La investigación efectuada entre 1.300 hombres y mujeres mostró que un tercio de las mujeres comen más después de empezar a vivir con su pareja, ganando peso a menudo.
Por el contrario, un tercio de los hombres dijo que tendía a reducir su consumo de alimentos, y muchos señalaron que empezaron a consumir alimentos considerados más “femeninos”, como el yogur o la ensalada.
Los nutricionistas destacan que las parejas que se preparan la comida juntos a menudo no tienen en cuenta sus necesidades dietéticas diferentes, repartiéndose porciones iguales de la misma comida.
El 'género' sí importa
El 'género' sí importa
El estudio concluye que los hombres y las mujeres a menudo se alimentan de manera inadecuada de acuerdo a los estereotipos de género, con el 90% de las mujeres afirmando que son más proclives a comprar carne cuando hacen las compras para su pareja.
"La fusión de la dieta con la de su pareja y no tomar en consideración las necesidades nutricionales específicas tiene implicaciones más allá de la cintura”, afirma la nutricionista Fiona Hunter."Los hombres necesitan más los diferentes tipos de vitaminas B en comparación con las mujeres, pero su conocimiento de estas vitaminas y de qué alimentos obtenerlas es también muy bajo”, agregó. En general, y a tenor del estudio, "tendemos a tomar el camino de menor resistencia, especialmente los hombres”, destacó Helene Manga de Centrum.
