El Libro de la Selva Negra: aparece en Berlín un joven Mowgli que pasó 5 años en el bosque
La policía alemana trata de identificar a un adolescente angloparlante que asegura haber pasado los últimos cinco años en un bosque, totalmente aislado la civilización.
El joven, que podría tener 17 años de edad, fue encontrado este mes cerca de Berlín. Al parecer, el adolescente no puede recordar su vida anterior al momento en que se aisló junto con su padre del resto de la sociedad.
Dijo que se llamaba Ray, pero que no recordaba su apellido, y relató que su padre y él se fueron a vivir al bosque después de que su madre falleciera en un accidente de tráfico. Según su relato, ambos se alojaron en una tienda de campaña y en cuevas.
Cuando el pasado mes de agosto murió su padre (al que enterró en un sepulcro de tierra y piedras), Ray estuvo caminando durante dos semanas en dirección a la capital alemana, donde fue examinado por médicos que constataron su buena condición física, y que no hallaron huellas de abuso o de violencia.
El joven habla inglés con soltura pero conoce sólo unas pocas palabras de alemán, razón por la que la policía se dirigió a sus colegas europeos solicitando ayuda para identificarle.
La aparición de individuos que se aislan de forma voluntaria no es nada nuevo, teniendo en cuenta la crueldad que a veces adquiere el entorno social a lo largo de la historia.
Entre los casos más sorprendentes de este tipo destaca uno registrado en la URSS en 1978, cuando un grupo de geólogos soviéticos descubrió a una familia de cinco personas, los Lýkov, que había llevado 40 años en un rincón remoto de Siberia sin contacto alguno con la civilización.
Los Lýkov, que eran descendientes de los antiguos cismáticos ortodoxos que huyeron de la persecución religiosa de las autoridades soviéticas en los años 30, se encontraron de repente en el foco de la atención de médicos, periodistas y científicos, granjeándose la simpatía de millones de personas en la Unión Soviética y otros países.
Vivían de la caza y de la pesca, de la recolección de bayas y setas, así como del cultivo de legumbres. Gracias a sus libros de salmos escaparon del analfabetismo.
Con el paso de tiempo casi todos murieron debido a la escasa inmunidad de su organismo frente a las infecciones de la civilización. Sólo sobrevivió Agafia Lýkova, nacida en 1945, que rechazó varias propuestas de alojamiento y cuidado, y que sigue viviendo en su casita de madera en el entorno natural de la taiga siberiana.