Economía
Rusia se acerca a China y se aleja del mercado de la UE gracias a Washington
Tras el conflicto a cuenta del impago de Ucrania por el gas ruso, que se avecina a corto plazo, es posible que cambien las relaciones entre Rusia y la UE. Al mismo tiempo, China podría convertirse en uno de los mayores consumidores de gas ruso.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, viajará a la capital china la próxima semana. Se espera que en la visita oficial se firme el histórico acuerdo a largo plazo que garantizará el suministro a China de 38.000 millones de metros cúbicos anuales de gas durante 30 años.
Este contrato se preparó durante 10 años y permitirá a Rusia reducir el nivel de dependencia del mercado europeo en el futuro próximo. Además, se prevé que los volúmenes de suministro de productos energéticos desde Moscú a Pekín aumenten a causa de la crisis en Ucrania, dado el peligro latente de la suspensión del tránsito a través del gasoducto nacional.
A principios del 2013, el consejero delegado del gigante energético ruso Gazprom, Alexéi Míller, dijo que Rusia está dispuesta a medio plazo a aumentar el volumen del comercio con China hasta alcanzar los niveles existentes con la UE. Está claro que 38.000 millones de metros cúbicos es solo el comienzo del suministro a un mercado que cuenta con más de 1.000 millones de consumidores.
"Para EE.UU. y Europa es una señal extremadamente desagradable. [...] Esto destruiría a la vez dos estrategias: la de aumentar la presión a Rusia y, además, sofocar a China", escribe el analista Anatoli Nesmiyán del portal 'NewsLand'.
Los últimos años Estados Unidos se ha empleado a fondo para tratar de expulsar a Rusia del mercado europeo. La crisis en Ucrania muestra cómo empresas estadounidenses entran activamente en la economía ucraniana y en el sector del petróleo y el gas.
Este martes el hijo de vicepresidente norteamericano Joseph Biden se convirtió en el nuevo director del consejo de administración de la compañía ucraniana Burisma Holding. Todos estos gestos económicamente agresivos tan solo están acelerando el desarrollo de las relaciones comerciales entre Rusia y la República Popular de China.
Esto destruiría a la vez dos estrategias: la de aumentar la presión a Rusia y, además, sofocar a China
Este contrato se preparó durante 10 años y permitirá a Rusia reducir el nivel de dependencia del mercado europeo en el futuro próximo. Además, se prevé que los volúmenes de suministro de productos energéticos desde Moscú a Pekín aumenten a causa de la crisis en Ucrania, dado el peligro latente de la suspensión del tránsito a través del gasoducto nacional.
A principios del 2013, el consejero delegado del gigante energético ruso Gazprom, Alexéi Míller, dijo que Rusia está dispuesta a medio plazo a aumentar el volumen del comercio con China hasta alcanzar los niveles existentes con la UE. Está claro que 38.000 millones de metros cúbicos es solo el comienzo del suministro a un mercado que cuenta con más de 1.000 millones de consumidores.
"Para EE.UU. y Europa es una señal extremadamente desagradable. [...] Esto destruiría a la vez dos estrategias: la de aumentar la presión a Rusia y, además, sofocar a China", escribe el analista Anatoli Nesmiyán del portal 'NewsLand'.
Los últimos años Estados Unidos se ha empleado a fondo para tratar de expulsar a Rusia del mercado europeo. La crisis en Ucrania muestra cómo empresas estadounidenses entran activamente en la economía ucraniana y en el sector del petróleo y el gas.
Este martes el hijo de vicepresidente norteamericano Joseph Biden se convirtió en el nuevo director del consejo de administración de la compañía ucraniana Burisma Holding. Todos estos gestos económicamente agresivos tan solo están acelerando el desarrollo de las relaciones comerciales entre Rusia y la República Popular de China.
comentarios