Cuba y Nicaragua critican los resultados de la Cumbre en Copenhague
Los gobiernos de Cuba y de Nicaragua denunciaron que la recién finalizada Cumbre sobre el cambio climático de Copenhague fue “un paso atrás” y que allí se trató de "acallar" a los países críticos.
El ministro cubano de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, informando sobre la participación de ese país en la cumbre en Copenhague, denunció que la reunión fue “un paso atrás” y una “farsa antidemocrática”, al tiempo que calificó de “incierto” el futuro de las negociaciones camino a la reunión de México en 2010, la próxima sobre cambio climático.
Rodríguez afirmó que la cumbre fue un “fracaso” y un “engaño” a la opinión pública mundial, que se caracterizó por la represión y la exclusión a las organizaciones no gubernamentales.
“Estoy convencido de que Copenhague ha sido un paso atrás, pero habría sido muchísimo más grave convalidar ese paso atrás con un acuerdo de las partes en la conferencia, que el hecho de que haya quedado al desnudo la posición de los Gobiernos de los países desarrollados que abortaron el resultado de esta conferencia”, dijo.
Rodríguez calificó de “arrogante”, “imperial” y “cínica” la actitud asumida en Copenhague por el presidente estadounidense, Barack Obama, al que también acusó de "mentir a la opinión pública". Según él, Obama jugó con los números al confirmar que su país recortará las emisiones de carbono y dijo también que se produjo un “atraco” contra China, India, Brasil, Sudáfrica y todos los países en desarrollo.
Sobre las perspectivas para el próximo foro de cambio climático de México, afirmó que el destino del proceso de negociación es “incierto”, dada la situación de “secuestro” impuesta “básicamente” por EE.UU..
Por su parte, el canciller nicaragüense, Samuel Santos, que también participaba en la cumbre, aseguró que en Copenhague trataron de "acallar a los países críticos".
“Nos quisieron callar en Copenhague por ser críticos, pero es imposible amordazar a la naturaleza. Los países miembros de la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA) unimos nuestras voces y logramos vencer el silencio que se nos quiso imponer”, expresó el canciller.
“He podido ver la irracionalidad y el carácter autodestructivo de algunos dirigentes mundiales que quieren verse como donantes siendo en realidad contaminantes”, aseguró Santos.
El acuerdo alcanzado en Copenhague incluye la intención de limitar a dos grados el aumento de la temperatura, reducir las emisiones de gases contaminantes y movilizar 30.000 millones de dólares entre 2010 y 2012 para los países más vulnerables al cambio climático.