Actualidad
Los cárteles criminales de México funcionan como cualquier otro negocio
Los cárteles mexicanos no son grupos desordenados de pillos y asesinos, sino negocios complejos que sustentan su funcionamiento tanto en sus armas de fuego de alto poder, como en un cuidadoso control de sus finanzas.
Esta semana Rafael Cárdenas Vela, miembro del Cártel del Golfo que dirigió tres plazas (territorios importantes), describió al tribunal de la ciudad de Brownsville (Texas)
la estructura y operaciones de la organización.
Para explicar a los fiscales la estructura del mando del cártel, Cárdenas Vela utilizó un organigrama gigante como los del mundo empresarial, salvo por los espacios que correspondían a quienes están "arrestados" o "muertos".
Explicó que en su plaza tenía varios mánager encargados de cada rama de negocio –tráfico de marihuana y cocaína, “cobro de cuotas”, extorsión–. Cada división tenía su contador. Un contador adicional controlaba los cobros del "derecho de piso" que se aplica a cada cargamento de drogas que pasaba por su territorio. Otro contador supervisaba a todos.
Cárdenas testificó que cuando dirigía la plaza de Río Bravo pagaba aproximadamente un millón de dólares al mes para cubrir los ‘salarios’, renta, vehículos y sobornos para los funcionarios de todos los niveles del sistema de justicia, la prensa, miembros del Ejército y funcionarios estadounidenses corruptos. Tenía que reclutar, entrenar y equipar a sus propios pistoleros. Cuando resultaban muertos, continuaba pagando sus sueldos a sus familias.
Guadalupe Correa-Cabrera, presidenta del Departamento de Gobierno en la Universidad de Texas, en Brownsville, le atribuye a Osiel Cárdenas, el tío de Rafael Cárdenas, extraditado a los EE.UU. en 2007, el encabezar la evolución estructural del cártel. Añadió que el testimonio de su sobrino reveló las similitudes entre la organización narcotraficante de hoy y una corporación legítima con redes transnacionales e intereses diversificados.
La mayor maniobra de Osiel Cárdenas fue crear a Los Zetas, ex militares que formaban un nuevo departamento para manejar la seguridad del cártel, indicó la presidenta. Los Zetas se separaron del cártel en 2010 y se convirtieron en una organización criminal independiente.
Para explicar a los fiscales la estructura del mando del cártel, Cárdenas Vela utilizó un organigrama gigante como los del mundo empresarial, salvo por los espacios que correspondían a quienes están "arrestados" o "muertos".
Explicó que en su plaza tenía varios mánager encargados de cada rama de negocio –tráfico de marihuana y cocaína, “cobro de cuotas”, extorsión–. Cada división tenía su contador. Un contador adicional controlaba los cobros del "derecho de piso" que se aplica a cada cargamento de drogas que pasaba por su territorio. Otro contador supervisaba a todos.
Cárdenas testificó que cuando dirigía la plaza de Río Bravo pagaba aproximadamente un millón de dólares al mes para cubrir los ‘salarios’, renta, vehículos y sobornos para los funcionarios de todos los niveles del sistema de justicia, la prensa, miembros del Ejército y funcionarios estadounidenses corruptos. Tenía que reclutar, entrenar y equipar a sus propios pistoleros. Cuando resultaban muertos, continuaba pagando sus sueldos a sus familias.
Guadalupe Correa-Cabrera, presidenta del Departamento de Gobierno en la Universidad de Texas, en Brownsville, le atribuye a Osiel Cárdenas, el tío de Rafael Cárdenas, extraditado a los EE.UU. en 2007, el encabezar la evolución estructural del cártel. Añadió que el testimonio de su sobrino reveló las similitudes entre la organización narcotraficante de hoy y una corporación legítima con redes transnacionales e intereses diversificados.
La mayor maniobra de Osiel Cárdenas fue crear a Los Zetas, ex militares que formaban un nuevo departamento para manejar la seguridad del cártel, indicó la presidenta. Los Zetas se separaron del cártel en 2010 y se convirtieron en una organización criminal independiente.
comentarios