La primera jornada de la huelga general en Argentina no paralizó al país
Moyano, antiguo aliado del kirchnerismo y hoy uno de sus más encarnizados enemigos, criticó la “soberbia abrumadora” de la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, y pidió diálogo al Gobierno.
La convocatoria, secundada mayoritariamente por el sindicato de camioneros con la adhesión de varios gremios de la CGT, reunió a cerca de 25.000 personas, según medios locales. Los manifestantes tomaron la capital argentina para participar en la movilización convocada por Moyano en la emblemática Plaza de Mayo en contra de la política del Ejecutivo y reclamar que se eleve la exención fiscal para los trabajadores.
“No estamos atacando a nadie, estamos reclamando lo que legítimamente le corresponde a los trabajadores”, afirmó Moyano, tras afirmar que este tipo de protestas “no son destituyentes, fortalecen la democracia”.
Por su parte la mandataria insistió, en las redes sociales, en que no acepta la “extorsión” y optó por viajar al interior del país para inaugurar una granja porcina y advirtió que “esto no es River-Boca”.
“Somos argentinos, necesitamos que gane la Argentina, Argentina es una sola, por eso le pido a todos que unidos, organizados y solidarios, sigamos marchando adelante”, dijo la jefa de Estado e insistió que “no va a haber extorsión ni agravio que me aparten del camino”.