Forbes: "Otra crisis se cierne sobre Europa y no es Grecia"
Mientras los rumores sobre el 'grexit' derrumban los mercados europeos, los bonos soberanos emitidos por los países del continente que vuelven a considerarse en riesgo de impago o en necesidad de un rescate, — como Italia, Francia y España— todavía se cotizan con rendimientos positivos. Los rendimientos son bajos y los riesgos son "evidentes", pero los inversores de todo el mundo están "volcándose" sobre la deuda pública de la UE, destaca 'Forbes'.
Hace tres años, en julio de 2012, el director del Banco Central Europeo, Mario Draghi, se comprometió a "hacer lo necesario para preservar al euro". Antes de ese compromiso, la deuda española a 10 años se pagaba a 7,4%, la de Italia a 6,45%, la de Portugal a 10,95%, y la de Francia a 2,28%, acentúa la revista.
Pero en 2015 las cifras son muy diferentes: en sus mínimos, la deuda española a 10 años se pagaba a poco más del 1%, la italiana al 1,2%, la francesa al 0,34%, y la portuguesa al 1,6%. En Alemania, el núcleo financiero de la zona euro, los bonos cayeron por debajo del 0,1% (aunque actualmente se mantienen por debajo del 1%). "Con las garantías de Draghi en la mano, los 'traders' acudieron de nuevo a Europa", explica 'Forbes'.
"En retrospectiva, los rendimientos de la deuda española, italiana y portuguesa frente a la de la UE son difíciles de justificar. Pero también destacan la fe que los inversionistas tienen en Draghi y el BCE […]. Una potencial salida griega pondría a prueba el tejido de la zona euro, y volverá a poner sobre la mesa la incertidumbre sobre la credibilidad de Draghi", puntualiza la revista.
Un "consecuente aumento" en los rendimientos de los eurobonos puede no tener mucho que ver con los vínculos económicos reales entre el núcleo de Europa y Grecia. En cambio, reflejará más "un rebasamiento de confianza" de los inversionistas en el BCE. "¿Podrían los rendimientos españoles, italianos, franceses y alemanes duplicar la deuda? Sí. Y la culpa no será del todo de Grecia", concluye 'Forbes'.