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El uso de armas químicas en Siria y las acusaciones de la Casa Blanca contra Damasco: Una desinformación deliberada mal informada (Parte II)

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El uso de armas químicas en Siria y las acusaciones de la Casa Blanca contra Damasco: Una desinformación deliberada mal informada (Parte II)
En una entrevista concedida al periódico 'Washington Post' durante la 68.º Asamblea General de las Naciones Unidas, el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, dijo: "Con ocasión del incidente en Alepo el 19 de marzo, cuando las Naciones Unidas, bajo la presión de algunos miembros del Consejo de Seguridad, no respondieron a la solicitud del Gobierno sirio de enviar inspectores a investigar, Rusia, a petición del Gobierno sirio, investigó, y los resultados de esta investigación están ampliamente disponibles para el Consejo de Seguridad y el público". Los "algunos miembros" del Consejo de Seguridad habrían sido los miembros permanentes Estados Unidos, el Reino Unido y Francia, miembros liderados por EE.UU. y que en base al testimonio de Lavrov presionaron probablemente al secretario general de la ONU, el surcoreano Ban Ki-moon (y no olvidemos que Corea del Sur es un satélite de la órbita geopolítica de Washington al depender de EE.UU. para que la defienda de un ataque de Corea del Norte), para que no enviara investigadores y así no se supiese la verdad de quién realmente llevó a cabo los ataques químicos anteriores al 21 de agosto, particularmente el ataque al oeste de Alepo del 19 de marzo de este año. La evidencia presentada por Rusia tras sus investigaciones apunta a que el ataque con gas sarín del 19 de marzo en Khan al Asal fue obra de los rebeldes sirios, como mencioné en la primera parte de este blog. 

El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov



Fue la Casa Blanca quien declaró que un "examen de sentido común" determinaría que el Gobierno sirio llevó a cabo los ataques con armas químicas en Siria, reconociendo a la vez que el régimen de Obama carece de "evidencia irrefutable, fuera de toda duda" de que el Gobierno sirio usó armas químicas. Más bien, la evidencia de los actos y declaraciones llevadas a cabo por EE.UU. indica basado en un "examen de sentido común" que Washington quería evitar una investigación oficial de los ataques químicos de antes del 21 de agosto. La lógica apuntaría a que el Gobierno de EE.UU. se oponía a esta investigación para que no se supiese la verdad de quién perpetró esos ataques. La evidencia apunta a que fueron los rebeldes, autores también del ataque del 21 de agosto en el suburbio de Guta, al este de Damasco. ¿La lógica y el examen de sentido común del motivo de estos ataques con gas sarín por los rebeldes? Para provocar incidentes que justificasen una intervención militar liderada por EE.UU., tras cruzarse la 'línea roja' del uso de armas químicas trazada por el presidente de EE.UU., Barack Hussein Obama. Fue conveniente para sentar las bases de una intervención militar el que Obama haya declarado el cruzar su 'línea roja' al usarse armas químicas en Siria (armas que según Washington también convenientemente solo el Gobierno sirio tenía y podía usar y nadie más) para justificar un ataque contra Siria, fue conveniente que los rebeldes usasen gas sarín para culpar al Gobierno sirio de hacerlo y así justificar la intervención militar y fue conveniente también que EE.UU. (el más probable candidato según el "examen de sentido común") se opusiese a una investigación de la ONU de los autores del ataque químico del 19 de marzo en Khan al Asal, al oeste de la ciudad de Alepo. Y claro, el régimen de Obama no querría una investigación, como la que hizo Rusia, porque entonces se sabría la verdad, que no fue el Gobierno sirio quien llevó a cabo los ataques químicos sino los rebeldes para provocar un incidente que sirviese de casus belli. 

Así, según el "examen de sentido común" de la Casa Blanca, esta hacía lo posible para evitar una investigación que revelase la verdad de la autoría de los ataques químicos en Siria, esta apoya a los rebeldes con armas inclusive y esta trazó una 'línea roja' que los rebeldes cruzaron al usar gas sarín, acusando al Gobierno de hacerlo para justificar la tan deseada intervención militar. Esta lógica apunta más bien a que EE.UU. y el régimen de Obama sabían de antemano quién realizó los ataques químicos en Siria, los rebeldes, y preparó el terreno para una intervención militar en Siria, utilizando el uso de gas sarín por los rebeldes, a propósito, para intervenir en Siria, al ser evidente que sin poderío aéreo ni artillería ni armamento pesado los rebeldes no podrán ganar la guerra contra el Ejército sirio. Incluso, el Ejército sirio estaba ganando con armas convencionales cuando ocurrió el ataque químico al este de Damasco del 21 de agosto, no necesitando usar armas químicas para ganar, ni usarlas para provocar a EE.UU. a intervenir. La lógica lo dice y un "examen de sentido común" también, examen que más bien apunta a que el régimen de Obama actuó con premeditación y que habría sabido que los rebeldes tenían gas sarín, aprobando su uso por los insurgentes (de ahí su oposición a una investigación de la ONU). En apoyo de la insurgencia siria Washington habría estado utilizando la propaganda de los rebeldes y la oposición siria (apoyada y financiada por EE.UU. y aliados como los saudíes) acusando al Gobierno sirio de haber cometido los ataques, para así poder alegar que la 'línea roja' de Obama se cruzó y por ello poder EE.UU. tener la justificación 'moral' para emplear su poderío aéreo y de misiles crucero. Esto pensaba hacer el Gobierno estadounidense sin permiso de la ONU y por ello ilegalmente, para destruir a las Fuerzas Armadas sirias y así ayudar a los rebeldes sirios a prevaler en el campo de batalla, al estilo de Libia en 2011.  

El presidente de EE.UU., Barack Hussein Obama, con el rey Abdalá de Arabia Saudita, con quien mantiene estrechos lazos estratégicos


Veamos otros argumentos que descalifican los de la Casa Blanca según su "examen de sentido común":

a. Damasco ha dicho más de una vez que no usará nunca su arsenal químico contra su pueblo sino contra un ataque extranjero.

b. El arsenal químico sirio es esencialmente estratégico y disuasorio, para disuadir principalmente a Israel de invadir a Siria con sus formidables Fuerzas Armadas convencionales o de que use sus armas de destrucción masiva contra Siria, con quien está técnicamente en estado de guerra desde 1948. Israel posee armas nucleares (Siria no las tiene), armas químicas y armas biológicas. 

c. La lógica dice que Siria no usaría sus armas químicas en presencia de inspectores de la ONU, que estaban en Damasco el 21 de agosto pasado, cuando se realizó el ataque con gas sarín de Guta, ante las amenazas de la 'línea roja' declarada por Obama.

d. Damasco, de usar armas químicas, las usaría contra los rebeldes y no contra su pueblo, estando los civiles sirios en territorio ocupado por los rebeldes en espera de ser liberados por el Ejército sirio. Según un estudio de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), liderada por EE.UU., del que se reportó el 31 de mayo pasado, el 70% del pueblo sirio apoya a su Gobierno, el 20% permanece neutral y solo un 10% de los sirios apoyan a los rebeldes. El Gobierno sirio no atacaría a su pueblo con armas químicas no solamente por serlo, pero tampoco lo haría porque un 90% de los sirios no apoya a los rebeldes, habiendo del total un 70% que apoya a su joven presidente, Bashar al Assad. Más bien lo liberaría de los rebeldes, la mayor parte de los cuales son islamistas suníes y muchos de los cuales son extremistas extranjeros. En cambio, a los rebeldes no les importaría lanzar gas nervioso sarín contra civiles, incluso sabiendo ya para el 21 de agosto que un 90% de la población siria no está con ellos. El ataque químico de Guta del 21 de agosto habría sido para los rebeldes sirios equivalente a lanzar armas químicas contra sus enemigos al tomar a civiles sirios como blanco, por estar la mayoría en contra de los insurgentes. Con todo esto, la propaganda de EE.UU. y de sus aliados pinta al presidente de Siria como Adolf Hitler y Saddam Hussein, al decir que ataca deliberadamente a su pueblo. Así el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, lo comparó, a pesar de que en 2009 antes de la guerra de Siria había con su mujer cenado junto con Bashar al Assad y su esposa en una pequeña mesa de manera íntima e informal. Ni siquiera Hitler atacó con su poderío militar a los alemanes no judíos y Saddam Hussein cuando usó sus armas químicas contra los kurdos en 1988 lo hizo por considerarlos enemigos no árabes. Pintar a Bashar al Assad como tan malo como estos carece de credibilidad y peso, a menos, claro, que los ingenuos se crean toda la propaganda inventada por EE.UU., por sus aliados y por la oposición siria y los rebeldes con apoyo técnico americano y dinero saudita.
 
Los Kerry cenando con los Assad en 2009

 

 
e. La lógica apunta a que quien saldría beneficiado del ataque químico del 21 de agosto al este de Damasco serían los rebeldes y no el Gobierno, por la reacción internacional que se desataría al perpetrarse un ataque químico que al parecer mató centenares de civiles, estando además investigadores de la ONU en Damasco para investigar los anteriores ataques químicos como el de Alepo del 19 de marzo. Sería como que si el Gobierno sirio deliberadamente atacase con armas químicas porque deseaba que EE.UU. interviniese militarmente contra sus fuerzas para que las fuerzas estadounidenses las destruyesen y así permitiesen que los rebeldes ganasen a sus fuerzas y lo tumbasen del poder. ¿"Examen de sentido común"? Parece ser que ni Obama ni su personal de la Casa Blanca o del Departamento de Estado ni sus amigos del Congreso son capaces de inventarse un mejor argumento. 

Hay que saber contar cuentos y saber mentir o tener un mejor sentido común y saber razonar. Abriendo un breve paréntesis sobre este último punto, según un reciente estudio publicado como libro, un gran número de estudiantes universitarios en EE.UU. no sabe razonar. Según un informe noticioso publicado por la Compañía McClatchy de publicaciones de periódicos, un 45% de los estudiantes universitarios en EE.UU. durante sus primeros dos años de estudio no habían mejorado en su falta de "pensamiento crítico, razonamiento o habilidades de redacción" y un 36% de los estudiantes no habían mostrado progreso en estas áreas de pensamiento analítico tras cuatro años de estudios universitarios. Así, muchos de los estudiantes terminaban graduándose de la universidad "sin saber cómo cernir un hecho de una opinión, hacer un claro argumento escrito o revisar objetivamente informes opuestos (contradictorios) de una situación o evento", conclusión llegada tras hacerse un estudio de estudiantes de 24 universidades en EE.UU. desde las más selectivas hasta las menos selectivas. Parece ser que en la Casa Blanca muchos también caerían dentro de esta categoría. Empero, es muy probable que este problema de falta de razonamiento y pensamiento crítico sea también muy extenso entre la población estadounidense adulta que no ha ido a la universidad o que parcialmente ha tenido estudios universitarios sin obtener un diploma, que serían la mayoría de los estadounidenses. Esto es, por cierto, terreno fértil para que sean dominados por un sistema autoritario y por propaganda mediática. 

Pero como dijo un alto asesor del presidente Obama (el mismo que habló del "examen de sentido común"), el Gobierno de EE.UU. carece de "evidencia irrefutable, fuera de toda duda". ¡Claro! Ahí dijeron la verdad. Carecen de evidencia irrefutable porque no existe, porque quienes usaron las armas químicas en Siria han sido los rebeldes, probablemente islamistas. Veamos la evidencia recolectada a través de inteligencia de fuentes abiertas ('open sources intelligence').

Vitali Churkin, embajador de Rusia ante la ONU, que presentó ante el Consejo de Seguridad el informe técnico ruso sobre el ataque con gas sarín en Khan al Asal de marzo pasado



Según el informe de unas 100 páginas elaborado por expertos rusos sobre el ataque con gas nervioso sarín del 19 de marzo pasado en el suburbio de Khan al Asal de la ciudad de Alepo, los atacantes usaron para lanzar el sarín los cohetes de artillería Bashair-3 construidos de manera improvisada por la brigada Bashair al Nasr del Ejército Libre de Siria. El análisis de las muestras tomadas por los investigadores rusos halló la presencia del explosivo RDX, conocido también como hexógeno, que según reporta Novosti "no se emplea en municiones reglamentarias", como los cohetes de artillería. El RDX habría sido utilizado de manera improvisada por los rebeldes que fabricaron de manera artesanal el cohete Bashair-3, al no tener a la mano explosivos reglamentarios diseñados para su uso militar en cohetes de artillería convencionales, como los que usa el Ejército sirio. El RDX es un explosivo para usos militares e industriales, uno de los explosivos más potentes que hay y que se utiliza por ejemplo para demoliciones controladas, como la del puente Jamestown, en el estado de Rhode Island, en la que se usaron 75 libras de RDX en 350 cargas huecas de forma lineal. 

Según Richard Guthrie, antiguo jefe de proyecto del Proyecto de Guerra Química y Biológica del Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz (SIPRI según sus siglas en inglés) de Suecia, citado en un informe noticioso del Buró de Washington de la Compañía McClatchy al hablar del explosivo RDX dijo: "Las fuerzas militares no tienden a usarlo porque es muy costoso", añadiendo que "yo estaría de acuerdo en que sería improbable para un tradicional, bien planeado programa de desarrollo de cohetes [de artillería] de corto alcance el usar RDX en ese papel". Aun reconociendo esta realidad, Guthrie especulaba que Siria podría haber usado en cohetes de artillería fabricados localmente el explosivo RDX como acto de desesperación a falta de otros explosivos. Esto sería improbable, ya que el bien equipado Ejército sirio no ha dejado de recibir armamento y municiones del mercado internacional desde que empezó el conflicto en 2011 para reemplazar lo utilizado, teniendo para ello fondos disponibles incluyendo los facilitados por sus aliados. No necesita por ello fabricar armamento usando lo que hallase para carga explosiva, como en el caso de Alemania en los últimos meses de la Segunda Guerra Mundial, ya que puede comprar cohetes de artillería con carga explosivas ya incluidas y diseñadas para proyectiles de artillería, listos para ser disparados. Esto excluye el uso de RDX en las municiones convencionales usadas por el Ejército sirio por ser un tipo de explosivo costoso que no sería desperdiciado en las cargas explosivas de cohetes de artillería no guiados importados.     

Debe de señalarse, en cambio, el uso del explosivo RDX en ataques terroristas con bombas por terroristas islamistas suníes. Cabe recordar en este sentido que la mayor parte de los rebeldes sirios son también islamistas suníes. El 12 de marzo de 1993 se llevaron a cabo los atentados múltiples con coches bomba en la ciudad de Bombay, en la India. Hubo 13 explosiones con coches y motos bomba usando el explosivo RDX que detonaron de manera coordinada, muriendo unas 257 personas y resultando unas 1.400 heridas, siendo este el ataque con explosiones de bombas más destructivo y mortífero de la historia de la India. Se acusa al que fue líder de la organización criminal mafiosa Compañía-D de Bombay, Dawood Ibrahim, de haber ordenado y organizado los atentados, asistido por su lugarteniente, Tiger Memon, coautor de los ataques. Se ha dicho que la organización criminal Compañía-D estaba compuesta en gran medida por musulmanes que habrían sido suníes. Para cometer los atentados esos hombres enviaron a 19 a ser entrenados en el uso de armas y cómo hacer bombas a Pakistán a través de Dubai, capital de uno de los Emiratos Árabes Unidos que lleva su nombre. Los Emiratos Árabes Unidos son uno de los países árabes del Golfo Pérsico que apoyan a los rebeldes sirios. Tras los atentados miembros de la familia de Tiger Memon huyeron a Dubái y a Pakistán. Uno de los miembros de Compañía-D, Dawood Phanse, fue encontrado culpable en la India entre otros cargos de organizar el desembarco en la población costera de Shekhadi de casi 3.000 kilos de RDX y de haber asistido a una reunión conspiratoria en preparación del ataque con los autores Dawood Ibrahim y Tiger Memon en Dubái, Emiratos Árabes Unidos. 

Dawood Ibrahim, líder de organización criminal de tráfico de drogas, aliado de Al Qaeda y autor de los atentados con bomba de Bombay de 1993, para los cuales habría recibido apoyo de Dubái, de los Emiratos Árabes Unidos, utilizando el explosivo RDX para los ataques terroristas.



Según funcionarios estadounidenses, se cree que Dawood Ibrahim se mantiene activo entre Dubái y Pakistán. De acuerdo con el Departamento del Tesoro de EE.UU., Dawood Ibrahim viajó a fines de la década de los 90 a Afganistán bajo la protección de los talibanes. Ibrahim también ha financiado al grupo separatista islamista de Cachemira Lashkar-e-Taiba, responsable de atentados terroristas en la India. Según la misma fuente, la organización criminal de Dawood Ibrahim tenía lazos con Osama bin Laden y su red terrorista Al Qaeda. Envuelta en el tráfico de drogas al Reino Unido y Europa occidental, la organización criminal de Dawood Ibrahim compartía sus rutas de contrabando en Asia meridional, en Oriente Medio y en África con Al Qaeda, habiendo llegado según informes a un acuerdo financiero con Al Qaeda para ayudar a la red terrorista a usar dichas rutas con facilidad. Por estos motivos en 2006 la Interpol expidió un "aviso especial" contra Dawood Ibrahim para su arresto, revelándose que sus operaciones se extienden a Baréin, Kuwait, Catar, Arabia Saudita y Omán, poseyendo pasaportes de Emiratos Árabes Unidos, Pakistán y Yemen. Arabia Saudita y Catar son posiblemente las principales fuentes financieras del golfo Pérsico de los rebeldes sirios, a las que se unirían los Emiratos Árabes Unidos.     

Otros actos terroristas con bomba en que se usó el explosivo RDX fueron los atentados suicidas contra dos aviones comerciales de pasajeros rusos el 24 de agosto de 2004. Los dos aviones explotaron en pleno vuelo a minutos de distancia, habiendo despegado de Moscú al volar el uno rumbo a Volgogrado (la antigua Stalingrado) y el otro avión a Sochi, en la costa del mar Negro. Los atentados causaron la muerte de 89 personas, habiéndose confirmado que RDX fue utilizado. El líder guerrillero y terrorista separatista checheno Shamil Basáyev se atribuyó la autoría de los atentados. De acuerdo con el trabajo de Robert W. Kurz y Charles K. Bartles los atentados fueron perpetrados por dos mujeres chechenas que actuaron como bombarderos suicidas. Según este estudio, Basáyev estaba asociado a Amir al Khattab, comandante guerrillero nacido en Arabia Saudita que fue veterano de la guerra de Afganistán de la década de los 80 contra las fuerzas soviéticas y que fue a Chechenia en 1995 proveniente de su país natal. Khattab trajo consigo a Chechenia la doctrina radical islámica del wahhabismo importada de Arabia Saudita. Junto a Basáyev establecieron una unidad de combate guerrillera, la Brigada Internacional Islámica de Fuerzas de Paz, formada por combatientes chechenos locales y por árabes y extranjeros fieles a la doctrina del wahhabismo saudita. El objetivo de esta unidad de combate era lograr una Chechenia independiente de Rusia como una república islamista regida por la ley islámica 'sharía'. Este énfasis en una futura república islámica chechena se ha considerado obra de Khattab y de los árabes veteranos de Afganistán que formaban parte de la brigada. De acuerdo con Kurz y Bartles, "Al Khattab mantuvo lazos con Osama bin Laden y su red de Al Qaeda, que proveyó de apoyo financiero, operacional y militar”. Estos autores también hicieron mención con referencia a Khattab de "sus numerosas conexiones financieras del golfo Pérsico y de Oriente Medio", sin duda en buena parte basadas en Arabia Saudita, su país de origen.  

El explosivo RDX (hexógeno) también fue utilizado en los atentados terroristas del metro de Moscú del 29 de marzo de 2010. Los ataques con bomba fueron perpetrados por dos mujeres bombarderos suicidas oriundas de Daguestán, república autónoma de Rusia en la región del Cáucaso Norte de mayoría musulmana. El atentado, que causó la muerte a 40 personas e hirió a más de 100, se lo atribuyó el líder separatista checheno Doku Umárov, quien se ha autoproclamado emir de su llamado 'emirato del Cáucaso', que pretende lograr la independencia de la región del Cáucaso Norte de Rusia bajo un régimen islamista suní regido por la ley 'sharia'.     

Mapa del metro de Moscú mostrando la localización de los dos ataques suicidas con bomba:



RDX, hexógeno, fue el tipo de explosivo también utilizado en el atentado con bomba del Aeropuerto Internacional de Domodédovo de Moscú del 24 de enero de 2011, que causó la muerte a 37 personas y heridas a 173. El acto terrorista fue cometido por un bombardero suicida de Ingusetia, república autónoma del Cáucaso Norte de Rusia, habiéndose atribuido la autoría del atentado Doku Umárov, líder de la organización separatista y terrorista islamista Emirato del Cáucaso.  

Con estos últimos ejemplos del uso del explosivo RDX en atentados terroristas en Rusia, cabe señalar los lazos que Arabia Saudita mantiene con los grupos terroristas y separatistas islamistas del Cáucaso Norte de Rusia. 

El director general de la Agencia de Inteligencia Saudita y también secretario general del Consejo de Seguridad Nacional de Arabia Saudita, el príncipe Bandar bin Sultán, miembro de la casa real saudita y exembajador saudita en Washington D.C., sostuvo una reunión a puertas cerradas con el presidente de Rusia, Vladímir Putin, en su 'dacha' o cabaña campestre en las afueras de Moscú como a comienzos de agosto pasado. El objetivo de Bandar bin Sultán al reunirse con el presidente Putin era tratar de comprar a Rusia a cambio de que Moscú abandonase su apoyo a Siria, combinando incentivos con amenazas veladas. 

El príncipe Bandar bin Sultán de Arabia Saudita con el presidente de Rusia, Vladímir Putin



Se informó que Bandar bin Sultán le dijo a Putin: "Vamos a examinar cómo poner junta una estrategia ruso-saudita unificada sobre el tema del petróleo. El objetivo es el estar de acuerdo sobre el precio del petróleo y cantidades de producción que mantiene el precio estable en los mercados de petróleo globales". Continuó el príncipe saudita: "Nosotros comprendemos el gran interés de Rusia en el petróleo y gas [natural] en el Mediterráneo de Israel a Chipre. Y comprendemos la importancia del gasoducto ruso a Europa. No estamos interesados en competir con eso. Podemos cooperar en esta área". Según el periódico 'El Telégrafo', Bandar bin Sultán proponía esto tras haber sugerido que lo hacía "con el pleno apoyo de los EE.UU." citando al diario británico. 

El jefe de la inteligencia saudí prometió preservar la base naval rusa en Siria, en Tartus (Tortosa) si llegaba a caer el Gobierno sirio. Pero también hizo una amenaza velada a Putin con respecto a los Juegos Olímpicos de Invierno del 2014 en Sochi, Rusia. Citando 'El Telégrafo' al periódico libanés 'As Safir', esto se informó que dijo el príncipe Bandar bin Sultán al presidente ruso: "Yo le puedo dar una garantía de proteger las Olimpiadas de Invierno el año que viene. Los grupos chechenos que amenazan la seguridad de los juegos están controlados por nosotros, y ellos no se moverán en la dirección del territorio sirio sin coordinar con nosotros. Estos grupos [de chechenos] no nos asustan. Nosotros los usamos de cara al régimen sirio pero no tendrán rol o influencia alguna en el futuro político sirio".

Previamente a decir esto, el príncipe saudí al hablar de la autoridad con que hacía sus propuestas –y amenazas– a Vladímir Putin en nombre de EE.UU., dijo lo siguiente de acuerdo con 'As Safir': "Cualquier acuerdo que nosotros acordamos en esta reunión no solo será un acuerdo saudí-ruso, sino que será también un acuerdo ruso-americano. Yo he hablado con los americanos antes de la visita, y ellos prometieron comprometerse a cualesquiera acuerdos a los que nosotros pudiésemos llegar, especialmente si nosotros llegamos a un acuerdo sobre el planteamiento de la cuestión siria".     

No hay que olvidar que después que el presidente Putin no aceptase las propuestas de Bandar bin Sultán ni llegase con este al acuerdo que tanto Arabia Saudita como EE.UU. perseguían, que aparentemente EE.UU. y los sauditas habrían acordado desistir de comprar a Rusia a su causa, decidiendo cruzar el Rubicón con el ataque de los rebeldes sirios de gas sarín en Guta al este de Damasco del 21 de agosto, teniendo la intención de usar este ataque acordado y aprobado de antemano como pretexto para los EE.UU. para atacar a Siria. Las conversaciones secretas del jefe de la inteligencia saudita con Vladímir Putin fueron a comienzos de agosto, y el ataque con sarín de Guta el 21 de ese mes. EE.UU. y Arabia Saudita habrían acordado realizar el ataque químico de Guta usando a los rebeldes para tal propósito, con la determinación que EE.UU. atacaría aún con la oposición de Rusia y China en el Consejo de Seguridad de la ONU, violando su veto a una intervención militar. La suerte estaba echada. Pero el plan de desarme químico sirio presentado por el ministro de Exteriores ruso, Lavrov, desarmó los planes de intervención militar de Obama y del rey Abdalá de Arabia Saudita contra Siria.     

En vista de la mencionada influencia de Arabia Saudita sobre los rebeldes y terroristas islamistas chechenos y del Cáucaso Norte, del uso por estos terroristas del explosivo RDX, del hecho que según Bandar bin Sultán EE.UU. aprobó las ofertas –y presumiblemente las amenazas– sauditas al presidente Putin, incluyendo las de ataques terroristas en las Olimpiadas de Invierno de Sochi el año que viene, del hecho que rastros del costoso explosivo del tipo RDX usado en atentados terroristas en Bombay y Rusia se halló en los restos del cohete Bashair-3 lanzado por los rebeldes sirios con carga de gas sarín que se utilizó en el ataque de Khan al Asal del 19 de marzo de este año, en vista de que presuntamente EE.UU. y también el Reino Unido y Francia no habrían querido que se investigase dicho ataque, presionando a la ONU a no hacerlo tras la petición del Gobierno sirio, investigación que hizo Rusia, todo esto apuntaría a una complicidad por parte de Arabia Saudita con el terrorismo islamista del Cáucaso Norte de Rusia y con los rebeldes islamistas sirios, todo bajo la bendición y aprobación del Gobierno de EE.UU. y de los Gobiernos británico y francés. Todos estos habrían sabido de antemano no solo de estos lazos saudíes con el terrorismo islamista árabe sunita en Rusia, sino que también habrían tenido conocimiento previo del ataque con gas sarín por los rebeldes sirios –que en general son financiados y apoyados por Arabia Saudita, Catar y Emiratos Árabes Unidos– en Khan al Asal de marzo pasado, como también lo habrían tenido con el ataque con gas sarín de Guta del 21 de agosto.     
El Dr. Lajos Szászdi es analista de asuntos de defensa, seguridad y relaciones internacionales, autor,  conferenciante y comentador en la televisión y la radio 

Las declaraciones y opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de RT.

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