Economía
Cómo los pantalones vaqueros casi destruyen el dólar
La moda es cara, pero nadie podía imaginar que la prenda más popular pudiera poner en peligro todo el sistema monetario de un país, debido a fibras sintéticas que se usan en su confección.
Desde que el dinero estadounidense quedó consolidado como un sistema de moneda única a finales del siglo XIX, empezaron a imprimirse dólares sobre un papel especial que contenía algodón. Y durante más de 100 años este papel fue suministrado por una sola empresa, Crane, que compraba algodón para su producción a la industria ligera, según el diario 'The Washington Post'.
La empresa reciclaba y blanqueaba la tela de algodón para luego imprimir sobre ella los George Washington y Benjamin Franklin que decoraban los billetes estadounidenses. Según Jerry Rudd, jefe del departamento de suministro global de la compañía, un 30% del algodón comprado por Crane consistía únicamente en trozos sobrantes de tejido denim, que durante mucho tiempo fue una fuente importante de fibra para la producción de papel. El resto del algodón lo obtenían de diversos residuos textiles.
Sin embargo, en la década de 1990 el denim fue modificado, pues ya en aquel entonces se sabía que agregando elastano o spandex al denim, se podían confeccionar pantalones vaqueros (jeans) que se ajustan perfectamente a la figura. Y desde ese momento ya no hubo vuelta atrás.
La nueva moda supuso una mala noticia para Crane, ya que un solo hilo de elastano puede arruinar un lote de papel para emisión, volviéndolo demasiado frágil. Además, según Rudd, el proceso de eliminación de fibras sintéticas de la fibra de algodón es un trabajo hercúleo. A comienzos de este siglo las fibras sintéticas estaban presentes en casi todos los tejidos de denim, haciéndolos no aptos para el reciclaje, al que se dedicaba la empresa Crane.
La empresa Crane tuvo que adaptarse y, en vez de reciclar denim, decidió centrarse en las fibras naturales. En otras palabras, la empresa compra algodón directamente de sus productores. "Es un signo de los tiempos", sostiene Rudd.
La empresa reciclaba y blanqueaba la tela de algodón para luego imprimir sobre ella los George Washington y Benjamin Franklin que decoraban los billetes estadounidenses. Según Jerry Rudd, jefe del departamento de suministro global de la compañía, un 30% del algodón comprado por Crane consistía únicamente en trozos sobrantes de tejido denim, que durante mucho tiempo fue una fuente importante de fibra para la producción de papel. El resto del algodón lo obtenían de diversos residuos textiles.
Sin embargo, en la década de 1990 el denim fue modificado, pues ya en aquel entonces se sabía que agregando elastano o spandex al denim, se podían confeccionar pantalones vaqueros (jeans) que se ajustan perfectamente a la figura. Y desde ese momento ya no hubo vuelta atrás.
La nueva moda supuso una mala noticia para Crane, ya que un solo hilo de elastano puede arruinar un lote de papel para emisión, volviéndolo demasiado frágil. Además, según Rudd, el proceso de eliminación de fibras sintéticas de la fibra de algodón es un trabajo hercúleo. A comienzos de este siglo las fibras sintéticas estaban presentes en casi todos los tejidos de denim, haciéndolos no aptos para el reciclaje, al que se dedicaba la empresa Crane.
La empresa Crane tuvo que adaptarse y, en vez de reciclar denim, decidió centrarse en las fibras naturales. En otras palabras, la empresa compra algodón directamente de sus productores. "Es un signo de los tiempos", sostiene Rudd.
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