Ciencias
¿De dónde provienen los valles marcianos?
Las redes ramificadas de valles en la superficie marciana dejan pocas dudas de que alguna vez hubo agua en el planeta rojo. Sin embargo, su procedencia es objeto de debate entre los científicos. Un nuevo estudio parece arrojar luz sobre su origen.
Los científicos de la Universidad de Brown (EE.UU.) consideran que los valles marcianos podrían ser el resultado de un efecto orográfico en Marte y provenir de la nieve derretida.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores empezaron realizando un estudio en Hawái, que representa un ejemplo excelente de cómo afectan las precipitaciones al terreno.
Allí los vientos tropicales húmedos del este son empujados hacia las montañas, pero carecen de suficiente energía cinética como para llegar a la cima de la montaña, y se deshacen de su humedad, en el lado oriental de la isla, algo que no se observa en absoluto en el lado occidental, que se encuentra en la 'sombra de lluvia' causada por el pico de la montaña.
Según una de los autores del estudio, Kat Scanlon, algo similar podría haber tenido lugar en el Marte primitivo.
El siguiente paso fue determinar la dirección de los vientos predominantes en cada lugar de Marte. Para ello, los científicos utilizaron un modelo de circulación general de nuevo desarrollo (GCM), que simula el movimiento del aire.
Después, empleando un modelo de precipitación orográfica y teniendo en cuenta estos vientos dominantes ya analizados, establecieron que las precipitaciones eran más densas en la parte alta de los valles.
Los investigadores señalan que la mayoría de las precipitaciones caían en forma de nieve, que podría haberse derretido por episodios de calentamiento para formar las redes de valles, aunque una parte de estas precipitaciones podrían haber sido en forma de lluvia.
Según los científicos, los resultados de su estudio, que fue publicado en la revista 'Geophysical Research Letters', podrían arrojar nueva luz sobre el clima y la atmósfera primitiva de Marte.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores empezaron realizando un estudio en Hawái, que representa un ejemplo excelente de cómo afectan las precipitaciones al terreno.
Allí los vientos tropicales húmedos del este son empujados hacia las montañas, pero carecen de suficiente energía cinética como para llegar a la cima de la montaña, y se deshacen de su humedad, en el lado oriental de la isla, algo que no se observa en absoluto en el lado occidental, que se encuentra en la 'sombra de lluvia' causada por el pico de la montaña.
Según una de los autores del estudio, Kat Scanlon, algo similar podría haber tenido lugar en el Marte primitivo.
El siguiente paso fue determinar la dirección de los vientos predominantes en cada lugar de Marte. Para ello, los científicos utilizaron un modelo de circulación general de nuevo desarrollo (GCM), que simula el movimiento del aire.
Después, empleando un modelo de precipitación orográfica y teniendo en cuenta estos vientos dominantes ya analizados, establecieron que las precipitaciones eran más densas en la parte alta de los valles.
Los investigadores señalan que la mayoría de las precipitaciones caían en forma de nieve, que podría haberse derretido por episodios de calentamiento para formar las redes de valles, aunque una parte de estas precipitaciones podrían haber sido en forma de lluvia.
Según los científicos, los resultados de su estudio, que fue publicado en la revista 'Geophysical Research Letters', podrían arrojar nueva luz sobre el clima y la atmósfera primitiva de Marte.
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