Las mamografías pueden desarrollar cáncer de mama en jóvenes con genes mutados
La mamografía consiste en una exploración de la glándula mamaria por medio de rayos X concebida para detectar signos de cáncer de mama. Sin embargo, algunos especialistas consideran que podría ser un método poco seguro para algunas mujeres jóvenes.
Un grupo de científicos europeos ha llevado a cabo una investigación financiada por asociaciones contra el cáncer, con la que viene a demostrar que la radiación es peligrosa para mujeres con los genes mutados BRCA1 o BRCA2, aumentando en ellas el riesgo de desarrollar un cáncer hasta en cinco veces.
Algunos estudios han sugerido que las mujeres con mutaciones genéticas podrían ser más sensibles a la radiación debido a que los genes están involucrados en la corrección de los errores del ADN, y si estos genes son dañados por la radiación podrían no ser capaces de reparar el ADN adecuadamente, aumentando así el riesgo de cáncer.
Por lo tanto, los médicos recomiendan a las mujeres jóvenes de estos grupos de riesgo que se sometan a tomografías por resonancia magnética, que no utiliza radiación, aunque son más costosas y menos eficientes que las mamografías convencionales de rayos X.
Desafortunadamente, las mujeres jóvenes son las más propensas a la enfermedad. No en vano, en las mujeres que exponen sus pechos a los rayos X después de los 20 años aumenta el riesgo de padecer un cáncer en un 43%. Y cualquier impacto sobre las personas menores de 20 años aumenta el riesgo en un 62%, según datos del estudio, que también reveló que la radiación después de los 30 años no parece afectar el riesgo de cáncer de mama.
Los investigadores estiman que de cada cien mujeres de 30 años con una mutación genética y expuestas a radiación, 9 de ellas desarrollarán cáncer de mama a los 40 años.