Ciencias
Científicos japoneses crean una seda fluorescente
Científicos japoneses han creado gusanos de seda genéticamente modificados capaces de producir hilos de seda que brillan en tonos verde, rojo o naranja bajo la luz ultravioleta.
El equipo de Toshiki Tamura, del Instituto Nacional de Ciencia Agrobiológica, añadió al ADN de los gusanos de seda los genes de otras criaturas fluorescentes, como algunos corales y medusas.
Los gusanos con genes de medusas producen seda de color verde, los genes de los corales Discosoma atribuyen el colorido rojo a los hilos, y los genes del coral Fungia concinna le dan a los gusanos la posibilidad de producir seda de color naranja.
Los científicos han criado decenas de miles de gusanos de cada tipo, que han producido varios kilogramos de seda que la diseñadora Yumi Katsura ya ha usado para confeccionar prendas de ropa de seda fluorescente, incluso un vestido de novia.
La tela de seda fluorescente es casi tan duradera como la seda convencional. Bajo la luz normal tiene un color muy claro, y mantiene sus características fluorescentes durante más de dos años.
La producción de seda fluorescente es más complicada, así que el precio de las telas fluorescentes será un poco más alto, señalan los científicos.
Los gusanos con genes de medusas producen seda de color verde, los genes de los corales Discosoma atribuyen el colorido rojo a los hilos, y los genes del coral Fungia concinna le dan a los gusanos la posibilidad de producir seda de color naranja.
Los científicos han criado decenas de miles de gusanos de cada tipo, que han producido varios kilogramos de seda que la diseñadora Yumi Katsura ya ha usado para confeccionar prendas de ropa de seda fluorescente, incluso un vestido de novia.
La tela de seda fluorescente es casi tan duradera como la seda convencional. Bajo la luz normal tiene un color muy claro, y mantiene sus características fluorescentes durante más de dos años.
La producción de seda fluorescente es más complicada, así que el precio de las telas fluorescentes será un poco más alto, señalan los científicos.
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