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Impactantes imágenes de un crimen de guerra cometido por la OTAN en Yugoslavia
El equipo de RT está rodando un documental sobre un crimen de guerra perpetrado por la OTAN durante la guerra por Kosovo y denunciado por varias ONG. 16 trabajadores de la cadena RTS murieron y otros 18 resultaron heridos en un bombardeo.
A medida que se acerca el decimoquinto aniversario del inicio de los bombardeos de la OTAN sobre Yugoslavia, un equipo de RT está rodando un documental sobre esa sangrienta guerra en medio de Europa. Uno de los ataques más crueles de la campaña militar fue perpetrado el 23 de abril de 1999 contra la sede de la cadena de Radio y Televisión Serbia (RTS) y los civiles que estaban en su interior.
16 trabajadores de la emisora perdieron la vida y otros 19 resultaron heridos en el terrible e inhumano ataque aéreo. Ese episodio del conflicto fue denunciado por varias organizaciones no gubernamentales, pero la Alianza Atlántica nunca compareció ni respondió por lo ocurrido ante ningún tribunal internacional.
La OTAN calificó la misión de "legítima" para silenciar la "voz de la propaganda de Slobodan Milosevic" (el entonces gobernante yugoslavo). Sin embargo, los periodistas serbios mantienen hasta el momento que eran ellos quienes estaban desmintiendo en sus puestos de trabajo la falsa propaganda de Occidente.
"La Unión y el Sindicato de los Periodistas afirman que todas las organizaciones mundiales de derechos humanos condenaron el asesinato de civiles en el edificio de la RTS y Amnistía Internacional considera el ataque premeditado a este objetivo civil y la muerte de 16 trabajadores del medio de información un crimen de guerra", reza un comunicado emitido por el sindicato en abril de 2013.
Todos estos años las autoridades de Belgrado han conservado las ruinas de la antigua sede de la cadena como un recuerdo del terrible bombardeo. Les presentamos las imágenes de lo que quedó de las instalaciones.
16 trabajadores de la emisora perdieron la vida y otros 19 resultaron heridos en el terrible e inhumano ataque aéreo. Ese episodio del conflicto fue denunciado por varias organizaciones no gubernamentales, pero la Alianza Atlántica nunca compareció ni respondió por lo ocurrido ante ningún tribunal internacional.
La OTAN calificó la misión de "legítima" para silenciar la "voz de la propaganda de Slobodan Milosevic" (el entonces gobernante yugoslavo). Sin embargo, los periodistas serbios mantienen hasta el momento que eran ellos quienes estaban desmintiendo en sus puestos de trabajo la falsa propaganda de Occidente.
"La Unión y el Sindicato de los Periodistas afirman que todas las organizaciones mundiales de derechos humanos condenaron el asesinato de civiles en el edificio de la RTS y Amnistía Internacional considera el ataque premeditado a este objetivo civil y la muerte de 16 trabajadores del medio de información un crimen de guerra", reza un comunicado emitido por el sindicato en abril de 2013.
Todos estos años las autoridades de Belgrado han conservado las ruinas de la antigua sede de la cadena como un recuerdo del terrible bombardeo. Les presentamos las imágenes de lo que quedó de las instalaciones.
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