5 ejemplos de por qué el desplome bursátil de China es un problema de todo el mundo
Las últimas medidas chinas, como la bajada de los tipos de interés y el coeficiente de reserva exigido a los bancos nacionales, han sido las causas del inicio de la recuperación de los mercados financieros mundiales. Sin embargo, el lunes negro demostró que las bolsas de todas las regiones del mundo dependen del país asiático y que los problemas en China amenazan a la estabilidad económica del resto del planeta, incluidos los países desarrollados con EE.UU. a la cabeza, de una manera más fuerte de lo que se esperaba.
De momento es pronto para saber si el desplome bursátil se extenderá rápidamente a la economía real, como ocurrió en 2008 en los países occidentales, o se quedará en los niveles actuales y significará solamente una desaceleración económica relativamente modesta de China. De una u otra forma, los cinco ejemplos publicados por NBC News nos muestran cómo el desplome bursátil chino afectó al resto del mundo.
Las exportaciones de EE.UU. en riesgo
El año pasado EE.UU. exportó a China unos 123.700 millones de dólares en bienes y servicios, un 1,6% más que en 2014, lo que supone un 0,7% del PIB norteamericano. A pesar de que la cifra no parece muy alta, el crecimiento de EE.UU. podría caer unas décimas porcentuales si las exportaciones al gigante asiático cayeran rápidamente. Las tres principales categorías que Washington exporta a China son soja (14.500 millones de dólares), aeronaves y sus componentes (13.900 millones) y automóviles (11.200 millones).
No obstante, los servicios y bienes de EE.UU. representan un 6% de todas las importaciones chinas. Japón, Corea del Sur y otros países asiáticos venden más por separado a China que EE.UU. De este modo, los problemas económicos chinos influirán aún más en las economías de estos países.
Golpe para los mercados de materias primas
Si la economía china entra en una desaceleración significativa, los productores de materias primas se resentirán más que nadie ya que el gigante asiático es el mayor importador de petróleo del mundo. El desplome de las bolsas chinas es una de las razones más importantes de la caída del precio del crudo a mínimos de hace siete años.
Para EE.UU. la exportación de petróleo no es la principal preocupación debido a su relativamente bajo volumen. Sin embargo, el país norteamericano vende anualmente al gigante asiático madera y sus derivados por un valor de 6.000 millones de dólares y la ya mencionada soja (14.500 millones). El precio de estos bienes ha caído un 14% y un 17% respectivamente.
Los mercados asiáticos, en alerta roja
China es un socio comercial crucial para la mayor parte de Asia. Más de un 10% de las exportaciones de Japón, Corea del Sur, Singapur, Malasia e Indonesia están dirigidas a China mientras que para Australia sus exportaciones a este socio superan el 30%. El alcance del mercado chino es impresionante: el gigante asiático absorbe también el 10% de las exportaciones de un país tan lejano como Etiopía, y casi un 20% de Arabia Saudita.
Los mercados de la mayoría de estos países sufrieron los últimos días un golpe duro. Para poner un ejemplo: las bolsas de Malasia alcanzaron su mínimo en tres años antes de comenzar a recuperarse.
Las empresas norteamericanas
General Motors, Apple, Boeing y otros gigantes tecnológicos están estrechamente relacionados con el mercado chino. Sus ventas al país asiático son de un volumen gigantesco pero de momento ninguno de ellos se ha mostrado preocupado por la situación en las bolsas. Aún más, tienen previsto hacer nuevas inversiones millonarias.
Las acciones de Boeing, por ejemplo, se redujeron más de un 10%, pero el pronóstico de la empresa para 20 años indica un crecimiento de ventas en China de un 5%. A su vez, las acciones de Apple bajaron un 5% y en la compañía ya están desarrollando estrategias en el caso de que sus ventas se vean afectadas por una menor demanda en el país asiático.
Sector turístico
El turismo también podría sentir el impacto de la desaceleración de la economía china. Un menor número de turistas de China y otros países asiáticos debido a los problemas financieros influiría negativamente tanto en las tiendas (incluidas las de lujo) como en las empresas de viajes orientadas a los clientes asiáticos.