La Reina Sofía visita Kenia para supervisar proyectos humanitarios
La Reina de España doña Sofía se ecuentra de viaje oficial en la capital de Kenia, Nairobi donde participa en la Cumbre Regional del Microcrédito para África y Oriente medio. Allí ha podido conocer en primera persona, el trabajo que la ONG Jamii Bora (Buenas Familias) lleva a cabo con los masai, cerca de Nairobi.
La monarca reconocío ante los medios que "No he visto nada así en la vida, el esfuerzo de todas estas personas es impresionante".
El proyecto que se ubica en un terreno de unas 100 hectáreas a unos 50 kilómetros de la capital keniata, fue adquirido hace 10 años por la arquitecta sueca Ingrid Munro, fundadora de la Organización.
La visita oficial de la Reina Sofía a la que acompañaban la vicepresidenta de Gambia, Isatu Njie Saidy; el creador de los microcréditos, Mohamed Yunus; el ex mandatario peruano Alejandro Toledo y la secretaria del Estado español para Cooperación Internacional, Soraya Rodríguez.
La comitiva fue recibida por el líder masai y su pueblo cuyas mujeres ofrecieron un baile tribal ataviadas con las ropas y complementos tradicionales. Después las autoridades recorrieron las calles de Kaputei Town, ciudad formada por hileras de casas con los clásicos tejados a dos aguas y cuyos materiales están elaborados por los propios miembros de la comunidad.
Dicha ciudad está habitada por 500 realojados procedentes de los suburbios de Nairobi. Estos obtienen un salario de unos 100 dólares. Esta experiencia también se está desarrollando con gran éxito en Kaputei donde cerca de 700 personas viven ya en lo que fueron las primeras 120 casas habitadas. El sistema consiste en que cada familia paga unos 40 dólares al mes a modo de microhipoteca a 20 años.
Las viviendas son totalmente ecológicas, reciben la electricidad a gracias a paneles solares colocados sobre los tejados. Disponen de 2 habitaciones, cocina y baño. Todo en 50 metros cuadrados de las más sencillas hasta las de 4 dormitorios.
Durante el recorrido por la población, su Majestad no pufo frenar la curiosidad y se adentró en un pequeño comercio, donde su interés se reflejó en la cantidad de productos fresco que allí se despachaban.