El ADN, un arma letal para los 'hackers' del futuro
Los más siniestros hackers del futuro podrían apuntar directamente contra el cerebro de las personas y su comportamiento a través de la genética. Expertos advierten que pronto llegará el día en el que criminales y bioterroristas encuentren nuevos agujeros de seguridad, no en equipos tecnológicos, sino en sistemas biológicos del cuerpo humano.
Con los avances de la ciencia, ya es posible crear sistemas biológicos con funciones nuevas que no se encuentran en la naturaleza. La estructura del ADN está descifrada hace algún tiempo y ya se puede crear nuevas secuencias, utilizando elementos de estructura genética, indica Computerworld.com.
Algunos futurólogos (en referencia al estudio que aplica el método científico para tratar de averguar hasta qué niveles llegará el conocimiento humano) creen que tarde o temprano (los especialistas hablan de unos 10 años) las 'impresoras de ADN' se convertirán en equipos domésticos tan convencionales como las de papel y servirán para 'imprimir', por ejemplo, fármacos genéticos, buscando programas de patrones en Internet o bajándolos a los teléfonos inteligentes como aplicaciones.
Pero esto podría provocar que se divulgaran a través de las redes sociales programas falsos para crear patrones genéticos de terribles enfermedades en lugar de medicamentos, para que fueran impresos y consumidos por los usuarios. También podrían diseñarse terribles biotoxinas y ser utilizadas para afectar a grandes grupos de personas.
Bioingeniería desencontrolada
Este futuro tenebroso ya está aquí. Cada vez desciende más el coste de la ingeniería genética y lo que anteriormente estaba estrictamente regulado, ahora cae en manos de aficionados: es posible que pronto los smartphones estén equipados con descodificadores de genoma, mientras que las investigaciones celulares ya no son el privilegio de círculos cerrados de académicos.
Andrew Hessel, experto de la Universidad de la Singularidad, indicó en una entrevista que se está creando una “biología paralela”, ya que las barreras para diseñar bacterias, virus e incluso formas de vida superiores (proceso que en la naturaleza tarda millones de años de evolución) están siendo derribadas.
El experto predice que la biología sintética se desarrollará más rápido que la tecnología informática, y entonces prácticamente todo el mundo podrá “jugar a ser Dios”, haciendo reales los sueños y las pesadillas de muchos. Para Hessel, lo más terrible es que en este mundo nuevo, con las células como computadoras y los virus como software, se podría penetrar en los sistemas biológicos y manipularlos como hoy hacen los hackers informáticos con las máquinas.
Nuevas formas de terrorismo
Los sistemas vivos pueden ser reprogramados para adquirir nuevas funciones que pueden ser útiles. Pero se puede crear, por ejemplo, bacterias que parezcan un medicamento a la hora de imprimirlas en nuestra 'impresora de ADN', pero que al ser consumidas, cambien el metabolismo del organismo, potenciando la producción de sustancias en el cerebro que alteren el comportamiento. Las personas podrían ser infectadas por bacterias que les manipulen y no entender qué les pasa.
Algunos expertos amenazan con que los bioterroristas podrían utilizar sus armas no solo para desencadenar brotes de infecciones, sino para atacar a las personas individualmente, creando un virus “a su medida”. Entonces, se necesitarán sistemas de protección del mismo modo que actualmente utilizamos software antivirus y antipirata. Sin embargo, si en los peores casos en informática se puede reformatear el disco duro para deshacerse de un programa nocivo, todavía es imposible hacer algo parecido con nuestro genoma.
Marc Goodman, futurólogo y experto en seguridad, opina que la biología sintética abre el camino a nuevas formas de un bioterrorismo que crearía toxinas nunca vistas en la naturaleza, que además serían muy difíciles de detectar, porque estarían adaptadas biológicamente a sus potenciales víctimas. El especialista dice que la amenaza de bioterrorismo está todavía infravalorada, pero crece de manera exponencial.
Pero si algunas personas despreocupadas todavía no se dan cuenta de la necesidad de utilizar programas antivirus en sus dispositivos electrónicos, en el mundo de la biología sintética tal descuido sería fatal.