Cultura
Kennedy pensaba intervenir militarmente en Brasil para derrocar a su presidente
Una reciente publicación de un periodista brasileño revela que el presidente estadounidense John F. Kennedy pensó en intervenir militarmente en Brasil, si fuera necesario, y derrocar al mandatario del país con fin de establecer la dictadura.
En una reunión en la Casa Blanca en 1963 Kennedy preguntó al embajador estadounidense en Brasil si EE.UU. podría "intervenir militarmente" en el país. El hecho fue documentado en una grabación realizada por los propios funcionarios norteamericanos y revelado este lunes en el portal Archivos de la Dictadura, donde se publicó una serie de documentos históricos, reunidos durante décadas, por el periodista brasileño Elio Gaspari, columnista del diario 'Folha'.
Según el periodista, contrariamente a lo que muchos piensan, la posición de EE.UU. en relación con el golpe de Estado brasileño se definió, especialmente, por Kennedy, y no por su sucesor, Lyndon Johnson, quien reconoció fácilmente al gobierno golpista en 1964.
Unas semanas antes de ser asesinado en Texas en noviembre de 1963, el presidente Kennedy y sus asesores discutieron el futuro de Brasil y Vietnam. Sobre la mesa fue puesta la opción de golpes de Estado en ambos países. El 7 de octubre, Kennedy tuvo una larga conversación sobre la situación con el embajador estadounidense en Brasilia, Lincoln Gordon –que trabajó allí desde 1961 y frecuentemente contactaba con los conspiradores–, a quien preguntó si EE.UU. podría "intervenir militarmente" en Brasil para derrocar al entonces presidente Joao Goulart.
La pregunta de Kennedy revela la política estadounidense, al amparo de la cual se estaba considerando la posibilidad de una acción armada para colaborar en la realización del golpe de Estado para derrocar al presidente brasileño, cree el columnista. La intervención, sin embargo, resultó ser innecesaria: bastó con el apoyo diplomático norteamericano para lograr el éxito de la conspiración que depuso al Gobierno de Joao Goulart la noche del 31 de marzo al 1 de abril de 1964 y asentar una dictadura militar que duró 21 años, indica el portal.
Según el periodista, contrariamente a lo que muchos piensan, la posición de EE.UU. en relación con el golpe de Estado brasileño se definió, especialmente, por Kennedy, y no por su sucesor, Lyndon Johnson, quien reconoció fácilmente al gobierno golpista en 1964.
Unas semanas antes de ser asesinado en Texas en noviembre de 1963, el presidente Kennedy y sus asesores discutieron el futuro de Brasil y Vietnam. Sobre la mesa fue puesta la opción de golpes de Estado en ambos países. El 7 de octubre, Kennedy tuvo una larga conversación sobre la situación con el embajador estadounidense en Brasilia, Lincoln Gordon –que trabajó allí desde 1961 y frecuentemente contactaba con los conspiradores–, a quien preguntó si EE.UU. podría "intervenir militarmente" en Brasil para derrocar al entonces presidente Joao Goulart.
La pregunta de Kennedy revela la política estadounidense, al amparo de la cual se estaba considerando la posibilidad de una acción armada para colaborar en la realización del golpe de Estado para derrocar al presidente brasileño, cree el columnista. La intervención, sin embargo, resultó ser innecesaria: bastó con el apoyo diplomático norteamericano para lograr el éxito de la conspiración que depuso al Gobierno de Joao Goulart la noche del 31 de marzo al 1 de abril de 1964 y asentar una dictadura militar que duró 21 años, indica el portal.
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