A Egipto le crecen los arqueólogos-pirata
A mediados de agosto la policía detuvo a Mohamed Gaber Abdel Moneim y Abu Bakr Abdel Moneim, hijos de un ex miembro del Parlamento del país, cuando excavaban ilegalmente al norte de Luxor. En marzo 10 personas fallecieron bajo una avalancha de tierra que provocaron cuando perforaban ilegalmente el suelo en Al-Manasra, una pequeña aldea al norte de Luxor.
En febrero hubo otros dos escándalos sonados. La policía detuvo en uno de los aeropuertos de Egipto a una pareja británica que intentaba sacar fuera del país 19 piezas arqueológicas que habían comprado en el mercado negro. En EE.UU. arrestaron a Mousan Khouli que logró gracias al contrabando varias reliquias históricas que intentaba venderlas, presentando documentos falsos de propiedad.
Estas son solo algunas de las crónicas de delitos relacionados con el saqueo del patrimonio cultural egipcio. Según expertos, hacer dinero a la sombra de las pirámides o en las proximidades de los antiguos templos es bastante fácil, ya que muy a menudo en las inmediaciones ni siquiera hay guardias de seguridad.
“Muchas de las excavaciones se llevan a cabo en lugares de difícil acceso para nosotros. Los ladrones abandonan el país por las fronteras donde tenemos pocos policías. Nos es imposible saber exactamente que ha sido expoliado”, comenta Mustafa Amin, jefe del Departamento de Antiguedades de Egipto.
Otro blanco son los museos y almacenes de antigüedades, ya que muchos de ellos también han quedado desprotegidos. Según Amin, después de la revolución han sido robadas más de 300 piezas de los museos.
Uno de los ejemplos es el Museo de Antigüedades de El Cairo donde se conservan más de 100.000 antigüedades. En este lugar se exhibe la mayor colección de piezas faraónicas así como los famosos tesoros de Tutankamón. "Asaltaron el museo egipcio y robaron alrededor de 70 piezas, 30 de las cuales aún no han sido devueltas", detalla Mohamed Abd El-Maksoud, director general del Departamento Faraónico del gobierno de Egipto.
"Antes de la revolución habían 50 guardias en el local. Las mayores bandas de ladrones eran de un máximo de 10-15 personas. Después de las revueltas se han formados bandas de 70 a 100 ladrones contra solo 20 guardias en el museo", comenta, por su parte, Ahmed Saad, director general del Departamento de asuntos de protección de monumentos.
Según las autoridades, las reliquias egipcias suelen comercializarse a través de vastas redes de contrabando de antigüedades en Europa y EE.UU. y muy raramente son recuperadas. Las excavaciones ilegales y saqueos de sitios arqueológicos en los últimos dos años han perjudicado más el patrimonio cultural del país que el deterioro por acción de la naturaleza durante miles de años.