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La Asamblea General eleva el estatus de Palestina en la ONU
La Asamblea General de la ONU ha aprobado la resolución para otorgar a la Autonomía Palestina el estatus de Estado observador no miembro en el organismo internacional.
La iniciativa ha sido apoyada por 138 países, mientras que 9 votaron en contra y 41 se abstuvieron.
Dirigiéndose a la Asamblea General, el presidente palestino, Mahmud Abbas, dijo que el reconocimiento de Palestina era "la última oportunidad" para lograr la paz con Israel y pidió a las Naciones Unidas emitir un "certificado de nacimiento" para el Estado palestino.
El Gobierno israelí describió el discurso del líder palestino, que fue recibido con una gran ovación, como "difamatorio y venenoso”, y el embajador israelí ante la ONU, Ron Prosor, advirtió a la Asamblea General que "los palestinos están dando la espalda a la paz”.
También Susan Rice, embajadora estadounidense ante este organismo, afirmó que la votación de la ONU sobre la situación de los palestinos pone nuevos obstáculos en el camino de la paz.
Por su parte, el secretario general de la organización, Ban Ki-moon, ha instado a Palestina e Israel a que renueven su compromiso de negociar un acuerdo de paz.
La Autonomía Palestina presentó ante la ONU ese proyecto de resolución el lunes pasado, y expresó la “esperanza de que el Consejo de Seguridad considere de manera favorable" la candidatura de Palestina como miembro pleno de la organización internacional.
Al tener su estatus elevado, la Autonomía, hasta el momento representada en la ONU por la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), podrá formar parte de todos los organismos de Naciones Unidas, aunque sin derecho a voto.
La votación de hoy ha tenido lugar en la misma fecha en la que hace 65 años se aprobó la resolución sobre el plan de la creación de un Estado hebreo y otro árabe en la zona, un plan que jamás se implementó.
El origen de esta larga crisis se remonta al inicio del siglo XX, cuando la pertenencia de las tierras palestinas provocó numerosos choques entre los árabes y los judíos que llegaban a esta zona. Ambos pueblos la consideraban como su patria histórica.
En el año 1947 la ONU elaboró un plan que proponía dividir la región de Palestina en dos Estados: uno hebreo y otro árabe. Jerusalén se habría convertido entonces en una unidad administrativa independiente bajo control internacional. Al final, sólo Israel apareció en el mapa, mientras que no llegó a formarse un Estado palestino.
Esta iniciativa de las Naciones Unidas fue rechazada drásticamente por los países árabes e Irán. Como resultado, en los territorios palestinos estalló una guerra. Tras el conflicto bélico de 1948, el 40% de éstos pasó a Israel, el 60% a Egipto y Jordania Esto motivó que más de 300.000 palestinos se vieran obligados a marcharse.
En un afán por recuperar lo perdido, en 1964 se crea la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), de la cual saldría el futuro presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Yasir Arafat Pero la liberación palestina no llegó a hacerse realidad: en 1967 las tropas del país hebreo emprendieron una ofensiva, empezando de esta manera la Guerra de los Seis Días. Así, la mayoría de las tierras árabes de la zona resultaron ocupadas por Israel, aumentando su superficie en cinco veces, aunque después tuvo que ceder algunos de esos territorios.
Pese a las numerosas negociaciones que han tenido lugar desde los años 70, Israel siguió controlando militarmente parte del territorio palestino. La construcción de un muro, por parte del Gobierno del país hebreo en Cisjordania, solo echó más leña al fuego. A finales del siglo XX, el anhelado proceso de paz se paralizó y hasta la fecha no ha podido ser restablecido. No obstante, las autoridades palestinas no desisten en sus intentos de forjar un Estado propio.
“Como presidente de Palestina y presidente del comité ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina presento a su excelencia, secretario general de la ONU Ban Ki-moon, la solicitud de Palestina de su ingreso como futuro miembro de la ONU. Esta es una copia de la petición”.
Este mensaje de Mahmud Abbas a la comunidad internacional el año pasado dio nuevas esperanzas a la nación palestina. La petición logró el apoyo de la mayoría de los Estados miembros del organismo, entre ellos, los países latinoamericanos.
Sin embargo, la propuesta aplaudida por la mayoría en la Asamblea General, al final resultó vetada por EE.UU. en el Consejo de Seguridad. Y ahora un intento más. El estatus de Estado observador le permitiría dar el siguiente paso en el largo camino hacia su ansiada meta.
Dirigiéndose a la Asamblea General, el presidente palestino, Mahmud Abbas, dijo que el reconocimiento de Palestina era "la última oportunidad" para lograr la paz con Israel y pidió a las Naciones Unidas emitir un "certificado de nacimiento" para el Estado palestino.
El Gobierno israelí describió el discurso del líder palestino, que fue recibido con una gran ovación, como "difamatorio y venenoso”, y el embajador israelí ante la ONU, Ron Prosor, advirtió a la Asamblea General que "los palestinos están dando la espalda a la paz”.
También Susan Rice, embajadora estadounidense ante este organismo, afirmó que la votación de la ONU sobre la situación de los palestinos pone nuevos obstáculos en el camino de la paz.
Por su parte, el secretario general de la organización, Ban Ki-moon, ha instado a Palestina e Israel a que renueven su compromiso de negociar un acuerdo de paz.
La Autonomía Palestina presentó ante la ONU ese proyecto de resolución el lunes pasado, y expresó la “esperanza de que el Consejo de Seguridad considere de manera favorable" la candidatura de Palestina como miembro pleno de la organización internacional.
Al tener su estatus elevado, la Autonomía, hasta el momento representada en la ONU por la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), podrá formar parte de todos los organismos de Naciones Unidas, aunque sin derecho a voto.
La votación de hoy ha tenido lugar en la misma fecha en la que hace 65 años se aprobó la resolución sobre el plan de la creación de un Estado hebreo y otro árabe en la zona, un plan que jamás se implementó.
Lucha que inició hace décadas
El origen de esta larga crisis se remonta al inicio del siglo XX, cuando la pertenencia de las tierras palestinas provocó numerosos choques entre los árabes y los judíos que llegaban a esta zona. Ambos pueblos la consideraban como su patria histórica.
En el año 1947 la ONU elaboró un plan que proponía dividir la región de Palestina en dos Estados: uno hebreo y otro árabe. Jerusalén se habría convertido entonces en una unidad administrativa independiente bajo control internacional. Al final, sólo Israel apareció en el mapa, mientras que no llegó a formarse un Estado palestino.
Esta iniciativa de las Naciones Unidas fue rechazada drásticamente por los países árabes e Irán. Como resultado, en los territorios palestinos estalló una guerra. Tras el conflicto bélico de 1948, el 40% de éstos pasó a Israel, el 60% a Egipto y Jordania Esto motivó que más de 300.000 palestinos se vieran obligados a marcharse.
Primeros pasos
En un afán por recuperar lo perdido, en 1964 se crea la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), de la cual saldría el futuro presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Yasir Arafat Pero la liberación palestina no llegó a hacerse realidad: en 1967 las tropas del país hebreo emprendieron una ofensiva, empezando de esta manera la Guerra de los Seis Días. Así, la mayoría de las tierras árabes de la zona resultaron ocupadas por Israel, aumentando su superficie en cinco veces, aunque después tuvo que ceder algunos de esos territorios.
Pese a las numerosas negociaciones que han tenido lugar desde los años 70, Israel siguió controlando militarmente parte del territorio palestino. La construcción de un muro, por parte del Gobierno del país hebreo en Cisjordania, solo echó más leña al fuego. A finales del siglo XX, el anhelado proceso de paz se paralizó y hasta la fecha no ha podido ser restablecido. No obstante, las autoridades palestinas no desisten en sus intentos de forjar un Estado propio.
Nuevas esperanzas
“Como presidente de Palestina y presidente del comité ejecutivo de la Organización para la Liberación de Palestina presento a su excelencia, secretario general de la ONU Ban Ki-moon, la solicitud de Palestina de su ingreso como futuro miembro de la ONU. Esta es una copia de la petición”.
Este mensaje de Mahmud Abbas a la comunidad internacional el año pasado dio nuevas esperanzas a la nación palestina. La petición logró el apoyo de la mayoría de los Estados miembros del organismo, entre ellos, los países latinoamericanos.
Sin embargo, la propuesta aplaudida por la mayoría en la Asamblea General, al final resultó vetada por EE.UU. en el Consejo de Seguridad. Y ahora un intento más. El estatus de Estado observador le permitiría dar el siguiente paso en el largo camino hacia su ansiada meta.
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