojalá que Uruguay levante hacia arriba y no achatemos hacia abajo. Pobre nación que tiene que igualar hacia abajo y no empujar los ánimos hacia arriba. No queremos el temor de las clases educadas, queremos que la gente pueda elegir. A más libertad, también van a elegir mejores gobernantes", señala Luis Lacalle Pou.
Ha mejorado desde todo punto de vista [...] es imposible no votar al Frente Amplio en este país
Abogado de 41 años, Lacalle Pou arriba a esta contienda definitoria con el apoyo del Partido Colorado, una fuerza conservadora que en la primera vuelta obtuvo el 12,9% de los sufragios. Sin embargo, los votos no se trasladan de forma automática y muchos uruguayos mantienen sus dudas sobre cuál será su elección presidencial. Es por eso que los militantes opositores continúan trabajando para convencer a los indecisos y lograr una renovación radical en el Gobierno del país.
Según las últimas encuestas, Tabaré Vázquez aparece como amplio favorito y obtendría entre un 52% y 55% de los electores. Por su parte, Luis Lacalle Pou, del Partido Nacional, solamente alcanzaría el 40% de los votos a pesar de la alianza política con los Colorados. Si se cumple este vaticinio, el Frente Amplio iniciaría su tercer periodo al mando del Gobierno.
En base a cifras oficiales, en los últimos 10 años Uruguay aumentó los salarios un 43%, bajó el desempleo al 6 % y 900.000 ciudadanos superaron la línea de la pobreza. A pesar de estos datos de crecimiento, la última palabra llegará cuando cierren los circuitos electorales una vez finalizado el balotaje.
Más allá de las diferencias, los militantes del Partido Nacional conviven a metros de los seguidores del Frente Amplio sin inconvenientes. Y es que el sentimiento de la política en Uruguay está basado en el respeto al otro, más allá de las creencias partidistas. Con ese mismo respeto, casi 3 millones ciudadanos estarán habilitados para determinar quién será el nuevo jefe de Estado en el país sudamericano. Ahora, el pueblo uruguayo vive instantes de reflexión y análisis a sabiendas que el futuro político está en sus manos.
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