Rusia celebra el Año Nuevo nueve veces
Los primeros en intentar que este refrán tenga un valor real han sido los guardafronteras de la isla Ratmánov (también conocida como la Diómedes Mayor), el punto más oriental de Rusia, ubicado entre dos mares: el mar de Bering y el mar de Chukotka. Allí no reside nadie, pero hay un punto de control fronterizo cuyos empleados brindaron sus copas simbólicamente justo al mediodía del 31 de diciembre (hora GMT).
Si el Oriente Lejano ruso fue el primero en celebrar el inicio del Año Nuevo, el puerto de Kaliningrado ubicado en las orillas del Mar Báltico, será el ultimo en hacerlo, a las 21:00 GMT del 31 de diciembre. Rusia recibirá la Nochevieja nueve veces, el número de husos horarios que tiene hoy en día. A pesar de los fríos que varían este lunes entre 34 grados Celsius bajo cero y 5 grados sobre cero, los eventos principales en la mayoría de las localidades tendrán lugar en las plazas y calles centrales, adonde la gente acudirá para disfrutar de los fuegos artificiales, conciertos, bailes y juegos.
Desde este punto de vista la atracción principal, tanto para los lugareños como para los turistas, será la Plaza Roja de Moscú. Da la posibilidad única de observar en vivo como el 'reloj principal' del país, el de la torre Spásskaia del Kremlin, da las campanadas para marcar la llegada del nuevo año. Mientras suena el reloj, los rusos tienen que pronunciar en voz baja un deseo y beber de golpe una copa de champán para que se cumpla. En caso de ser muy anhelado el deseo, el procedimiento se complica algo: hace falta escribir el deseo en un papel, quemar el papelito, arrojar la ceniza en la copa de champán y beberla de golpe: todo esto en los escasos segundos que duran las campanadas.
Otra tradición de la fiesta es ver todos los años la misma película que se transmite por todos los canales de television, con apenas unas horas de diferencia. 'La ironía del destino, o goce de su sauna', filmada en 1975, cuenta la historia de unos amigos que se emborrachan en Nochevieja en una sauna de San Petersburgo. Por error, uno de ellos parte en un estado más que lamentable para Moscú. Al llegar allí, no se da cuenta de que está en otra ciudad y dice al taxista la dirección de su casa en Petersburgo. El conductor encuentra en Moscú una calle con el mismo nombre y el mismo número de la casa. El desdichado irrumpe en un piso ajeno. Y empieza una historia de amor con la dueña del apartamento, llena de confusiones y aventuras.
Los rusos deben celebrar la llegada del Año Nuevo con un vestido y zapatos nuevos, como símbolo del inicio de una nueva etapa vital. Su color debe corresponder con el símbolo del año 'chino' que llega: negro, azul oscuro o verde para 2013, año de la serpiente acuática negra.
Pero lo curioso es que la noche del 31 de diciembre al 1 de enero no es la única fecha para lucir los vestidos de gala. El 14 de enero Rusia celebrará el denominado 'Viejo Año Nuevo'. La causa es muy simple: el 1 de enero del calendario juliano corresponde a la noche del 13 al 14 de enero del calendario gregoriano internacional. Rusia vivió según el antiguo calendario juliano hasta 1918. La Revolución bolchevique introdujo el ateísmo y con este, el sistema cronológico gregoriano, con lo cual el paso al año nuevo empezó a celebrarse 13 antes del día al que estaba acostumbrado todo el mundo. Para mucha gente hoy en día es un pretexto para continuar con las celebraciones. El hecho de que la iglesia rusa siga viviendo en conformidad con el antiguo calendario juliano que tiene un retraso de 13 días respecto al gregoriano tiene como consecuencia también que Rusia celebre la Navidad después de la Nochevieja, concretamente el 7 de enero.
La Nochevieja en Rusia es la fiesta más celebrada de todo el año. Es la fecha en la que se entregan los regalos (y no en la Nochebuena, ya que para una gran parte de los rusos la Navidad es solo una fiesta religiosa). Sus símbolos principales son el abeto, el mago navideño llamado Ded Moroz (literalmente, Abuelo del Frío) con una larguísima barba blanca y vestido con una pelliza blanca o azul y su nieta Snegúrocka (literalmente, Doncella de la Nieve). Las vacaciones navideñas son temporada alta para los artistas de teatro, ya que se visten de estos dos personajes y van por las casas por encargo de los padres entregando regalos a los niños a cambio de una canción o unos versos.