¿Será fácil para la nueva Libia recuperar un espíritu nacional?
La Unión Europea ha acordado levantar parte de las sanciones económicas contra Libia. Así, varias compañías del país árabe podrán reanudar su funcionamiento y los barcos procedentes de Europa recuperarán acceso a algunos puertos del país.
Además España se mostró dispuesta a entregar a la oposición fondos del régimen congelados. Según el primer ministro del país, por el momento se trataría de unos 16 millones de euros o unos 20 millones de dólares estadounidenses.
Por su parte algunos analistas subrayan que a pesar del amplio apoyo de Occidente, para Libia será extremadamente complicado recuperar un espíritu nacional.
"No se sabía desde el principio quiénes eran rebeldes, quién era la oposición al coronel Gaddafi. Por tanto quizás se crean autosuficientes en este momento, pero a lo mejor no lo serán en el futuro. Lo que sí está claro es que la comunidad internacional, y sobre todo las personas que están lejos del lugar, no reciben toda la información precisa para determinar qué pasa de verdad en Libia y cómo va a ser el futuro de esta coalición gobernante, una vez sean capaces de terminar el conflicto y si son capaces de encontrar al coronel Gaddafi", opina el analista político Juan Manuel Benítez.
"Es un país que va a ser complicado que cree una especie de espíritu nacional sobre todo después de tantos años de la familia Gaddafi dominando a todos los sectores políticos del país. También tendrán que crear una nueva identidad nacional para convertirse en otra cosa, una cosa diferente de lo que era", considera el experto.
La oposición libia no sería capaz de crear un nuevo gobierno estable tras derrocar al enemigo, los rebeldes deberán afrontar las contradicciones internas. Así opinó el embajador de Rusia ante la OTAN, Dmitri Rogozin, en una entrevista con RT.
Entre tanto, según los testigos, los rebeldes arrestaron al ministro de Exteriores de Libia, Abdelati al-Obeidi. El funcionario fue arrestado en su casa en Janzour, un suburbio occidental de Trípoli.
Juramentos y declaraciones: la guerra informativa no cesa
Una rica abundancia de diversas, a veces contradictorias, declaraciones de ambas partes del conflicto es uno de los rasgos esenciales de la guerra libia.
El hijo de Gaddafi Seif al-Islam prometió resistir contra los insurgentes hasta la victoria. Juró que los partidarios del líder libio limpiarán la Plaza Verde en Trípoli. "Les hablo desde un suburbio de Trípoli. La resistencia continúa y la victoria está cerca", sentenció Saif al-Islam.
Advirtió también a los insurgentes sobre las tentativas de ocupar Sirte, manifestando que "la batalla no será fácil". "Allí les esperan más de 20.000 soldados. La guerra de agotamiento continuará hasta que limpiemos nuestro país de las ratas", dijo.
El discurso de Seif al-Islam coincidió en el tiempo con la alocución de otro hijo del coronel, Saadi, que supuestamente prometió rendirse inmediatamente a los insurgentes si esto ayudaba a poner fin a los derramamientos de sangre. Sin embargo, según otras fuentes, Saadi mandó una carta a los representantes de la prensa estadounidense en que desmentió esta información.
El portavoz del mismo Muammar Gaddafi, Musa Ibrahim, se dirigió por la radio a sus partidarios en Sirte y les instó a no rendirse. Dijo que Gaddafi no tiene intención de cesar la lucha. Declaró que "ni un solo país que se haga respetar aceptaría nunca el ultimátum de un grupo de bandidos armados".
Mientras tanto, previamente el ministro de Justicia del Consejo de Transición de Libia, Muhammad al-Alagi, declaró que en el caso de la captura del líder de Yamahiriya, Muammar Gaddafi y sus hijos serán fusilados. La hija de Gaddafi, Aisha, evitará la ejecución, se le incriminan solo crímenes financieros.