Publican la lista de los 3.000 británicos más odiados por Hitler
Los historiadores británicos han estudiado dos copias conservadas de aquella lista y para el 75.º aniversario del comienzo de la Batalla de Inglaterra han podido identificar cada uno de los apellidos mencionados. Revelan que los grupos más amplios entre los enemigos prioritarios del III Reich estaban integrados por espías retirados y periodistas que se habían mostrado críticos con Berlín y se dedicaban a desenmascarar sus mentiras y crímenes.
Los dirigentes nazis buscaban deshacerse asimismo de figuras prominentes de la literatura inglesa, como el autor de la 'Guerra de los mundos', Herbert George Wells, y la novelista Virginia Woolf, muy conocida ya entonces, destaca el periódico 'Daily Mail'. Esta última se vio en la lista de la muerte junto con su esposo, el politólogo de origen judío Leonard Woolf, por el simple hecho de haberse casado con un judío y por haber hecho aparecer muchos personajes judíos en sus obras.
La literatura también habría sufrido una gran pérdida si la Gestapo hubiera capturado a Conrad O'Brien-ffrench, un agente de la inteligencia británica que era amigo íntimo de Ian Fleming y en el que el escritor se inspiró para crear al agente 007. Su actividad fue efectivamente inamistosa respecto a Hitler: fue uno de los primeros en informar sobre los planes de anexión de Austria por parte de Berlín, una advertencia que permitió a muchos judíos escapar del país mientras todavía estaba libre del nazismo.
Entre otras personalidades de la cultura, el actor Noel Coward se vio en la lista debido a su trabajo en una oficina de propaganda que emitía desde París antes de que la ciudad fuera ocupada por los nazis. También le atribuían intentos de persuadir a las autoridades de Estados Unidos para que declararan la guerra a Alemania.
Si la invasión de Gran Bretaña hubiera tenido éxito, Baden Powell, fundador del movimiento Scout, habría sido arrestado por activismo político igual que el primer ministro Winston Churchill y el vicepresidente de su gabinete, Clement Attlee, todos ellos igualmente enemigos para el Estado nazi.