Ciencias
La sublevación de un ateo: Higgs insiste en dejar de llamar al bosón 'la partícula de Dios'
El físico Peter Higgs, que propuso en 1964 un mecanismo para explicar el origen de la masa de las partículas elementales, ha instado a dejar de llamar al 'bosón de Higgs' 'la partícula de Dios'.
El profesor Higgs, de 83 años de edad, ya ha declarado públicamente que es ateo, motivo que considera suficiente para dejar de llamar al bosón que lleva su nombre 'la partícula de Dios' ya que no cree que "la partícula que sostiene la estructura física del universo" sea obra de un creador todopoderoso.
El sobrenombre fue creado para un libro científico ('La partícula de Dios: si el universo es la respuesta, ¿cuál es la pregunta?') escrito en 1993 por Leon Lederman, ganador del Premio Nobel de física en 1988, y por Dick Teresi, un divulgador científico. No obstante, Higgs insiste en que esa referencia “no es graciosa” y que en realidad "es engañosa".
Lederman escribió en el libro que el "bosón es tan importante para la física, tan crucial para nuestra comprensión final de la estructura de la materia, pero tan difícil de alcanzar, por lo que se le ha dado un apodo: la partícula de Dios". Sin embargo, también confesó que el editor no les dejó llamarla ‘la partícula maldita’, título que, según explica, hubiese sido el "más apropiado" dada a su "naturaleza malvada y el gasto que está causando".
El profesor Higgs adquirió más celebridad el año pasado después de que se descubriera una partícula elemental que daba pistas para comprobar los principios del bosón que lleva su nombre, cuya existencia se conocía desde hace décadas solo en teoría. En marzo de este año se confirmó casi con toda certeza que la partícula descubierta el año pasado era efectivamente el bosón de Higgs.
El sobrenombre fue creado para un libro científico ('La partícula de Dios: si el universo es la respuesta, ¿cuál es la pregunta?') escrito en 1993 por Leon Lederman, ganador del Premio Nobel de física en 1988, y por Dick Teresi, un divulgador científico. No obstante, Higgs insiste en que esa referencia “no es graciosa” y que en realidad "es engañosa".
Lederman escribió en el libro que el "bosón es tan importante para la física, tan crucial para nuestra comprensión final de la estructura de la materia, pero tan difícil de alcanzar, por lo que se le ha dado un apodo: la partícula de Dios". Sin embargo, también confesó que el editor no les dejó llamarla ‘la partícula maldita’, título que, según explica, hubiese sido el "más apropiado" dada a su "naturaleza malvada y el gasto que está causando".
El profesor Higgs adquirió más celebridad el año pasado después de que se descubriera una partícula elemental que daba pistas para comprobar los principios del bosón que lleva su nombre, cuya existencia se conocía desde hace décadas solo en teoría. En marzo de este año se confirmó casi con toda certeza que la partícula descubierta el año pasado era efectivamente el bosón de Higgs.
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