En el Ártico crecían palmeras
Según un nuevo trabajo realizado por investigadores holandeses y alemanes, palmeras y abetales florecieron hace 50 millones de años en las tierras árticas. Los procesos atmosféricos de aquella época fueron similares a los cambios climáticos actuales, lo que facilita los pronósticos acerca del calentamiento global.
Investigadores de la Universidad de Utrecht (Países Bajos) sostienen que el corto período caracterizado por el clima cálido en la zona ártica fue provocado por la abundancia de gas carbónico en la atmósfera. Si uno hubiera podido visitar el Ártico en aquellos tiempos, se hubiera encontrado con el clima de la región subtropical.
En las muestras de los sedimentos del fondo del mar tomadas a una distancia de unos 500 kilómetros del Polo Norte se encontró el polen de palmas, robles, pinos, nogales y otros árboles. Según los investigadores, eso significa que las temperaturas de los meses más fríos en el Ártico no fueron inferiores de ocho grados centígrados. Anteriormente los modelos computarizados, que se utilizan para pronosticar los futuros cambios climáticos, sugirieron que en aquel período las temperaturas invernales eran negativas.
La situación climática en el Ártico hace 50 millones de años se debía a las erupciones volcánicas y a los procesos geológicos que provocaron un aumento del dióxido de carbono en la atmósfera y, en consecuencia, el incremento de la temperatura. Según otra hipótesis, unos nuevos tipos de nubes formados sobre el mar actuaban como una manta que atrapaba el calor y aceleraba bruscamente el calentamiento.
El descubrimiento ofrece una nueva visión de los cambios climáticos modernos, que pueden dar grandes sorpresas. Actualmente la superficie de los glaciares árticos sigue disminuyendo, habiendo alcanzado una dimención mínima en toda la historia de la observación por satélites. Las temperaturas suben debido al efecto invernadero que se produce al quemar combustible. Según los científicos, en el proceso de los cambios climáticos de hoy también puede haber un detonador inesperado.