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Los nuevos riesgos de cada día

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Los nuevos riesgos de cada día

Es un hecho casi mediático de que los tiempos en que vivimos son en realidad “los últimos”. Poco importa si lo han dicho gurús espirituales, supuestos conspiranoicos, adivinos, etc. Lo cierto es que todo lo que se está viviendo en estos momentos en el planeta parece tener que ver en realidad… con “los últimos tiempos”, o al menos podemos darnos cuenta de que estamos a las puertas de una profunda transformación, tanto social como natural en las personas y aun en las cosas. Analicemos una pequeña muestra de lo que aquí planteo y preguntémonos por nuestra salud actual: ¿Se encuentran ustedes dentro de las miles y miles de personas de todo el mundo que se han quejado de extrañas dolencias fisiológicas, musculares e incluso sicológicas, las cuales tienen su pico de intensidad más alto por las mañanas, cuando despiertan?

 
¿Por qué me siento tan mal?

Esta es la pregunta que mucha gente -me incluyo en la lista- se ha hecho durante los últimos cinco meses. Muchas de estas personas aseguran que llevan una vida completamente sana, algunas con muy pocos vicios o simplemente sin ellos y otras con mucha actividad física. Entonces, ¿Por qué tanta gente de pronto se siente mal y alega que no logra descansar por las noches? y… ¿Por qué todos a la vez? Mientras nos preguntamos qué demonios pasa, algunos de los síntomas que nos están enloqueciendo son problemas estomacales, insomnio, extraño aumento de rigidez y dolor muscular, problemas de la visión, falta de concentración, desorientación, pérdida de coordinación motriz, intenso escozor en la piel, mareos, irritabilidad, acufenos, pérdida de la libido, fotosensibilidad, pérdida de la memoria de corto plazo, baja presión arterial, falta de apetito y un extraño y prolongado cansancio, sin importar todo lo que hayan reposado.

La ciencia médica aun no es capaz de entregarnos una respuesta concreta para explicar estas anomalías fisiológicas y mucho menos de proporcionar un tratamiento específico. Ciertos facultativos a quienes he consultado al respecto, opinan que esto se debe al descenso de la presión sanguínea debido a los cambios bruscos en la temperatura del medio ambiente, aunque también podría tratarse de un problema vinculado al masivo consumo de antihistamínicos debido a las alergias que llegan con la primavera, o anomalías gástricas relacionados a la intoxicación alimentaria. Puede ser. Sin embargo esto no explica los dolores musculares, ni el cansancio extremo, ni mucho menos la pérdida de la libido. Lo cierto es que las dolencias descritas más arriba se han incrementado sin que haya un motivo justificado para contraer tantos y tan variados síntomas de una vez, y sin que aun tengamos alguna explicación racional sobre lo que está sucediendo. Pero… ¿y si fuera un problema relacionado con los campos eléctricos? ¿Y si fueran las tormentas solares que alteran nuestra vida diaria, aumentando el poder nocivo de esas fuentes de radiación a nuestro alrededor?

 
¿Actividad solar o tecnologitis?

La ciencia que creemos es la correcta y que aceptamos sin cuestionamientos nos advierte que el presente año 2013, podría producirse un verdadero Armagedón mundial si los gobiernos no comienzan a plantear algún tipo de solución para las contrarrestar las tormentas solares. Hablan de un incremento en los accidentes aéreos y de tráfico, grandes cortes de luz; de sucesos que afectarían el normal suministro de muchos servicios, tales como el agua potable, además de cientos e incontrolables incendios por doquier. Sin embargo esta misma autoridad mundial nada dice, o tal vez no le importan las negativas consecuencias fisiológicas que sufren sus ciudadanos, ni de cómo el geomagnetismo incide en nuestros aparatos eléctricos debido a los vientos solares extremos registrados desde principios de año hasta hoy.

El pasado 14 de mayo de 2013 se registró la tormenta solar más grande hasta la fecha, la cual afectó el campo magnético de la tierra, malogró las comunicaciones globales e incidió en el tiempo atmosférico de muchos países, lo que podría explicar los extraños tornados y huracanes en diferentes lugares del planeta; extrañas luces de colores en el cielo, y es probable que el electromagnetismo causado en la atmósfera del planeta por el viento solar, pueda ser el responsable de las diferentes dolencias y síntomas aquí descritos. Y es cierto. Las temperaturas han oscilado bastante el último mes por todo el planeta, lo que provoca también el cambio en el estado anímico en las personas. Así, gente muy activa y jovial ha experimentado un notable descenso en su energía física. Tampoco se conoce exactamente hasta qué punto puede estar afectando al desplazamiento y migración de muchas especies animales como por ejemplo las ballenas, delfines, tortugas, aves, etc.


    

     

 

¿Deberíamos preocuparnos por el anuncio de los sectores científicos que han predicho que el actual año 2013, será testigo de la mayor actividad solar de la historia? La NASA afirma que el sol está furioso y que el incremento en su actividad traerá mayor actividad magnética, más manchas y erupciones solares. Al mismo tiempo, un estudio aparecido en el portal web de la National Geographic, afirma que el sol se encuentra en un período de baja actividad solar, lo que contradice por completo la aseveración de la NASA. ¿Cómo nos ayudan este tipo de afirmaciones? Lo que oficialmente se sabe hasta el momento, es que ningún país está hablando de tomar medidas serias de mitigación ante tal evento, y mucho menos mencionan los problemas de salud que puedan derivarse de esta gran actividad solar en la población… ¿Por qué no lo hacen?  Tal vez, ya posean otra tecnología que no se vea afectada por el incremento de la radiación magnética provocada por el sol… en este sentido hay mucha evidencia circunstancial sacada a la luz por escritores e investigadores de los proyectos del ejército y la CIA estadounidense tales como el “Montauk”, Iron Mountain, MK Ultra y el conocido HAARP, que se valen justamente de las señales y ondas de radio en distintas frecuencias para alterar el clima e incluso para cambiar el comportamiento de las personas. Dejo en sus manos profundizar más en estos temas que están estrechamente relacionados con lo que aquí se plantea.

Lo que sí sabemos es que la intensa actividad solar afecta a todo aparato electrónico que usa electricidad y sabemos que esta misma electricidad, si no es comprendida, dirigida y utilizada teniendo al menos conocimientos básicos de sus peligros, podrían ocasionarnos serios problemas físicos y neurológicos. Es casi seguro que no podemos prescindir de ningún aparato eléctrico en nuestras vidas. Sin embargo podemos tomar ciertas precauciones para mitigar sus efectos en nuestro organismo. Desgraciadamente no se habla de lo nocivo que puede resultar para nuestra salud todos aquellos aparatos eléctricos que usamos a diario, así como de las diversas fuentes de ondas electromagnéticas que nos afectan silenciosamente día tras día. Primeros comprendamos qué es el espectro electromagnético para que vislumbremos el potencial peligro de algo que no entendemos completamente.

 
                        

Primero debemos reconocer dónde se encuentran y cuáles son las fuentes de actividad electromagnética existentes, que puedan estar cercanas a nosotros y en la medida de lo posible, ¡evitarlas! La primera fuente de peligro la constituyen los campos eléctricos. Entendamos que cualquier aparato eléctrico genera una cierta cantidad de voltaje. Dependiendo de su frecuencia pueden alterar en mayor o menor grado la capacidad que nuestras neuronas tienen para comunicarse entre sí. Una de las fuentes de energía voltaica que representa mayor riesgo para la población es la cercanía de sus hogares con las antenas de telefonía celular y con las líneas del tendido eléctrico de alto voltaje. No olvidemos además que los cables que transportan la corriente pierden un 30% de electricidad. Eso se traduce en pulsaciones contantes que salen despedidas en todas direcciones exponiendo a todo aquel que se encuentre cercano a la fuente. Es muy probable que este sea una consecuencia del por qué las personas que viven cerca de torres de alta tensión protagonicen mayor número de casos de suicidio.

La segunda fuente de riesgo proviene de los campos magnéticos expuestos, que son normalmente ocasionados por desperfectos en el cableado eléctrico de diversos artefactos que usamos en nuestro diario vivir. Por ejemplo, los despertadores, cables del refrigerador, hornos microondas, ventiladores de ambiente, etc. Por supuesto la solución pasa por repararlos cuanto antes y “alejarlos” lo más posible de nosotros. Si piensas que esto no representa mayor peligro para la salud, tal vez debas saber que la Agencia de Protección Medioambiental estadounidense (EPA), por sus siglas en inglés, cataloga a los campos magnéticos como cancerígenos. Por último, nunca debemos dormir con el teléfono móvil bajo la almohada o cercano a nuestro cuerpo, ni tampoco con sus respectivos cargadores.
 

                                                           
 



No está demás que evitemos las tuberías metálicas desgastadas tras años de uso puesto que también almacenan corriente. Y hablando del particular, uno de los problemas más molestos a que nos enfrentamos a diario es la famosa electricidad estática. Esta se genera gracias a cargas eléctricas opuestas entre dos objetos y en especial en lugares donde hay poca humedad, en combinación con materiales que conservan los electrones. La manera de eliminarla del cuerpo depende de seguir unas simples reglas.

Por otro lado, en el actual y tecnológico mundo en que vivimos, nos hemos prácticamente convertidos en esclavos de los aparatos electrónicos que se supone, hacen la vida más sencilla: teléfonos celulares, despertadores, pantallas de computadora, lavadoras de ropa, tablets, dispositivos bluetooth, cámaras digitales, hornos microondas, televisores inteligentes y de 3D, etc.; deberíamos ser capaces de alejarnos lo más posible de todos estas fuentes de campos eléctricos si queremos minimizar los síntomas, o al menos, limitar su uso. En este sentido es importante volver a denunciar el aumento de las enfermedades neurológicas como la Esclerosis Múltiple; las mayores probabilidades de contraer cáncer debido a las ondas de radiofrecuencia extremadamente baja, que son usadas por la milicia de varios países, y el peligro que representan la masiva proliferación de antenas de telefonía celular.


                                                 



Combatamos el miedo

Si comparan las diferentes noticias, alertas, afirmaciones y entidades científicas involucradas, no pueden dejar pasar por alto que cada cual informa lo que cree que es correcto con respecto a la actividad solar. ¿Se incrementa o disminuye? A sabiendas o no y sin duda alguna, los medios definitivamente contribuyen a creer un clima de preocupación y de miedo, puesto que hablan de inminentes y catastróficas tormentas solares pero… ¡un momento! Actividad solar ha habido toda la vida. Ya se han registrado en el pasado aumentos y descensos en las temperaturas gracias al sol. ¿Es necesario entonces, preocuparnos por lo que pueda pasar?

Insisto. No es un misterio que las personas de medio mundo estén hablando de “electrosensibilidad”, “síndrome de las microondas” y/o “contaminación electromagnética”. Los síntomas de más arriba son en su mayoría descritos por personas que están más expuestas a campos electromagnéticos, tales como centrales eléctricas, canales de televisión, radioemisoras o incluso aparatos eléctricos defectuosos al interior de sus propias casas. Aunque lo paradójico es que los síntomas tienden a desaparecer, al menos en apariencia, cuando nos alejamos de estos campos eléctricos. Por desgracia, las radiaciones emanadas de las fuentes ya descritas afectan aún más a las personas que padecen de un sistema inmunológico debilitado. No obstante, podemos corroborar la mayor o menor exposición de nuestro organismo a fuentes de electricidad con la ayuda de un osciloscopio, instrumento que nos puede ayudar a prevenir la radiación eléctrica y/o electromagnética, al mismo tiempo que nos posibilita detectar fuentes cercanas de radiación.

Pero aunque los mismos distribuidores de telefonía inalámbrica e Internet y las compañías de electricidad nos compelen a tomar precauciones con respecto a las ondas electromagnéticas, paradójicamente aparece solo hace 2 días atrás la siguiente noticia: “La interfaz Wisee permitirá el control de todos los dispositivos caseros usando solo la gestualidad humana”. Una tecnología anterior y en cierta forma parecida a ésta era la “domótica”, la que se basaba en señales infrarrojas. El sistema Wisee utilizará la señal de la red inalámbrica generada por el router que tenemos en casa para controlar a voluntad los diversos artefactos caseros. No se trata de hacer una campaña en contra de la tecnología, ni mucho menos de no volver a utilizar más los aparatos eléctricos. Muy por el contrario. Debemos prevenir al máximo las consecuencias tan nocivas que conlleva el uso de todos estos utensilios, pero ¿Qué más podemos hacer si nuestras autoridades no hacen nada al respecto? Si a diario nuestro organismo debe soportar que las ondas electromagnéticas generadas por las transmisiones de radio, televisión, banda civil, telefonía celular y pulsos eléctricos en diferentes intensidades de rango, etc.,  atraviesen una y otra vez nuestro cuerpo… ¿no deberíamos conversar con nuestros legisladores para que ejerzan una mayor fiscalización tanto a las empresas fabricantes como a las autoridades reguladoras, y al mismo tiempo exigir que en las escuelas, institutos y universidades exista una mayor educación sobre el tema?

Aun no se ha dicho ni la primera palabra sobre todo este problema. Las autoridades brillan por su ausencia y las empresas de telecomunicaciones, de electricidad y la investigación, uso y aplicación militar del espectro electromagnético no tienen escrúpulos de sus consecuencias… Como todos los anteriores no están a nuestro servicio ni mucho menos consientes en resguardar nuestra salud, nuevamente debemos ser nosotros los que procuremos alguna solución… cualquiera que sea. Si tienen una teoría o remedio para contrarrestar este poco alentador presente en la vida de millones de personas, no duden un segundo en compartirlo aquí en éste, vuestro espacio, o en cualquier otro, no importa. Puede que ese mínimo detalle cambie los nefastos síntomas de las personas, e incluso tal vez, puedan salvar la vida de alguien más.-

La señal Wi-Fi del router que tengamos en casa, servirá de enlace para que nuestros gestos puedan controlar a distancia los dispositivos electrónicos distribuidos por las habitaciones. ¿Es posible que esta nueva tecnología tenga consecuencias neurológicas en nuestro organismo? Clic para ir a la información.

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