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¿Qué le espera al hijo de Gaddafi en Libia?
La australina Melinda Taylor, abodaga del Tribunal Penal Internacional (TPI) que defiende los intereses de Saif al Islam, hijo del ex líder libio Muammar Gaddafi, declara que el derecho de su cliente a un juicio parcial ha sido "irremisiblemente violado".
“Sin perjuicio de mi situación personal, los derechos de mi cliente Saif al Islam fueron violados en el momento de mi visita a Zintan”, aclaró Taylor en una rueda de prensa que concedió este viernes 6 de julio en La Haya. La funcionaria regresó hace poco de Libia donde estuvo bajo arresto tras entrevistarse en la cárcel con el hijo de Muammar Gaddafi.
Al Islam “no tendrá un juicio justo”, asegura el activista Lorenzo Topete, que señala que es muy probable que le espere la pena de muerte o una cadena perpetua de condiciones muy duras. Es lo que le puede pasar si la comunidad internacional no consigue un juicio “más sano”, insiste. “La democracia en Libia es todavía un largo proceso”, precisa Topete.
Los miembros del TPI llegaron a Zintan el 7 de junio para encontrarse con Saif al Islam, acusado de crímenes contra la humanidad durante las protestas antigubernamentales que estallaron en 2011 y se saldaron con el cambio de régimen en el país. Según la versión de Trípoli, la jurista y su intérprete libanesa, Helene Assaf, fueron detenidas junto a otros dos compañeros suyos en la ciudad de Zintan después de que, al parecer, entregaran a Saif al Islam una carta codificada vulnerando la "seguridad nacional libia”.
Al Islam “no tendrá un juicio justo”, asegura el activista Lorenzo Topete, que señala que es muy probable que le espere la pena de muerte o una cadena perpetua de condiciones muy duras. Es lo que le puede pasar si la comunidad internacional no consigue un juicio “más sano”, insiste. “La democracia en Libia es todavía un largo proceso”, precisa Topete.
Los miembros del TPI llegaron a Zintan el 7 de junio para encontrarse con Saif al Islam, acusado de crímenes contra la humanidad durante las protestas antigubernamentales que estallaron en 2011 y se saldaron con el cambio de régimen en el país. Según la versión de Trípoli, la jurista y su intérprete libanesa, Helene Assaf, fueron detenidas junto a otros dos compañeros suyos en la ciudad de Zintan después de que, al parecer, entregaran a Saif al Islam una carta codificada vulnerando la "seguridad nacional libia”.
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