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“Ni en los peores días de la Guerra Fría” hubo nada parecido a la caza de Assange
El menosprecio a la ley internacional por parte de EE.UU. y sus aliados extranjeros en el caso de Julian Assange no tiene precedentes "ni en los peores días de la Guerra Fría", asegura a RT Ray McGovern, un ex oficial de la CIA.
La reacción de los países occidentales a la concesión de asilo diplomático al fundador de Wikileakes Julian Assange por parte de Ecuador muestra claramente cómo el imperio estadounidense se distingue del resto del mundo, cree McGovern. A continuación reproducimos el diálogo de nuestro canal con el experto:
RT: Una de razones principales por las qué Ecuador concedió el asilo político a Assange no fue el caso penal de Suecia, sino el peligro real de que sea perseguido y posiblemente ejecutado en EE.UU. ¿Qué reacción espera usted de Washington?
McGovern: Es un caso clásico que demuestra lo que ha cambiado el mundo en los últimos 20 años. La configuración actual del mundo es la del Imperio en contra del resto. Lo que digo yo ahora es lo que César dijo. El César es la ley. El César es EE.UU. y sus sátrapas en el extranjero, en primer lugar Reino Unido y Suecia en segundo lugar, que cumplen los deseos del imperio. Y el país que ha rehusado cumplirlos, Ecuador, desempeña un papel muy interesante aquí. Por la mañana el canciller del país [Ricardo Patiño] dijo: “No somos una colonia británica, los tiempos de la colonia terminaron”.
Por eso lo que vemos aquí [sobre el juicio de Assange] es una completa falta de respeto hacia la ley internacional. Las premisas de las embajadas de todos los países fueron consideradas como sacrosantas. Y ahora la Cancillería británica dice: “pues podemos entrar por la fuerza” [en la embajada ecuatoriana, donde se encuentra Assange].
Esto es inaudito incluso en los peores días de la Guerra Fría [entre la URSS y EE.UU.]. Si alguien buscaba refugio en la embajada estadounidense en Moscú, o en la embajada soviética en EE.UU., pese a la tensión y la enemistad entre los dos países, la ley internacional era honrada. Esto es algo sin precedentes.
RT: Ecuador ha dicho que la agresión, chantaje y amenazas del Reino Unido violan directamente la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas. ¿Usted cree que, dado que Londres y Washington están confabulados, consideran a Ecuador un país insignificante por ser pequeño militar y económicamente?
McGovern: Ésta es la postura. Los países más pequeños no tienen mucho peso ante los ojos de Washington y de Londres en estos días. Sería interesante observar el resultado real de este juego que vemos aquí. Nadie parece recordar que la primera denunciante de Julian Assange -Anna Ardin de Suecia- solía trabajar sobre publicaciones extremadamente anticastristas que fueron financiadas por la CIA.
Por eso todos los enlaces están aquí, no hay que tener una postura conspiratoria para ver que la única vía que ellos pueden usar para llegar a Julian Assange es mediante el uso de cargos fabricados.
Tenían la oportunidad de ir a la embajada ecuatoriana en Londres e interrogar a Assange. Ellos dijeron “no vamos a hacerlo”. ¿Y por qué? La razón es que no hay un caso contra Julian Assange. Está claro, según me parece a mí.
Quieren extraditarlo a Suecia y después a Estados Unidos para que sufra las mismas humillaciones, las mismas torturas que sufrió Bradley Manning, la persona que supuestamente suministró los documentos a Assange.
Me atrevo a decir que nuestros padres fundadores están removiéndose en sus tumbas viendo a una persona tratada de este modo, en clara violación del derecho a revelar cosas que de otro modo seguirán escondidas.
RT: Una de razones principales por las qué Ecuador concedió el asilo político a Assange no fue el caso penal de Suecia, sino el peligro real de que sea perseguido y posiblemente ejecutado en EE.UU. ¿Qué reacción espera usted de Washington?
McGovern: Es un caso clásico que demuestra lo que ha cambiado el mundo en los últimos 20 años. La configuración actual del mundo es la del Imperio en contra del resto. Lo que digo yo ahora es lo que César dijo. El César es la ley. El César es EE.UU. y sus sátrapas en el extranjero, en primer lugar Reino Unido y Suecia en segundo lugar, que cumplen los deseos del imperio. Y el país que ha rehusado cumplirlos, Ecuador, desempeña un papel muy interesante aquí. Por la mañana el canciller del país [Ricardo Patiño] dijo: “No somos una colonia británica, los tiempos de la colonia terminaron”.
Por eso lo que vemos aquí [sobre el juicio de Assange] es una completa falta de respeto hacia la ley internacional. Las premisas de las embajadas de todos los países fueron consideradas como sacrosantas. Y ahora la Cancillería británica dice: “pues podemos entrar por la fuerza” [en la embajada ecuatoriana, donde se encuentra Assange].
Esto es inaudito incluso en los peores días de la Guerra Fría [entre la URSS y EE.UU.]. Si alguien buscaba refugio en la embajada estadounidense en Moscú, o en la embajada soviética en EE.UU., pese a la tensión y la enemistad entre los dos países, la ley internacional era honrada. Esto es algo sin precedentes.
EE.UU. quiere que Assange sufra como su informante
RT: Ecuador ha dicho que la agresión, chantaje y amenazas del Reino Unido violan directamente la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas. ¿Usted cree que, dado que Londres y Washington están confabulados, consideran a Ecuador un país insignificante por ser pequeño militar y económicamente?
McGovern: Ésta es la postura. Los países más pequeños no tienen mucho peso ante los ojos de Washington y de Londres en estos días. Sería interesante observar el resultado real de este juego que vemos aquí. Nadie parece recordar que la primera denunciante de Julian Assange -Anna Ardin de Suecia- solía trabajar sobre publicaciones extremadamente anticastristas que fueron financiadas por la CIA.
Por eso todos los enlaces están aquí, no hay que tener una postura conspiratoria para ver que la única vía que ellos pueden usar para llegar a Julian Assange es mediante el uso de cargos fabricados.
Tenían la oportunidad de ir a la embajada ecuatoriana en Londres e interrogar a Assange. Ellos dijeron “no vamos a hacerlo”. ¿Y por qué? La razón es que no hay un caso contra Julian Assange. Está claro, según me parece a mí.
Quieren extraditarlo a Suecia y después a Estados Unidos para que sufra las mismas humillaciones, las mismas torturas que sufrió Bradley Manning, la persona que supuestamente suministró los documentos a Assange.
Me atrevo a decir que nuestros padres fundadores están removiéndose en sus tumbas viendo a una persona tratada de este modo, en clara violación del derecho a revelar cosas que de otro modo seguirán escondidas.
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