Lentos pero seguros...los caracoles invaden Miami
Desde hace un mes, Miami padece una singular y peligrosa invasión de...¡caracoles! Estos moluscos pueden causar serios daños a la salud humana y hasta la muerte. Se trata del caracol africano gigante.
Según Mark Fagan, portavoz del Departamento de Agricultura de la ciudad, esta especie es particularmente peligrosa porque provoca una variedad de meningitis, que puede complicarse hasta causar la muerte: “El problema central de esta plaga es su impacto en la salud pública. Estos animales son portadores del organismo denominado “gusano del pulmón de rata”, que puede causar un tipo muy raro e incurable de meningitis. Además, son capaces de dañar seriamente al sector agrícola de nuestro estado y sobreviven hasta nueve años”.
Este caracol, endémico de África y la zona del Pacífico, es considerado una de las cien especies más invasivas a nivel mundial. El ‘Archatina Fulica’, que es el nombre científico de este invertebrado, fue introducido ilegalmente a los Estados Unidos hace unos 50 años. De acuerdo a los funcionarios agrícolas, los primeros ejemplares fueron transportados por vía aérea. Hasta hace una década se había logrado erradicarlos a un costo millonario. Sin embargo, no resultó del todo exitosa.
Fagan resumió cómo apareció esta especie en Estados Unidos: Un menor de edad trajo en los años 60 los primeros ejemplares desde Hawái. Su abuela se cansó de cuidarlos y los dejó sueltos en su patio. En principio eran solo tres, pero se multiplicaron y ahora son miles. En un lapso de diez años se han exterminado a más de 18.000 de ellos a un costo enorme, pero sin éxito total.
Roberto del Cid, un inspector del Departamento de Agricultura de Florida, participa en las labores para atraparlos y asegura que ha visto ejemplares que miden hasta 20 centímetros y consumen unas 500 variedades de plantas. Según este inspector, lo preocupante es su cantidad y la rapidez con la que devastan los alrededores: “Es una cosa bastante grave, los números que estamos encontrando son exorbitantes. De 300 a 500 ejemplares por casa. Un animal de éstos se puede comer un árbol en una semana. Y hay lugares donde no podemos entrar porque no hay nadie y no tenemos permiso”.
Pero quizá lo más alarmante es que se reproducen a una velocidad vertiginosa porque son hermafroditas. De hecho, un ejemplar puede poner 1.200 huevos por año y a medida que lo hacen destruyen las fachadas de estuco de las casas. Para los residentes de Miami estas criaturas se han convertido en un verdadero dolor de cabeza. Tan solo en una jornada los voluntarios del departamento de agricultura hallaron más de 1000 caracoles gigantes en los jardines de este vecindario.
El tema es tan preocupante que residentes como David Dorado y Nadia Quiroz han decidido actuar por cuenta propia y proteger su propiedad. Han echado sal por el patio y al verlos no los tocan, los recogen en una bolsa y los echan a la basura. Todos esperan que pronto las autoridades solucionen el problema.
Pero no será tan fácil. Según los expertos del Departamento de Agricultura podrían pasar años antes de poder erradicar al caracol africano de Miami. En todo caso, se espera que por lo menos el número de moluscos pueda reducirse para evitar su presencia generalizada en la capital estadounidense del Sol.