Economía
¿Por qué el oro pierde brillo?
Por primera vez en 13 años, el oro se abarató en 2013, acentuando la sensación de que la fiebre del oro ya no es tan lucrativa para los inversores. ¿Por qué el metal precioso no ha cumplido con las expectativas?
En los últimos dos años el oro perdió el 40% de su valor. Un estratega de mercado profesional Barry Ritholtz, en su artículo en el sitio Bloomberg, explica que hay 10 razones por las que los inversores perdieron su dinero.
1. Confianza ciega en cuentos de hadas. Y los cuentos sobre el oro de Wall Street no son una excepción. El mito sobre el oro se originó en 2005 y la crisis de 2008 ayudó a fijarlo. Los cuentos de esta índole obligan a los inversores a creer en que todo está bien mientras, en realidad, la situación es contraria y el balance es claramente desventajoso.
2. Los inversores se centran en un único instrumento, como el oro, sin prestar atención a novedades de inversión en la esfera de metales preciosos, por ejemplo, como el fondo de índice del oro.
3. Los inversores hacen caso omiso de la historia y experiencia pasada: tarde o temprano hay que deshacerse de todo. Esto explica por qué ninguna inversión, desde acciones de Microsoft, los bonos con plazo de 10 años, hasta las acciones de Apple y el oro con el tiempo "se dirigen al infierno", indica Ritholtz.
4. El apalancamiento siempre es peligroso y se asocia con el riesgo del Margen Teórico Estimado.
5. Barry Ritholtz llama a mantener la conciencia situacional. Para el inversor significa que debe darse cuenta de la continuidad del tiempo y percibir cada evento en el marco de una secuencia de episodios.
6. El experto llama a tener cuidado de los caminos unidireccionales. Pero muchos entusiastas del oro no toman en cuenta este factor, invirtiendo con perseverancia en el oro sin pensar en una estrategia de salida de este activo.
7. La incapacidad de diferenciar entre especulaciones y la situación real. "Siempre me sorprenden las personas que esperan que una noticia conocida pueda servir como un catalizador para los precios", indica Ritholtz, destacando que solo noticias inesperadas pueden afectar los precios.
8. Los inversores deben entender que no existen indicadores fundamentales del oro. En realidad, todos los activos de los mercados valen el precio que las personas están dispuestas a pagar.
9. El oro, más que otras inversiones, se vincula con historias apocalípticas, las teorías de la conspiración y como resultado con el venidero colapso de la sociedad.
10. La agresión contra los escépticos. En el caso del oro sus partidarios libran directamente ataques contra alguien que se atreve a discutir con ellos.
1. Confianza ciega en cuentos de hadas. Y los cuentos sobre el oro de Wall Street no son una excepción. El mito sobre el oro se originó en 2005 y la crisis de 2008 ayudó a fijarlo. Los cuentos de esta índole obligan a los inversores a creer en que todo está bien mientras, en realidad, la situación es contraria y el balance es claramente desventajoso.
2. Los inversores se centran en un único instrumento, como el oro, sin prestar atención a novedades de inversión en la esfera de metales preciosos, por ejemplo, como el fondo de índice del oro.
3. Los inversores hacen caso omiso de la historia y experiencia pasada: tarde o temprano hay que deshacerse de todo. Esto explica por qué ninguna inversión, desde acciones de Microsoft, los bonos con plazo de 10 años, hasta las acciones de Apple y el oro con el tiempo "se dirigen al infierno", indica Ritholtz.
4. El apalancamiento siempre es peligroso y se asocia con el riesgo del Margen Teórico Estimado.
5. Barry Ritholtz llama a mantener la conciencia situacional. Para el inversor significa que debe darse cuenta de la continuidad del tiempo y percibir cada evento en el marco de una secuencia de episodios.
6. El experto llama a tener cuidado de los caminos unidireccionales. Pero muchos entusiastas del oro no toman en cuenta este factor, invirtiendo con perseverancia en el oro sin pensar en una estrategia de salida de este activo.
7. La incapacidad de diferenciar entre especulaciones y la situación real. "Siempre me sorprenden las personas que esperan que una noticia conocida pueda servir como un catalizador para los precios", indica Ritholtz, destacando que solo noticias inesperadas pueden afectar los precios.
8. Los inversores deben entender que no existen indicadores fundamentales del oro. En realidad, todos los activos de los mercados valen el precio que las personas están dispuestas a pagar.
9. El oro, más que otras inversiones, se vincula con historias apocalípticas, las teorías de la conspiración y como resultado con el venidero colapso de la sociedad.
10. La agresión contra los escépticos. En el caso del oro sus partidarios libran directamente ataques contra alguien que se atreve a discutir con ellos.
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