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El presidente checo, contra la manía de la UE de regular hasta "la curvatura de la banana"
El presidente checo, Milos Zeman, ha criticado duramente las regulaciones de la Unión Europea, que tacha de "absurdas" y se pronunció en contra de la ayuda financiera a Chipre y Grecia, informa la agencia checa de noticias CTK.
En una entrevista concedida al semanario local 'Profil' durante su visita oficial a Austria esta semana, el presidente Zeman dijo que los funcionarios europeos en Bruselas no deberían dedicar su tiempo a desarrollar regulaciones que —asegura— son “completamente absurdas”.
Así, por ejemplo, se mostró en contra de que se preste más atención a cómo deberían ser las bombillas, a los ciudadanos fumadores, a los cigarrillos con sabor, a la curvatura permisible de bananas y pepinos, y hasta a qué porcentaje de azúcar deben contener los licores.
"Antes mi bebida favorita era 'becherovka' [licor checo de 32 hierbas y raíces con un sabor ligeramente amargo], hasta que la Unión Europea fijó un estándar para los licores de azúcar. Desde entonces, ya sólo bebo slivovitz [aguardiente de ciruelo]", confesó Zeman en la entrevista que será publicada este lunes por el diario austríaco.
Algunos expertos consideran que varios estándares promovidos por la Comisión Europea son innecesarios mientras existan otros campos más importantes como la regulación de los productos químicos y la energía nuclear.
A finales de enero la Agencia Europea de Medioambiente llamó la atención, entre otras cosas, sobre la falta de un control adecuado sobre alimentos genéticamente modificados o el desarrollo de productos fabricados por medio de nanotecnología.
Así, por ejemplo, se mostró en contra de que se preste más atención a cómo deberían ser las bombillas, a los ciudadanos fumadores, a los cigarrillos con sabor, a la curvatura permisible de bananas y pepinos, y hasta a qué porcentaje de azúcar deben contener los licores.
"Antes mi bebida favorita era 'becherovka' [licor checo de 32 hierbas y raíces con un sabor ligeramente amargo], hasta que la Unión Europea fijó un estándar para los licores de azúcar. Desde entonces, ya sólo bebo slivovitz [aguardiente de ciruelo]", confesó Zeman en la entrevista que será publicada este lunes por el diario austríaco.
Algunos expertos consideran que varios estándares promovidos por la Comisión Europea son innecesarios mientras existan otros campos más importantes como la regulación de los productos químicos y la energía nuclear.
A finales de enero la Agencia Europea de Medioambiente llamó la atención, entre otras cosas, sobre la falta de un control adecuado sobre alimentos genéticamente modificados o el desarrollo de productos fabricados por medio de nanotecnología.
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