Ciencias
Hallan un antiguo flujo de magma debajo de América del Norte
Un equipo de geólogos chino-americano encontró los rastros del foco de una antigua actividad volcánica antes desconocida debajo de América del Norte.
Al analizar la propagación de las ondas sísmicas durante un terremoto registrado en el continente norteamericano en 2011, los investigadores construyeron un modelo tridimensional del subsuelo de la Tierra por debajo de EE.UU. y Canadá y llegaron a la conclusión de que a una profundidad de unos 200 kilómetros de la superficie se encontraba una zona de litosfera que registraba temperaturas muy altas por la presencia de magma, informa el articulo publicado en la revista 'Nature'.
El análisis también permitió determinar que el centro de la actividad volcánica se había estado moviendo lentamente durante los últimos 150 millones de años, de oeste a este a través del continente.
En su investigación los especialistas del Instituto de Geodesia y Geofísica de la Academia China de Ciencias, de la Universidad de Ciencia y Tecnología de China en Hefei y del Instituto de Tecnología de California, utilizaron los datos de las estaciones sísmicas que registraron un terremoto en Virginia, el 23 de agosto de 2011. Una comparación de los datos obtenidos desde varias ubicaciones permitió a los investigadores determinar que en distintas direcciones las ondas sísmicas pasaron de diferente manera, lo que señala la presencia de cierta heterogeneidad en el manto superior del planeta en esta zona.
Los geofísicos han llegado a la conclusión de que en el manto terrestre hay una acumulación de magma caliente, que finalmente fue desplazada con respecto al continente norteamericano. La superposición de la deriva continental en el movimiento del manto ha llevado a que la zona caliente, que hace unos 100 millones de años se encontraba debajo del estado de Dakota del Sur (es decir, el centro del continente), con el tiempo se moviera hacia el este, llegando a la parte norte de Virginia. La trayectoria final del "depósito" de magma se convirtió en una lenta deriva hacia el noreste que lo llevó a situarse debajo del fondo del océano Atlántico.
Los geólogos que han descubierto la zona subterránea caliente consideran que su hallazgo está relacionado con la antigua kimberlita, un tipo de roca ígnea, que se formó en algunos estados de EE.UU. por la solidificación del magma en tubos volcánicos hace unos 75 millones de años. La presencia de la kimberlita ha permitido a los científicos hablar de la actividad volcánica que tuvo lugar en la región en el pasado.
El análisis también permitió determinar que el centro de la actividad volcánica se había estado moviendo lentamente durante los últimos 150 millones de años, de oeste a este a través del continente.
En su investigación los especialistas del Instituto de Geodesia y Geofísica de la Academia China de Ciencias, de la Universidad de Ciencia y Tecnología de China en Hefei y del Instituto de Tecnología de California, utilizaron los datos de las estaciones sísmicas que registraron un terremoto en Virginia, el 23 de agosto de 2011. Una comparación de los datos obtenidos desde varias ubicaciones permitió a los investigadores determinar que en distintas direcciones las ondas sísmicas pasaron de diferente manera, lo que señala la presencia de cierta heterogeneidad en el manto superior del planeta en esta zona.
Los geofísicos han llegado a la conclusión de que en el manto terrestre hay una acumulación de magma caliente, que finalmente fue desplazada con respecto al continente norteamericano. La superposición de la deriva continental en el movimiento del manto ha llevado a que la zona caliente, que hace unos 100 millones de años se encontraba debajo del estado de Dakota del Sur (es decir, el centro del continente), con el tiempo se moviera hacia el este, llegando a la parte norte de Virginia. La trayectoria final del "depósito" de magma se convirtió en una lenta deriva hacia el noreste que lo llevó a situarse debajo del fondo del océano Atlántico.
Los geólogos que han descubierto la zona subterránea caliente consideran que su hallazgo está relacionado con la antigua kimberlita, un tipo de roca ígnea, que se formó en algunos estados de EE.UU. por la solidificación del magma en tubos volcánicos hace unos 75 millones de años. La presencia de la kimberlita ha permitido a los científicos hablar de la actividad volcánica que tuvo lugar en la región en el pasado.
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