Ciencias
Detectan en la Antártida partículas supuestamente de fuera del Sistema Solar
Científicos estadounidenses indican que han detectado un par de neutrinos con la energía más alta jamás observada. Comunican que lo más probable es que las dos partículas llegaran a la Tierra desde fuera del Sistema Solar.
El hallazgo fue hecho cuando los especialistas de la estación Amundsen-Scott del Polo Sur analizaban los datos obtenidos por IceCube, un telescopio de neutrinos situado en la estación. Descubrieron que en junio del año pasado el telescopio registró dos eventos con energías estimadas de 1.04 ± 0.16 y 1.14 ± 0.17 PeV (para hacerse una idea, un petaelectronvoltio equivale a 1015 electronvoltios), es decir, más de un millón de veces mayor que la energía emitida por un protón en el Gran Colisionador de Hadrones.
Según detallan los científicos, la mayoría de los neutrinos que alcanzan la Tierra provienen del Sol o son producto de la colisión de rayas cósmicas con nuestra atmósfera. Sin embargo, cuando la energía de un neutrino llega a la escala de los petaelectronvoltios, esto quiere decir que la partícula habrá llegado o desde los rincones más remotos de nuestra galaxia o de lugares aún más lejanos del universo visible.
Cabe mencionar que un caso algo parecido fue registrado hace más de un cuarto del siglo, en 1987. En aquel entonces una red de detectores subterráneos observó neutrinos procedentes de una supernova en la Gran Nube de Magallanes, una galaxia enana satélite de la Vía Láctea, pero su energía fue mucho más baja. Los especialistas de Amundsen-Scott precisan que para confirmar que las dos partículas que ellos descubrieron realmente eran originarias de más allá del Sistema Solar se necesita un análisis más profundo y una investigación escrupulosa de más datos registrados por el telescopio en búsqueda de otros fenómenos parecidos.
No excluyen la posibilidad de que, en teoría, los dos neutrinos que ellos apodaron como 'Bert' y 'Ernie' pudieran ser resultado de la desintegración de los llamados mesones encantados, partículas que se forman cuando las rayas cósmicas chocan con las capas altas de la atmósfera, pero aun así sería un evento extraordinario. Hasta ahora jamás se observó ningún neutrino de energía alta, ni siquiera procedente de la atmósfera terrestre: el IceCube solo pudo registrar los neutrinos con una energía de unos cuantos centenares de teraelectronvoltios (1 TeV = 1012 eV).
Según detallan los científicos, la mayoría de los neutrinos que alcanzan la Tierra provienen del Sol o son producto de la colisión de rayas cósmicas con nuestra atmósfera. Sin embargo, cuando la energía de un neutrino llega a la escala de los petaelectronvoltios, esto quiere decir que la partícula habrá llegado o desde los rincones más remotos de nuestra galaxia o de lugares aún más lejanos del universo visible.
Cabe mencionar que un caso algo parecido fue registrado hace más de un cuarto del siglo, en 1987. En aquel entonces una red de detectores subterráneos observó neutrinos procedentes de una supernova en la Gran Nube de Magallanes, una galaxia enana satélite de la Vía Láctea, pero su energía fue mucho más baja. Los especialistas de Amundsen-Scott precisan que para confirmar que las dos partículas que ellos descubrieron realmente eran originarias de más allá del Sistema Solar se necesita un análisis más profundo y una investigación escrupulosa de más datos registrados por el telescopio en búsqueda de otros fenómenos parecidos.
No excluyen la posibilidad de que, en teoría, los dos neutrinos que ellos apodaron como 'Bert' y 'Ernie' pudieran ser resultado de la desintegración de los llamados mesones encantados, partículas que se forman cuando las rayas cósmicas chocan con las capas altas de la atmósfera, pero aun así sería un evento extraordinario. Hasta ahora jamás se observó ningún neutrino de energía alta, ni siquiera procedente de la atmósfera terrestre: el IceCube solo pudo registrar los neutrinos con una energía de unos cuantos centenares de teraelectronvoltios (1 TeV = 1012 eV).
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