Correa agradece a Unasur por estar al tanto de la situación en Ecuador
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, sostuvo un encuentro en la noche del viernes (hora de Quito) con los cancilleres de los países miembros de Unasur que habían viajado a la capital ecuatoriana para respaldar al mandatario liberado del hospital tras el levantamiento policial. El grupo diplomático se reunió con el mandatario en los salones del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio e Integración.
Al inicio del encuentro Correa agradeció a los presidentes por estar al tanto de la situación y expresó su satisfacción por el hecho de que entienden que "no fue una manifestación salarial", sino un intento de golpe de Estado, ya que, según su opinión, los países que viven cambios sufren conspiraciones.
El presidente aseguró que entre los policías "hay muchos infiltrados" que provienen de administraciones anteriores.
Previamente, el canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, confirmó ante los participantes de la reunión que los policías sublevados fueron "engañados y manipulados" y que las raíces de los levantamientos están fuera del cuerpo policial. Patiño reiteró, como lo ha hecho Correa, que detrás de las rebeliones está el ex mandatario ecuatoriano Lucio Gutiérrez, que reside actualmente en Brasil.
Cláusula democrática
Se espera que al finalizar la reunión los diplomáticos presenten la denominada 'Cláusula democrática', un estatuto contra intentos golpistas y golpes de Estado.
Según informó al llegar a Quito el canciller venezolano, Nicolás Maduro, el documento estipulará una serie de acciones contra aquellos que "promuevan la desestabilización del orden democrático de un país de la región".
La 'Cláusula' contemplará el cierre de fronteras y el comercio, la suspensión de las transacciones financieras, la paralización de los vuelos comerciales, en definitiva, "un conjunto de sanciones para que ninguno de los golpistas intente huir a los países vecinos y sea capturado", explicó el canciller.
Las víctimas de la sublevación
La sublevación policial dejó, según confirmó Rafael Correa durante la reunión, cuatro muertos y más de 40 heridos de gravedad, entre ellos 25 personas que están en estado crítico.
El Gobierno ha declarado tres días de luto nacional por las personas que perecieron durante la tensa jornada.