Cultura
Richard Wagner: "¿Un ser humano o una enfermedad?"
"¿Será Wagner un ser humano? ¿No será más bien una enfermedad? Contamina cualquier cosa que toca: puso enferma a la música", escribió en 1888 uno de los filósofos más influyentes de la historia, Friedrich Nietzsche.
Richard Wagner, el compositor más polémico de la historia, reformador del arte de la ópera, poeta, dramaturgo y autor del famoso ensayo antisemita 'El judaísmo en la música' que inspiraría décadas después la ideología nazi, celebra este 22 de mayo su bicentenario. Leipzig, la ciudad donde nació, conmemora la fecha presentando durante todo el año 'El anillo del Nibelungo' en su integridad, con sus 16 horas de duración, por primera vez en décadas.
La ciudad de Bayreuth, donde Wagner mandó construir el teatro idóneo para sus óperas, celebra el bicentenario con conciertos, exposiciones y todo tipo de eventos dedicados al compositor. El acto central de la jornada será un concierto compuesto por fragmentos de sus obras más famosas, entre ellas 'La valquiria', en presencia de las bisnietas de Wagner como invitadas especiales.
"El señor Wagner tiene momentos buenos, pero horribles cuartos de hora", escribió en 1867 Gioachino Rossini sobre su rival alemán, quien había cambiado por completo el rol de la orquesta en una ópera y había obligado a sus artistas no solo a cantar, sino también a actuar interpretando matices psicológicos y dramáticos de una obra. "Me gusta la música de Wagner más que cualquier otra música. Es tan alta que uno puede hablar todo el tiempo sin que la gente a su alrededor oiga lo que estás diciendo", escribió Oscar Wilde en 'El retrato de Dorian Gray'.
"Tras las últimas notas de 'El ocaso de los dioses' [la cuarta y última de las óperas que componen el ciclo de 'El anillo del nibelungo'] me sentí como si me liberaran de una cárcel", comentó el compositor ruso Piotr Chaikovski. "Solo hubo Beethoven y Richard [Wagner]: y después de ellos, nadie", insistía, en cambio, el compositor checo-austriaco Gustav Mahler. Según el legendario escritor Thomas Mann, para Wagner "el arte era una panacea contra todas las llagas de la sociedad".
Sea como fuere, pero hoy en día los historiadores de música son unánimes en destacar los méritos sin precedentes del polémico compositor en la exploración de la expresión emocional, en la introducción de nuevas ideas en la armonía, en el proceso melódico, la estructura operística y en contribuir significativamente en el establecimiento de principios de dirección de una orquesta.
- Realmente no sé a qué se me había destinado, solo recuerdo que una tarde oí ejecutar una sinfonía de Beethoven, que a continuación me dio fiebre, enfermé, y cuando recobré la salud era músico;
- Creo en Dios, Mozart y Beethoven;
- La música es una mujer. La naturaleza de la mujer es el amor, pero este amor es receptivo y se entrega incondicionalmente en la percepción;
- La música es pasión, amor y nostalgia;
- La 'propiedad' ha adquirido en nuestra conciencia social una santidad casi mayor que la religión. Para la ofensiva contra esta última puede haber indulgencia, pero un daño a la primera no se perdona;
- Un hombre político es repugnante, pero una mujer política es horrible;
- La alegría no está en las cosas, sino en nosotros;
- Es la más estéril y peligrosa utopía querer vivir del pasado.
La ciudad de Bayreuth, donde Wagner mandó construir el teatro idóneo para sus óperas, celebra el bicentenario con conciertos, exposiciones y todo tipo de eventos dedicados al compositor. El acto central de la jornada será un concierto compuesto por fragmentos de sus obras más famosas, entre ellas 'La valquiria', en presencia de las bisnietas de Wagner como invitadas especiales.
"El señor Wagner tiene momentos buenos, pero horribles cuartos de hora", escribió en 1867 Gioachino Rossini sobre su rival alemán, quien había cambiado por completo el rol de la orquesta en una ópera y había obligado a sus artistas no solo a cantar, sino también a actuar interpretando matices psicológicos y dramáticos de una obra. "Me gusta la música de Wagner más que cualquier otra música. Es tan alta que uno puede hablar todo el tiempo sin que la gente a su alrededor oiga lo que estás diciendo", escribió Oscar Wilde en 'El retrato de Dorian Gray'.
"Tras las últimas notas de 'El ocaso de los dioses' [la cuarta y última de las óperas que componen el ciclo de 'El anillo del nibelungo'] me sentí como si me liberaran de una cárcel", comentó el compositor ruso Piotr Chaikovski. "Solo hubo Beethoven y Richard [Wagner]: y después de ellos, nadie", insistía, en cambio, el compositor checo-austriaco Gustav Mahler. Según el legendario escritor Thomas Mann, para Wagner "el arte era una panacea contra todas las llagas de la sociedad".
Sea como fuere, pero hoy en día los historiadores de música son unánimes en destacar los méritos sin precedentes del polémico compositor en la exploración de la expresión emocional, en la introducción de nuevas ideas en la armonía, en el proceso melódico, la estructura operística y en contribuir significativamente en el establecimiento de principios de dirección de una orquesta.
Las citas más famosas de Richard Wagner:
- Realmente no sé a qué se me había destinado, solo recuerdo que una tarde oí ejecutar una sinfonía de Beethoven, que a continuación me dio fiebre, enfermé, y cuando recobré la salud era músico;
- Creo en Dios, Mozart y Beethoven;
- La música es una mujer. La naturaleza de la mujer es el amor, pero este amor es receptivo y se entrega incondicionalmente en la percepción;
- La música es pasión, amor y nostalgia;
- La 'propiedad' ha adquirido en nuestra conciencia social una santidad casi mayor que la religión. Para la ofensiva contra esta última puede haber indulgencia, pero un daño a la primera no se perdona;
- Un hombre político es repugnante, pero una mujer política es horrible;
- La alegría no está en las cosas, sino en nosotros;
- Es la más estéril y peligrosa utopía querer vivir del pasado.
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