Economía
La justicia argentina paraliza la construcción de una planta de Monsanto
La justicia argentina ha ordenado al gigante biotecnológico Monsanto que paralice la construcción de su nueva planta de maíz en la provincia de Córdoba. La sentencia llega tras las protestas multitudinarias de activistas medioambientales.
La Sala Segunda de la Cámara del Trabajo de la Provincia de Córdoba admitió este 8 de enero un recurso interpuesto por activistas ecologistas y obligó a Monsanto a que detuviera las labores de edificación en su fábrica en el municipio cordobés de Malvinas Argentinas, a unos 650 kilómetros al noroeste de Buenos Aires. El dictamen también prohíbe al ayuntamiento que autorice la obra hasta que la empresa presente un estudio de impacto ambiental.
Monsanto, por su parte, anunció a través de un comunicado que apelará la sentencia. Aseguró que había cumplido con "todos los requisitos legales", como señaló un juzgado de primera instancia en octubre pasado que autorizó la construcción. Detalló, además, que ya dispone del informe requerido y que actualmente el documento "está en proceso de evaluación por parte de la Secretaría de Ambiente de la Provincia".
La compañía anunció la apertura de la planta de producción de semillas transgénicas de maíz en Córdoba en 2012, declarando que su capacidad de producción anual aproximada será de 60.000 toneladas. El anuncio desató una ola de protestas en la zona: grupos ecologistas vinculan el uso de los pesticidas comercializados por Monsanto con el número creciente de problemas de salud registrados en el país.
Monsanto, por su parte, anunció a través de un comunicado que apelará la sentencia. Aseguró que había cumplido con "todos los requisitos legales", como señaló un juzgado de primera instancia en octubre pasado que autorizó la construcción. Detalló, además, que ya dispone del informe requerido y que actualmente el documento "está en proceso de evaluación por parte de la Secretaría de Ambiente de la Provincia".
La compañía anunció la apertura de la planta de producción de semillas transgénicas de maíz en Córdoba en 2012, declarando que su capacidad de producción anual aproximada será de 60.000 toneladas. El anuncio desató una ola de protestas en la zona: grupos ecologistas vinculan el uso de los pesticidas comercializados por Monsanto con el número creciente de problemas de salud registrados en el país.
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