Amor de los cisnes rompe las reglas de la naturaleza
En la naturaleza salvaje el aumento de familia habitualmente es responsabilidad de la hembra. Pero en uno de los parques nacionales de Sochi, un cisne ha roto esta noción. El amor y la fidelidad se han saltado algunas costumbres de la naturaleza.
Los cisnes, a menudo son nombrados como símbolos de fidelidad y amor eterno. Una historia que así lo confirma ocurrió al sur de Rusia.
Los habitantes de la ciudad de Sochi, en el sur de Rusia, son testigos de cómo un cisne negro bautizado Príncipe cuida a sus hijos después de la muerte de su pareja Tsarevna. Estos ciudadanos lograron encontrar una explicación a una situación que la ciencia no ha sabido encontrar. Dicen que Príncipe se dedicó a sus crías por el amor a su compañera.
Hace 4 años esta pareja de aves australianas fue trasladada a un complejo de descanso en una localidad sureña. De verdad adornaban al balneario, sobre todo la hembra por su extraordinaria gracia.
Cuando Tsarevna estaba dispuesta a dar a la luz a su quinta generación de polluelos, un perro abandonado penetró en su nido familiar. Aunque la hembra podía salvarse, prefirió quedarse defendiendo su territorio y prole. Un poco después el macho la encontró muerta y cambió drásticamente su comportamiento.
Según Natalia Storozhenko, administradora del balneario, era una pareja muy romántica. Pero la tragedia lo cambió todo. "Al principio andaba alrededor del cadáver de la hembra. En realidad es un luto. Y se volvió muy agresivo", cuenta Storojenko.
Tras la muerte de Tsarevna, los funcionarios del balneario se encontraron con un problema. Tenían que decidir urgentemente ¿qué hacer con los huevos de cisne?
Alexánder Storozhenko, administrador del complejo, afirma que estaban muy preocupados y decidieron buscar una incubadora o encontrar otra solución.
Normalmente las hembras de cisnes no confían en sus parejas y no abandonan sus descendencia para mucho tiempo. Pero esta vez en contra de sus instintos, el cisne asumió la responsabilidad de criar a su puesta. Ya desesperados, los trabajadores no pudieron creerlo.
Tras 4 días de incesable vigilancia e incubación los pollitos vinieron al mundo. Los cisnes nacieron absolutamente sanos. Ahora les interesa todo lo que sucede a su alrededor.
La administración del balneario defiende a los pequeños con todos sus esfuerzos.
Piotr Tilda, colaborador científico jefe del Parque Nacional de Sochi, cuenta que las amenazas que podrían existir en la naturaleza están reducidas al mínimo y piensa que la cría acabará con éxito ya que todo ocurre en el parque y los polluelos no tendrán enemigos allí.
En este territorio protegido los cisnes están aprendiendo a nadar y limpiar sus plumas. Su padre está siempre con ellos, vigilando cado paso suyo. Dentro de unos meses él tendrá ya que enseñar a los pequeños cómo volar.