Ciencias
'Planetas en cáscara': ¿Nuestras futuras casas en el Universo?
Cuando llegue el tiempo de poblar otros planetas, podría ser problemático hallar una 'copia' de la Tierra. Envolver un planeta o luna en una 'cáscara' y crear debajo las condiciones terrestres podría ser una solución.
El traslado a otros planetas no es un asunto muy importante para la humanidad ahora, pero es bastante probable que en un futuro lejano la sobrepoblación de la Tierra o alguna amenaza natural pueda hacer que la humanidad se mueva a otras partes del espacio. Para acomodarse en una 'nueva Tierra' los humanos podrían necesitar modificar sus condiciones.
El proceso se llama terraformación. El término oficial es atribuido al escritor Jack Williamson, quien lo usó en el cuento 'Órbita de colisión' ('Collision orbit') en el año 1942, aunque la idea había sido expresada antes en las obras de otros escritores. El ingeniero Ken Roy propuso su propia versión de la terraformación en el Congreso Starship en Dallas, Texas, que tuvo lugar la semana pasada. El congreso es patrocinado por Icarus Interstellar, una organización internacional dedicada exclusivamente al desarrollo de nuevas tecnologías para viajes espaciales.
La propuesta de Roy consiste en cubrir los planetas con placas protectoras de kevlar (fibra extremadamente resistente al calor, corrosión y ruptura), y crear debajo de ellas una atmósfera artificial. La temperatura y otras condiciones ambientales serían muy estables porque no dependerían de la órbita del planeta.
La cáscara también protegería de la radiación cósmica y además permitiría opciones que son imposibles en la Tierra: por ejemplo, los edificios podrían construirse en la 'cáscara', y descender desde ella en vez de ascender desde la superficie. La instalación de la 'cáscara' no permitiría cambiar la gravedad de un planeta pero, cree Roy, una gravedad menor que la terrestre puede aprovecharse de alguna manera; por ejemplo, se pueden desarrollar medios de transporte aéreos más económicos.
El proceso se llama terraformación. El término oficial es atribuido al escritor Jack Williamson, quien lo usó en el cuento 'Órbita de colisión' ('Collision orbit') en el año 1942, aunque la idea había sido expresada antes en las obras de otros escritores. El ingeniero Ken Roy propuso su propia versión de la terraformación en el Congreso Starship en Dallas, Texas, que tuvo lugar la semana pasada. El congreso es patrocinado por Icarus Interstellar, una organización internacional dedicada exclusivamente al desarrollo de nuevas tecnologías para viajes espaciales.
La propuesta de Roy consiste en cubrir los planetas con placas protectoras de kevlar (fibra extremadamente resistente al calor, corrosión y ruptura), y crear debajo de ellas una atmósfera artificial. La temperatura y otras condiciones ambientales serían muy estables porque no dependerían de la órbita del planeta.
La cáscara también protegería de la radiación cósmica y además permitiría opciones que son imposibles en la Tierra: por ejemplo, los edificios podrían construirse en la 'cáscara', y descender desde ella en vez de ascender desde la superficie. La instalación de la 'cáscara' no permitiría cambiar la gravedad de un planeta pero, cree Roy, una gravedad menor que la terrestre puede aprovecharse de alguna manera; por ejemplo, se pueden desarrollar medios de transporte aéreos más económicos.
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