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El uso de armas químicas en Siria y las acusaciones de la Casa Blanca contra Damasco: una desinformación deliberada mal informada (Parte I)

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El uso de armas químicas en Siria y las acusaciones de la Casa Blanca contra Damasco: una desinformación deliberada mal informada (Parte I)
El pasado 30 de agosto el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, dio un discurso en el que expresaba las justificaciones del régimen del presidente de EE.UU., Barack Obama, para una intervención militar en Siria, por medio de ataques con misiles crucero y bombardeos aéreos. Se puede decir que la decisión de intervenir militarmente en contra del Gobierno sirio la tomó la Casa Blanca en Washington D.C. antes que la presentación oficial de las justificaciones para intervenir, justificaciones expresadas por la Casa Blanca en un documento publicado en su página de Internet titulado 'Evaluación del Gobierno sobre el uso por el Gobierno sirio de armas químicas el 21 de agosto de 2013'. 

Este documento hace referencia al presunto ataque con gas nervioso sarín llevado a cabo el 21 de agosto en Guta, un suburbio al este de la capital siria de Damasco, cuya autoría Washington atribuye a las fuerzas del Gobierno sirio. Sin tener pruebas concretas para apoyar sus acusaciones contra el Gobierno sirio por el presunto ataque químico del 21 de agosto, pues no las hay, el régimen de Obama nos presentó en cambio su 'Evaluación del Gobierno' para justificar el ataque contra Siria que ya de antemano habría decidido ejecutar.   
 
Veamos el siguiente punto a examinar. En su documento justificativo para una intervención militar contra Siria publicado en la página de Internet de la Casa Blanca, el Gobierno de EE.UU. dice: "Nuestra evaluación, que goza de un alto nivel de confianza, es la posición más fuerte que la comunidad de inteligencia de EE.UU. puede tomar sin que sea una confirmación". Esta evaluación que goza de "un alto nivel de confianza" no es lo mismo que evidencia concreta e incontestable que permita confirmar que hubo un ataque por parte de las Fuerzas Armadas sirias. Con esta declaración la Casa Blanca reconoce que carece de evidencia sólida e indiscutible que incrimine a las fuerzas del Gobierno sirio en el presunto ataque químico del 21 de agosto. Claramente el régimen de Obama carece de pruebas al respecto, simplemente porque no las hay, porque no fueron las fuerzas del Gobierno sirio las responsables del ataque químico en Guta.
 
Rebeldes sirios. La insurgencia siria, apoyada por EE.UU., Gran Bretaña, Francia, Arabia Saudita, Turquía y otros, se compone en sus dos terceras a tres cuartas partes por islamistas luchando una 'guerra santa': 

 


También es importante añadir otro punto sobre la comunidad de inteligencia estadounidense. Con excepciones, he conocido a supuestos expertos de defensa y seguridad nacional en Washington D.C. que no sabían nada o casi nada sobre tecnología militar y armamento, lo que no impidió que ocupasen y ocupen altos cargos en institutos de investigación de asuntos de seguridad y relaciones internacionales en Washington. Un caso en particular me llegó a preguntar hace unos cinco años sobre la diferencia entre un avión caza, un cazabombardero, un avión de ataque, un bombardero, etc., pues no lo sabía, lo cual no ha impedido que por sus conexiones políticas tenga ahora un alto puesto de analista en una institución en Washington. He conocido miembros de la inteligencia norteamericana que trabajando en defensa tenían poco conocimiento sobre armamento y tecnología militar. Esto lo menciono porque considero por la calidad de analistas, tanto de institutos como del Gobierno, que he conocido directa e indirectamente por su trabajo en Washington, que no se puede esperar de forma segura una evaluación de inteligencia estadounidense que goce siempre de un alto nivel de confianza en cuanto a su exactitud, fiabilidad y certeza, pues la falta de conocimiento profundo técnico o de razonamiento bien informado abunda y es extensa.
 
Debemos de recordar también el reciente caso de una analista en Siria que trabajaba en el Instituto para el Estudio de la Guerra (Institute for the Study of War) de Washington D.C., y que sostenía en un artículo publicado por el periódico 'The Wall Street Journal' la idea errónea de que grupos insurgentes islamistas radicales no juegan un papel determinante en las operaciones militares rebeldes en Siria y de que dichos extremistas no han infiltrado grupos rebeldes sirios "más moderados". La noción equivocada derivada de dicho artículo, de que las fuerzas islamistas radicales -incluyendo las vinculadas a Al Qaeda- son poco numerosas e influyentes entre los rebeldes en Siria, fue adoptada por el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, durante vistas en el Congreso de EE.UU. en Washington y por el senador republicano de Arizona John McCain, ambos citando el mencionado artículo y a su autora, quien fue echada de su puesto en su instituto por haber mentido que tenía un doctorado de la Universidad de Georgetown. También se reveló que la exanalista del Instituto para el Estudio de la Guerra era pagada para trabajar para la Fuerza de Tarea de Emergencia Siria (Syrian Emergency Task Force) y que tenía lazos con comandantes rebeldes sirios. La Fuerza de Tarea de Emergencia Siria es un grupo a favor de la oposición siria y en contra del Gobierno de Siria, y que cabildea en el Congreso de EE.UU. para lograr la intervención de EE.UU. en Siria. Según la publicación en Internet The Daily Caller, la mencionada analista de Siria trabajaba a favor de la causa de los rebeldes sirios y el grupo cabildero la Fuerza de Tarea de Emergencia Siria asesoraba tanto al secretario de Estado John Kerry como al senador John McCain.
 
El secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, mal informado por analistas de Washington tanto de institutos no gubernamentales como por sus expertos del Departamento de Estado: 



Otro punto a discutir es el siguiente argumento esgrimido por la Casa Blanca: "Nosotros evaluamos que la oposición [siria] no ha usado armas químicas". Este planteamiento está equivocado y es falso, pues la evidencia existente apunta a que los rebeldes ya han usado armas químicas y en particular el gas sarín en combate desde al menos marzo de este año. Hay que recordar los vastos medios de inteligencia y vigilancia de EE.UU. (basta ver el caso de Edward Snowden) y tomar en cuenta el hecho de que Washington no es un actor imparcial en el conflicto sirio, sino que más bien ha estado ayudando a los rebeldes, por ejemplo con armas, entrenamiento, apoyo logístico y probablemente con información de inteligencia, por tener el objetivo de tumbar por la fuerza al actual Gobierno sirio. Por lo tanto, tomando todo esto en consideración, el argumento de que la oposición siria no ha usado armas químicas no es meramente un error sino un falso testimonio, utilizado por Washington para tapar el hecho de que los rebeldes usaron gas nervioso para así culpar al Gobierno sirio de haberlo hecho y así justificar la tan deseada intervención militar de EE.UU. y sus aliados en la guerra de Siria para lograr la victoria militar de los rebeldes.

Washington sabe que los rebeldes por sí solos no pueden ganar la guerra para así derrocar al Gobierno sirio. Solo una intervención militar al estilo de la guerra de Libia del 2011 podría lograr la derrota del Ejército sirio y el tan deseado cambio de Gobierno en Damasco a favor de la oposición siria, apoyada política y diplomáticamente y con armas, entrenamiento, inteligencia y apoyo logístico en diversos grados de intensidad y tipo de apoyo por EE.UU., el Reino Unido, Francia, Arabia Saudita, Turquía, Catar, Israel, Jordania, Emiratos Árabes Unidos, Libia y Alemania.    

Es importante tomar en cuenta el testimonio de Carla del Ponte, exprocuradora general de Suiza, exfiscal del Tribunal Penal Internacional para la ex-Yugoslavia, exfiscal jefe de la Corte Penal Internacional de la Organización de las Naciones Unidas y actualmente miembro de la comisión independiente de la ONU encargada de investigar violaciones a los derechos humanos y crímenes de guerra en Siria. En una entrevista con la televisión suizo-italiana, del Ponte dijo a comienzos de mayo pasado hablando en italiano: "Nuestros investigadores han estado en países vecinos entrevistando víctimas, doctores y hospitales de campaña y, de acuerdo a su informe de la semana pasada que he visto, hay fuertes, concretas sospechas pero todavía no pruebas incontrovertidas del uso de gas sarín, por la forma como las víctimas fueron tratadas". Concluyendo, la investigadora suiza de la ONU añadió: "Esto fue un uso [de gas sarín] por parte de la oposición, los rebeldes [sirios], no por las autoridades del Gobierno".

La investigadora de la ONU Carla del Ponte declarando en entrevista doblada al inglés el hecho que su equipo investigador descubrió evidencia que apunta al uso de gas sarín por parte de los rebeldes sirios: 


Aunque Carla del Ponte no especificó cuándo o dónde los rebeldes sirios habrían usado armas químicas, es muy probable que su comisión investigadora haya examinado evidencia del ataque químico del 19 de marzo de 2013 en Khan al Asal, un suburbio occidental de Alepo, la segunda ciudad en importancia de Siria, en el norte del país. Según investigaciones llevadas a cabo por un equipo de expertos de Rusia, los rebeldes usaron gas nervioso sarín en el ataque del 19 de marzo de este año en Khan al Asal. Los resultados iniciales de la investigación fueron presentados por el embajador ruso ante la ONU, Vitali Churkin, este julio en las Naciones Unidas. Basándose en el análisis de muestras examinadas por un laboratorio ruso certificado por la Organización para la Prohibición de Armas Químicas, el gas usado en el ataque en Khan al Asal fue sarín fabricado no de manera industrial, como habría sido gas sarín usado por el Ejército sirio, sino de manera casera, en una instalación clandestina. Debe añadirse sobre este ataque perpetrado en marzo pasado al oeste de Alepo que en el mismo murieron 26 personas, de las cuales 18 fueron soldados sirios, habiendo además 86 heridos.

Abriendo un paréntesis, la lógica apunta a que el Ejército sirio no habría atacado a sus propios soldados, sino que el ataque se habría realizado por rebeldes sirios que deseaban no solo matar a soldados del Gobierno sino también crear con el uso de gas sarín un incidente con el que se podría acusar al Gobierno sirio de haberlo hecho, el blanco de acusaciones más fácil en este particular, ya que Siria se estima posee un arsenal con 1.000 toneladas de armas químicas y por la campaña de propaganda sostenida por parte de la oposición siria magnificada por medios de prensa internacionales y por Gobiernos enemigos de Damasco como el estadounidense, el británico y el francés. La lógica mencionada contradice la falta de lógica del argumento esgrimido por la Casa Blanca al declarar que un "examen de sentido común" en lugar de "evidencia irrefutable, fuera de toda duda" (que ni el régimen de Obama ni sus aliados contra Siria tienen) muestra que el Gobierno sirio es responsable de usar armas químicas.

Sobre esto debe añadirse que el Gobierno sirio ha declarado una y otra vez que nunca usará armas químicas contra su propio pueblo sino contra fuerzas extranjeras enemigas que atacasen a Siria con armas de destrucción masiva y la invadiesen poniendo en peligro su existencia como Estado. La razón primordial de que tienen este tipo de armas es como disuasión estratégica contra un ataque que amenace la estabilidad política del país (intento de derrocar el Gobierno), la integridad nacional siria o su independencia, en caso de invasión o como disuasión contra un ataque israelí con armas de destrucción masiva que amenazase la supervivencia nacional. Y en este sentido recordemos que Israel tiene un arsenal de entre 200 y 400 armas nucleares, si no más, poseyendo además armas químicas y armas biológicas. Sin armas nucleares, Siria cuenta con su arsenal de armas químicas para disuadir a potencias vecinas hostiles como Israel originalmente y como Turquía últimamente de cometer un ataque en gran escala contra su soberanía.      

La investigación rusa presentada por el embajador Vitali Churkin en la ONU en julio reveló que los cohetes de artillería, no guiados, que se usaron para lanzar el gas sarín en el ataque al oeste de Alepo de marzo pasado fueron construidos de manera improvisada, siendo el tipo de cohete lanzado "no de un estándar para uso químico". Según los investigadores rusos, estos cohetes hechos de manera improvisada por los rebeldes en talleres sobre el terreno y usados también de manera improvisada para lanzar armas químicas son del tipo Bashair-3, que según informes de inteligencia empezaron a ser fabricados en febrero de este año por la llamada brigada Bashair al Nasr del Ejército Libre de Siria.   

Video propagandístico de los rebeldes sirios, presuntos islamistas, mostrando componentes químicos de la compañía turca Tekkim y un laboratorio casero, demostrando el uso de un gas tóxico con conejos que mueren por sus efectos [Se advierte la presencia de escenas fuertes de crueldad hacia los animales]. Según la publicación de Internet nsnbc ìnternational, los rebeldes amenazan a aquellos sirios que no apoyen a la insurgencia: 




El gas nervioso sarín es el más volátil de los gases nerviosos pasando rápidamente de estado líquido a estado gaseoso, propagándose en el aire así con facilidad, lo que también implica que se evapora más rápidamente que otros agentes nerviosos. Por ello el sarín líquido se convierte en gas y se esparce de manera rápida, con efectos letales inmediatos al ser inhalado, pero es de corta duración en el aire. Siendo 20 veces más letal que el cianuro, la inhalación del gas nervioso sarín puede provocar la muerte por parálisis de los músculos cardíacos y pulmonares de en menos de un minuto a unos minutos, siendo suficiente una gota de sarín del tamaño de una cabeza de alfiler para matar a una persona adulta. El gas sarín puede ser absorbido por la ropa de las víctimas que han estado expuestas al gas nervioso, permaneciendo activo en la ropa y así pudiendo todavía contaminar y afectar a otras personas por un tiempo limitado. El sarín también puede contaminar el agua y alimentos expuestos al agente nervioso en estado gaseoso y líquido.    

El agente nervioso sarín puede ser fabricado por una entidad no estatal como se vio en el caso de la secta apocalíptica japonesa Aum Shinrikyo, que con sus recursos económicos produjo el agente nervioso sarín, utilizándolo en dos ataques terroristas, siendo el primero en junio de 1994 en la ciudad de Matsumoto, matando a siete personas y afectando a unas 600, muriendo recientemente una octava víctima. El segundo ataque con gas sarín por Aum Shinrikyo, más famoso, fue el 20 de marzo de 1995 en el metro tren de Tokio, matando a 13 personas y afectando a más de 5.000, la inmensa mayoría de manera leve, registrando los hospitales 17 víctimas en estado crítico, 37 en estado severo y otras 984 afectadas de manera moderada sufriendo problemas de visión.

La estación de Kasumigaseki del metro de Tokio, una de las afectadas por el ataque de gas sarín de 1995. Terroristas islamistas operando en Siria apoyados por EE.UU. y Arabia Saudita podrían usar gas sarín para atacar estaciones de metro en Europa en un futuro: 



Cabe añadir el hecho curioso que el ataque con gas sarín en Khan al Asal del 19 de marzo de este año, perpetrado presuntamente por los rebeldes sirios, se haya llevado a cabo un día antes del 18 aniversario del ataque con también gas sarín por la secta Aum Shinrikyo un 20 de marzo de 1995 contra el metro de Tokio. ¿Coincidencia? ¿O una broma de mal gusto del servicio de inteligencia extranjero que habría ordenado a los rebeldes de la brigada Bashair al Nasr, del Ejército Libre de Siria, que ejecutase el ataque en Khan al Asal un día antes del aniversario del ataque con gas sarín de Tokio, como negro recordatorio del acto perpetrado por Aum Shinrikyo en la historia del uso de armas químicas, y quizás por su simbolismo como un nuevo ataque químico haciendo las veces de casi continuación histórica tras el ataque terrorista del 20 de marzo de 1995 en el metro de la capital japonesa? Solo un pensamiento y una hipótesis.      

Los rebeldes del Ejército Libre de Siria habrían ejecutado el ataque al oeste de Alepo en Khan al Asal para crear un incidente con armas químicas que la oposición siria no tardó en acusar a las fuerzas del Gobierno de haberlo llevado a cabo. La intención del ataque habría sido crear un casus belli que justificase una intervención militar del principal patrocinador de los rebeldes, EE.UU., y también de aliados como el Reino Unido y Francia a la cabeza, además de Turquía, Israel, Arabia Saudita y Catar. El intento fracasó en causar una intervención militar occidental, pero quienes habrían ordenado a los rebeldes a atacar en Khan al Asal para inculpar al Gobierno sirio lo habrían vuelto a intentar aparentemente en mayor escala en la madrugada del 21 de agosto pasado en el suburbio occidental de Damasco de Guta. Este ataque químico proporcionó la justificación definitiva y la excusa provocada buscada por el régimen de Obama para intervenir militarmente en una guerra impopular no solo para la mayoría de la opinión pública de EE.UU. sino también para la mayoría del público del Reino Unido y Francia.

Como nota paralela al uso de armas químicas, la Casa Blanca buscaba justificar la ya aplazada intervención militar liderada por EE.UU. en gran medida gracias al efecto provocado deliberadamente en las emociones de los occidentales por los cientos de videos de internet producidos a propósito por la campaña de propaganda de los rebeldes y activistas de la oposición siria.  Esto constituía una ofensiva mediática de la oposición y los rebeldes sirios como parte de su guerra de información contra el Gobierno sirio, apoyados en la guerra de propaganda por EE.UU. y sus aliados europeos y del Cercano Oriente. Estos estaban -y están- deseosos de crear un incidente que llevase al bombardeo de las Fuerzas Armadas sirias para así prevalecer sobre el Ejército sirio en el campo de batalla, algo que no podrían lograr sin el apoyo aéreo estadounidense y de sus potencias aliadas con su esperada superioridad y supremacía aéreas. Un buen ejemplo de esto se vio en la intervención militar aérea de EE.UU. y la OTAN en Libia en 2011 a favor de los rebeldes y en contra de las Fuerzas Armadas gubernamentales libias.

El entusiasmo imperioso del régimen de Obama a intervenir tras el ataque químico de Guta, intervención militar que los rebeldes estaban seguros iba a producirse y que por ello la esperaban, apuntaría a que EE.UU., el líder de las potencias que intervienen en Siria apoyando a los rebeldes, habría estado involucrado, probablemente a través de su Agencia Central de Inteligencia, la CIA, en planificar no solo el ataque químico de Khan al Asal del 19 de marzo sino también el de Guta del 21 de agosto, que proporcionó la excusa para justificar su tan buscada intervención militar directa en el conflicto sirio. Excusa que se vio aguada por la propuesta rusa del desarme de Siria de su arsenal químico que Washington al parecer no esperaba pero que al final tuvo aparentemente la sabiduría de aceptar.      

Es de interés mencionar que durante las recientes conversaciones de Ginebra entre el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, y el Ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, se reportó el sábado 14 de septiembre que Kerry reconoció que de uno a dos depósitos de armas químicas están en territorio bajo el control de los rebeldes sirios. Con relación a esto, se le preguntó al ministro de Asuntos Exteriores ruso en una entrevista publicada el 22 de septiembre sobre informes provenientes de Israel de que los rebeldes sirios habrían por lo menos ocupado dos áreas en donde se hallaban instalaciones de armas químicas, probablemente depósitos, y que dichas armas podrían haber caído en manos de los insurgentes. Lavrov contestó que "de acuerdo con nuestras estimaciones, es probable que los datos que proporcionan los israelíes sean verídicos". El ministro ruso de Exteriores comentó también que los rebeldes estarían desarrollando armas químicas de manera casera en sus propios laboratorios, al hablar de "los laboratorios de cosecha propia donde los milicianos (rebeldes) tratan de 'cocinar infusiones' maliciosas y mortales".    

Mapa del conflicto de Siria mostrando en rojo las ciudades y áreas bajo control del Gobierno, en verde el territorio y poblaciones controladas por los rebeldes y en amarillo las ciudades y crema las zonas del norte de Siria fronterizas con Turquía controladas por los kurdos: 



Esto les daría acceso a los rebeldes a parte del arsenal de armas químicas de Siria, que incluye los gases nerviosos sarín y VX, este último más letal que el sarín, y el gas mostaza (mostaza sulfurada o iperita). Se estima que el arsenal de armas químicas de Siria, estimado en 1.000 toneladas, estaría esparcido en 50 instalaciones incluyendo cinco fábricas de armamento químico, estando estas localizadas en las ciudades de Al Safira, en la provincia de Alepo, en Hama, en Homs, en Latakia y en Palmira. Se ha reportado [http://defenceforumindia.com/syrian-crisis-chemical-weapons-451] también que la mayor parte de los depósitos de armas químicas sirias se hallan en el norte del país cerca de la frontera con Turquía. Esto indicaría que los rebeldes sirios podrían estar controlando en la realidad más de dos depósitos de armas químicas sirias y que hayan depósitos en peligro de caer en manos de los guerrilleros y terroristas de la insurgencia siria, tanto del Ejército Libre de Siria como de grupos afiliados a Al Qaeda, que controlan largas extensiones de territorio en la parte septentrional de Siria al sur de la frontera con Turquía.

De acuerdo a la publicación de Internet The Daily Caller, haciendo referencia a informes de inteligencia de Francia y Jordania, guerrilleros del Frente Al Nusra, vinculado a Al Qaeda, capturaron un depósito de armas químicas en Alepo, en el norte de Siria, el 17 de mayo de este año, capturando también poco después una unidad de cohetes de artillería del Ejército sirio en Dera, en el suroeste del país, en la frontera con Jordania. Esto le daría al Frente Al Nusra la capacidad de atacar con cohetes de artillería dotados de armas químicas al Ejército sirio o a blancos civiles para inculpar al Gobierno sirio de haber cometido el ataque y así provocar una intervención militar de EE.UU. y sus aliados.

Con respecto a los informes de inteligencia de que el Frente Al Nusra habría capturado un depósito de armas químicas en Alepo el 17 de mayo pasado, la prensa de Turquía reportó el 30 de mayo siguiente que la Policía turca detuvo a 12 sospechosos de pertenecer al Frente Al Nusra en las ciudades de Adana y Mersin, del sureste de Turquía, ciudades ambas que forman actualmente la conurbación del Área Metropolitana Adana-Mersin. La Policía les confiscó en la ciudad de Adana a los detenidos 2 kilogramos de sarín, equivalente a unas 4,4 libras o a 2 litros. Las autoridades turcas negaron después que se les haya confiscado sarín a los sospechosos de pertenecer al Frente Al Nusra, llegando a decir el embajador turco ante Moscú que la substancia requisada en Adana no era el agente nervioso sino anticongelante para automóviles. Sin embargo, no es ningún secreto que Turquía activamente apoya a los rebeldes sirios, proporcionándoles santuario y lugares de entrenamiento en su territorio, además de apoyo material. El sarín confiscado a los presuntos miembros del Frente Al Nusra –de haber sido realmente el agente nervioso– pudo haber venido del depósito capturado por el grupo guerrillero vinculado a Al Qaeda unas dos semanas antes en Alepo. La ciudad de Alepo, sede de la provincia que lleva su nombre, está a 186 kilómetros de la ciudad de Adana en Turquía.  

Pista de aterrizaje de la base aérea de Incirlik:



La ciudad turca de Adana, a 100 kilómetros de la frontera con Siria, es sede de la importante base aérea turca y de la Fuerza Aérea de EE.UU. de Incirlik. Según reportó Reuters en julio del 2012, en Adana se halla un "centro neurálgico" militar de mando, control y comunicaciones administrado por Turquía junto con Arabia Saudita y Catar en apoyo a los rebeldes sirios. Este centro se estableció después que el príncipe Abdelaziz bin Abdalá al Saud, viceministro de Asuntos Exteriores saudita y el tercer hijo del rey Abdalá de Arabia Saudita, visitase Turquía y solicitase el establecimiento de dicho centro de mando, control y comunicaciones destinado a supervisar las operaciones de los rebeldes en Siria. Esta base serviría también para suministrarles armas y apoyo logístico a los rebeldes, ya que tanto Turquía como Arabia Saudita y Catar le dan armas a la insurgencia siria. Lo que no parece claro es si este centro de mando está en la ciudad de Adana o en la base aérea de Incirlik, donde ya operaría un centro de entrenamiento y apoyo a los rebeldes dirigido por la CIA estadounidense.
El Dr. Lajos Szászdi es analista de asuntos de defensa, seguridad y relaciones internacionales, autor,  conferenciante y comentador en la televisión y la radio 

Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de RT.

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