Ciencias
Un joven diseña un reactor que se alimenta con residuos de armas atómicas
Un joven estadounidense de 18 años de edad, ha presentado su proyecto de un reactor nuclear que usa residuos de armas nucleares como combustible y no solo podría suministrar energía para miles de hogares, sino también para propulsar naves espaciales.
Taylor Wilson se hizo famoso cuando construyó su primer reactor nuclear en el garaje de sus padres. En la Conferencia de Tecnología, Entretenimiento y Diseño (TED) celebrada anualmente en California contó que ha diseñado un reactor de fisión “que tiene potencial para cambiar el mundo”. “Durante la Guerra Fría creamos un enorme arsenal de armas atómicas pero ya no lo necesitamos”, explicó Taylor, añadiendo que “sería genial” usarlo con fines pacíficos en la actualidad.
A pesar de sus pequeñas dimensiones, el reactor es capaz de generar entre 50 y 100 megavatios de electricidad, suficiente para suministrar energía a unos 100.000 hogares. El reactor puede fabricarse en una cadena de montaje y usar material fundido radiactivo de las antiguas armas nucleares para hacer girar turbinas de gas. El combustible debe recargarse solo una vez cada 30 años, asegura Taylor.
El primer prototipo debe aparecer en dos años y su lanzamiento al mercado mundial está previsto para dentro de cinco años. El innovador reactor podría emplearse incluso en las regiones más pobres del planeta, escondido bajo tierra para una mayor seguridad.
Además el joven físico asegura que su invento es casi inofensivo para el medio ambiente porque en caso de accidente, la reacción nuclear se detiene y no se producen grandes escapes de material radiactivo.
Taylor considera que su invento servirá también para misiones interplanetarias. Gracias a ese reactor compacto, “no solo tendremos fuerza propulsora para la nave espacial, sino también una fuente de energía cuando lleguemos a algún planeta”, asegura.
A pesar de sus pequeñas dimensiones, el reactor es capaz de generar entre 50 y 100 megavatios de electricidad, suficiente para suministrar energía a unos 100.000 hogares. El reactor puede fabricarse en una cadena de montaje y usar material fundido radiactivo de las antiguas armas nucleares para hacer girar turbinas de gas. El combustible debe recargarse solo una vez cada 30 años, asegura Taylor.
El primer prototipo debe aparecer en dos años y su lanzamiento al mercado mundial está previsto para dentro de cinco años. El innovador reactor podría emplearse incluso en las regiones más pobres del planeta, escondido bajo tierra para una mayor seguridad.
Además el joven físico asegura que su invento es casi inofensivo para el medio ambiente porque en caso de accidente, la reacción nuclear se detiene y no se producen grandes escapes de material radiactivo.
Taylor considera que su invento servirá también para misiones interplanetarias. Gracias a ese reactor compacto, “no solo tendremos fuerza propulsora para la nave espacial, sino también una fuente de energía cuando lleguemos a algún planeta”, asegura.
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