Funcionarios italianos recibieron prostitutas a cambio de contratos del G8
Funcionarios italianos, responsables de organizar la 'Cumbre del G-8', en L'Aquila en 2009, tuvieron la oportunidad de contar con los servicios de prostitutas a cambio de lucrativos contratos de construcción. En este acto de corrupción participaron 350 chicas, dijeron este jueves los encargados de la investigación, informa en su portal el periódico británico The Times.
Este caso sobre los 'servicios sexuales a cambio de favores', será un nuevo golpe al gobierno de centro-derecha de Silvio Berlusconi. Los investigadores informaron que escucharon las conversaciones telefónicas y revelaron otras pruebas que muestran la participación de las mujeres en este caso de corrupción, en la que se incluyen a rusas, ucranianas, venezolanas, brasileñas, cubanas e italianas, y quienes recibieron unos 700 euros por citas en fiestas privadas y en apartamentos, por toda Italia con los funcionarios. En algunos casos ellas recibieron premios de hasta 5.000 euros.
En primer momento, el primer ministro Silvio Berlusconi, planeaba realizar la Cumbre en la isla Cerdeña, donde con este motivo se construyó un complejo valorado en unos 600 millones de euros. Sin embargo, Berlusconi cambió de opinión e invitó a los líderes mundiales, a la ciudad de L'Aquila, en la provincia de Abruzos, la cual fue afectada por un terremoto. Esto aumentó los gastos en 327 millones de euros.
La preparación del evento fue encargada por Berlusconi a Guido Bertolazo, jefe de la Agencia de la Defensa Civil. En febrero el Servicio de Inteligencia comenzó a investigar Bertolazo, escucharon las conversaciones telefónicas y revelaron que él, recibía servicios de masajes sexuales en uno de los centros médico-deportivo de Roma. Bertolazo niega las acusaciones, afirmando que solamente asistía a las sesiones fisioterapéuticas, para tratar el dolor de la espalda.
Entre los empresarios, que encargaban las prostitutas para los funcionarios se encuentran el constructor Diego Anemone, de Roma quien se encuentra ya en prisión por casos de corrupción, también en la cárcel se encuentran el ex ministro de Obras Públicas, Angelo Balducci y otros dos funcionarios, todos ellos niegan los cargos, que por cierto aún no han sido designados.
La semana pasada fue despedido el cantante del coro de Vaticano, el nigeriano Thomas Chinedu Ehime de 44 años. Los agentes de Inteligencia escucharon sus conversaciones telefónicas y revelaron que Chinedu organizaba citas a Balducci con hombres que prestan servicios sexuales.