Opinión
Hillary Clinton: ¿presidenta de Estados Unidos?
Cuando Obama en una desquiciada intervención manifiesta que todo el mundo quisiera ser como Estados Unidos, afirmando: "hoy, no hay nación en la Tierra que no cambiase gustosa lugares con Estados Unidos", demuestra una falta de información monumental sobre su propio país y, respecto a lo internacional, de ignorancia plena pues, de partida, numerosas naciones orientales o americanas para nada desean una vida tan caótica y en dictadura mediática, además con un sistema de repartición del poder entre dos grupos ya establecidos solamente, lo que contradice la afirmación del mandatario respecto a ser el ejemplo de democracia.
Esta es una de las numerosas razones que hacen dudar de su capacidad intelectual y directiva para dirigir el país, especialmente por su creencia que una nación tan importante como esta se administra con discursos emocionales y no con políticas serias en la arena mundial e interna. Cabe mencionar solamente que el sistema electoral no es directo, es decir, el candidato que saca la mayor votación no adquiere necesariamente la primera magistratura. Puede ser lo contrario: que el que obtiene menos sufragios de la elección lo sea (Bush).
La razón estriba en que el candidato que gane en un Estado obtiene todos los votos electorales del mismo y, por tanto, se apodera de ellos adicionándolos al final: triunfar en aquellos con mayoría preferentemente y sumar más que el otro, permite ser designado en el cargo. De ese modo, al ser dos partidos los que poseen la más alta votación, Republicano y Demócrata, los otros participantes quedan excluidos y confinados a la nada pues no tienen ninguna mención como tales. Así, el sistema tan democrático se convierte en una dictadura que propicia un régimen absoluto, similar al binominal.
En estas condiciones participará nuevamente Hillary Clinton en caso de ser nominada por su organización política para el 2016, tarea que puede no ser fácil dado que su imagen ha sido deteriorada por la información que entrega el partido republicano permanentemente con el fin de debilitar su candidatura. Los datos aportados son preocupantes. Ha sido denostada por las diversas imágenes mostrando su total desprecio por las violaciones, torturas y asesinato de Muammar Gaddafi, riéndose de lo ocurrido, así como las solicitudes de devolución de dineros que le han sido exigidas por conferencias dadas en diferentes institutos.
Sin embargo, lo principal ha sido lo referente al ocultamiento de datos concernientes al asesinato del embajador en Bengasi, donde se descubrió que ya existía la información sobre quienes atacarían a este diplomático y la forma como no fue protegido, además de quedar al descubierto las relaciones del gobierno con los grupos terroristas, en particular, Al Qaeda: decir que fue la respuesta a una película terminó siendo objeto de risas para sus detractores al saber lo serio de los argumentos que demostraron la verdad. Para nadie es un secreto que su alejamiento de Obama tiene como fin distanciarla de la política errónea que lleva y dejarla libre de cargas que no podría soportar, aunque los republicanos lo harán reiteradamente y es factible que ganen las elecciones. En este sentido son las acusaciones a Obama por parte del senador republicano John Mc Cain, acusándolo de ser responsable del levantamiento del grupo terrorista Estado Islámico de Irak y el Levante, EIIL (hoy Estado Islámico), como resultado lógico de la fracasada política del presidente de Estados Unidos en Asia, Siria, Irak, convirtiéndose ahora en una verdadera, directa y aún mayor amenaza para Estados Unidos.
Sin embargo, ella ha intentado mostrar una cara más agradable, de funcionaria arrepentida, cordial, asequible, con rango de estadista, aunque insinuando que tal vez preferiría su rol de abuela en vez de una postulación (lo que es a todas luces falso). Por tal razón, ha manifestado su preocupación por Irak manifestando estar arrepentida al tomar una decisión errónea. Muchos han criticado su hipócrita posición al decir que le duele cuando una madre estadounidense pregunta por sus hijos… olvidando las cientos de miles de padres que reclaman también por sus hijos asesinados, debido a su personalidad aventurera y guerrerista que causó un genocidio en esa nación árabe. También ha manifestado sentirse consternada por salir endeudada de la Red House, como cualquier persona de clase media para identificarse con ésta, pese a sus mansiones y excentricidades. Aún más dudosa ha sido su afirmación según la cual considera que Edward Snowden podría regresar a su país pues tendría un juicio justo: solo recomienda una buena defensa…negando la forma maquiavélica en que se maneja el poder, siempre en contra de aquellos que son considerados "objetivos" para el Pentágono.
Lo evidente es que su concepción política sigue siendo militarista y cercana a los nodos de poder en la élite. Las conclusiones son claras: Hillary participará en el proceso para la carrera presidencial (lo que habíamos confirmado hace años atrás), en la medida que no vea sus posibilidades menguadas y sepa que podrá tener el triunfo deseado. La intención existe. De igual modo, dependiendo de los sectores que la financien establecerá un doble discurso que los Medios seleccionarán para que público va dirigido: línea dura si la apoyan sectores militaristas y línea blanda para llamar a los afroamericanos e inmigrantes planteándoles nuevamente la ilusión de nuevas reformas. De modo similar, su proyecto creará la esperanza en el control del terrorismo como un mecanismo para unir a los estadounidenses ante el temor a una 'invasión zombie', por lo cual se insistirá en que la sociedad y los niños están en peligro inminente; naturalmente se evitará explicar la realidad respecto a la injerencia del país en Ucrania, Palestina, Irak, el apoyo directo al terrorismo, el espionaje mundial, la masacre en Gaza, entre otros campos, diciendo que la economía mejorará, es decir, un proyecto de ilusión colectiva para lo cual hará uso de un equipo de especialistas destacados en el campo de la imagen.
Lo cierto es que, en este momento, no ha podido resolver las contradicciones que la aquejan, por ejemplo, sus críticas a las violencias en otros países cuando ahora se conoce que los niveles son más altos en Estados Unidos que en muchos otros estados 'violadores de la vida'. Sin ir más lejos, el último fin de semana, solo en Chicago, dejó 50 víctimas de bala junto con un tiroteo en Nueva Orleans con 9 heridos. Pese a que actualmente Hillary tendría un apoyo del 70% o más de los demócratas, según la información actual de ciertas revistas e informes, hay que esperar al fragor de la contienda para la selección, que es cuando se definirá el o la candidata. Se hará énfasis en que es hora de una mujer presidenta, aunque un sector demócrata ya ha dicho que si están de acuerdo, pero no con ella pues llevaría a Estados Unidos a la derrota.
De igual modo, tendrá que responder a preguntas de las cuales ha hecho oídos sordos como la referente al caso de tráfico de órganos de autodefensas en Ucrania o la libertad de un policía que asesinó-como ha sido tradicional- cobardemente a un niño inmigrante de 13 años por considerarlo peligro para la sociedad. ¿Cómo explicará sus acusaciones de violencia en la universidad venezolana cuando no pasa una semana de que hayan tiroteos en una escuela de Estados Unidos? (1) Lo que no se sabe es que dirá públicamente y de manera escurridiza ante las graves violaciones a los derechos humanos en el mundo, donde su gobierno está sindicado por ser el principal adalid del terrorismo. ¿Cómo resolverá la afirmación de la portavoz del Departamento de Estado, Psaki, quien manifestó con total convicción que Kiev tiene todo el derecho a bombardear el este de Ucrania para preservar la unidad del país ya que así actúa la comunidad internacional?, lo que en algún momento será una nueva carga para la candidata de la ultraderecha. Pero faltó hacer algunas preguntas sobre las verdades de los Clinton antes de que llegaran a la presidencia (2) ¡qué explicará la candidata sobre vuelos con cocaína procedentes de la base aérea estadounidense en Ilopango (El Salvador), descargados en Miami, o en Arkansas, donde era gobernador Bill!; ¿de qué modo justificara la destrucción de Yugoslavia participando junto a la OTAN?; ¿por qué mantuvo injustamente a Cuba entre la lista de países patrocinadores del terrorismo mostrándose como un verdadero hombre de principios humanos? Si se une a las interrogantes sobre la injerencia en Somalia, Afganistán, Sudán, ¿podrá sustentar su esposa la imagen de demócrata?
Es muy posible que un secreto exitoso para el próximo presidente estadounidense vaya en contravía de lo que pueda proponer Hillary y tal vez esté en consonancia con plantear a los ciudadanos que su seguridad frente al terrorismo estará protegida, lo que no es muy difícil dada la lejanía de los conflictos y el control interno tan agobiante; así mismo, sostener que EE UU no se vinculará a más guerras que no son de su incumbencia y que establecerá nuevas relaciones económicas con toda América, ya no en condición de patrón sino de socio en partes iguales y que aceptará su deseo de ser una potencia en el presente y futuro, reconocida y con un margen de aprobación normal, pues ahora es un rechazo casi mundial.
El tema principal será rescatar las condiciones económicas críticas existentes. Eso únicamente lo puede hacer un candidato progresista y podría tener inmenso éxito pese a la represión a sus electores. Muchos estadounidenses han sufrido las guerras y ya no desean sino que esos dineros se empleen en el país, en la seguridad pública, en mejores escuelas. Todo ello mejoraría integralmente al país. Finalmente, tal como lo exponíamos en la columna anterior respecto a la tendencia creciente a solicitar la destitución de Obama: ¿pesará más la propaganda mediática y las influencias del poder dictatorial en la selección de la candidata o se impondrá la verdad sobre un personaje que ha llevado por la ruta de la guerra a la Nación estadounidense?
Esta es una de las numerosas razones que hacen dudar de su capacidad intelectual y directiva para dirigir el país, especialmente por su creencia que una nación tan importante como esta se administra con discursos emocionales y no con políticas serias en la arena mundial e interna. Cabe mencionar solamente que el sistema electoral no es directo, es decir, el candidato que saca la mayor votación no adquiere necesariamente la primera magistratura. Puede ser lo contrario: que el que obtiene menos sufragios de la elección lo sea (Bush).
La razón estriba en que el candidato que gane en un Estado obtiene todos los votos electorales del mismo y, por tanto, se apodera de ellos adicionándolos al final: triunfar en aquellos con mayoría preferentemente y sumar más que el otro, permite ser designado en el cargo. De ese modo, al ser dos partidos los que poseen la más alta votación, Republicano y Demócrata, los otros participantes quedan excluidos y confinados a la nada pues no tienen ninguna mención como tales. Así, el sistema tan democrático se convierte en una dictadura que propicia un régimen absoluto, similar al binominal.
En estas condiciones participará nuevamente Hillary Clinton en caso de ser nominada por su organización política para el 2016, tarea que puede no ser fácil dado que su imagen ha sido deteriorada por la información que entrega el partido republicano permanentemente con el fin de debilitar su candidatura. Los datos aportados son preocupantes. Ha sido denostada por las diversas imágenes mostrando su total desprecio por las violaciones, torturas y asesinato de Muammar Gaddafi, riéndose de lo ocurrido, así como las solicitudes de devolución de dineros que le han sido exigidas por conferencias dadas en diferentes institutos.
Sin embargo, lo principal ha sido lo referente al ocultamiento de datos concernientes al asesinato del embajador en Bengasi, donde se descubrió que ya existía la información sobre quienes atacarían a este diplomático y la forma como no fue protegido, además de quedar al descubierto las relaciones del gobierno con los grupos terroristas, en particular, Al Qaeda: decir que fue la respuesta a una película terminó siendo objeto de risas para sus detractores al saber lo serio de los argumentos que demostraron la verdad. Para nadie es un secreto que su alejamiento de Obama tiene como fin distanciarla de la política errónea que lleva y dejarla libre de cargas que no podría soportar, aunque los republicanos lo harán reiteradamente y es factible que ganen las elecciones. En este sentido son las acusaciones a Obama por parte del senador republicano John Mc Cain, acusándolo de ser responsable del levantamiento del grupo terrorista Estado Islámico de Irak y el Levante, EIIL (hoy Estado Islámico), como resultado lógico de la fracasada política del presidente de Estados Unidos en Asia, Siria, Irak, convirtiéndose ahora en una verdadera, directa y aún mayor amenaza para Estados Unidos.
Sin embargo, ella ha intentado mostrar una cara más agradable, de funcionaria arrepentida, cordial, asequible, con rango de estadista, aunque insinuando que tal vez preferiría su rol de abuela en vez de una postulación (lo que es a todas luces falso). Por tal razón, ha manifestado su preocupación por Irak manifestando estar arrepentida al tomar una decisión errónea. Muchos han criticado su hipócrita posición al decir que le duele cuando una madre estadounidense pregunta por sus hijos… olvidando las cientos de miles de padres que reclaman también por sus hijos asesinados, debido a su personalidad aventurera y guerrerista que causó un genocidio en esa nación árabe. También ha manifestado sentirse consternada por salir endeudada de la Red House, como cualquier persona de clase media para identificarse con ésta, pese a sus mansiones y excentricidades. Aún más dudosa ha sido su afirmación según la cual considera que Edward Snowden podría regresar a su país pues tendría un juicio justo: solo recomienda una buena defensa…negando la forma maquiavélica en que se maneja el poder, siempre en contra de aquellos que son considerados "objetivos" para el Pentágono.
Lo evidente es que su concepción política sigue siendo militarista y cercana a los nodos de poder en la élite. Las conclusiones son claras: Hillary participará en el proceso para la carrera presidencial (lo que habíamos confirmado hace años atrás), en la medida que no vea sus posibilidades menguadas y sepa que podrá tener el triunfo deseado. La intención existe. De igual modo, dependiendo de los sectores que la financien establecerá un doble discurso que los Medios seleccionarán para que público va dirigido: línea dura si la apoyan sectores militaristas y línea blanda para llamar a los afroamericanos e inmigrantes planteándoles nuevamente la ilusión de nuevas reformas. De modo similar, su proyecto creará la esperanza en el control del terrorismo como un mecanismo para unir a los estadounidenses ante el temor a una 'invasión zombie', por lo cual se insistirá en que la sociedad y los niños están en peligro inminente; naturalmente se evitará explicar la realidad respecto a la injerencia del país en Ucrania, Palestina, Irak, el apoyo directo al terrorismo, el espionaje mundial, la masacre en Gaza, entre otros campos, diciendo que la economía mejorará, es decir, un proyecto de ilusión colectiva para lo cual hará uso de un equipo de especialistas destacados en el campo de la imagen.
Lo cierto es que, en este momento, no ha podido resolver las contradicciones que la aquejan, por ejemplo, sus críticas a las violencias en otros países cuando ahora se conoce que los niveles son más altos en Estados Unidos que en muchos otros estados 'violadores de la vida'. Sin ir más lejos, el último fin de semana, solo en Chicago, dejó 50 víctimas de bala junto con un tiroteo en Nueva Orleans con 9 heridos. Pese a que actualmente Hillary tendría un apoyo del 70% o más de los demócratas, según la información actual de ciertas revistas e informes, hay que esperar al fragor de la contienda para la selección, que es cuando se definirá el o la candidata. Se hará énfasis en que es hora de una mujer presidenta, aunque un sector demócrata ya ha dicho que si están de acuerdo, pero no con ella pues llevaría a Estados Unidos a la derrota.
De igual modo, tendrá que responder a preguntas de las cuales ha hecho oídos sordos como la referente al caso de tráfico de órganos de autodefensas en Ucrania o la libertad de un policía que asesinó-como ha sido tradicional- cobardemente a un niño inmigrante de 13 años por considerarlo peligro para la sociedad. ¿Cómo explicará sus acusaciones de violencia en la universidad venezolana cuando no pasa una semana de que hayan tiroteos en una escuela de Estados Unidos? (1) Lo que no se sabe es que dirá públicamente y de manera escurridiza ante las graves violaciones a los derechos humanos en el mundo, donde su gobierno está sindicado por ser el principal adalid del terrorismo. ¿Cómo resolverá la afirmación de la portavoz del Departamento de Estado, Psaki, quien manifestó con total convicción que Kiev tiene todo el derecho a bombardear el este de Ucrania para preservar la unidad del país ya que así actúa la comunidad internacional?, lo que en algún momento será una nueva carga para la candidata de la ultraderecha. Pero faltó hacer algunas preguntas sobre las verdades de los Clinton antes de que llegaran a la presidencia (2) ¡qué explicará la candidata sobre vuelos con cocaína procedentes de la base aérea estadounidense en Ilopango (El Salvador), descargados en Miami, o en Arkansas, donde era gobernador Bill!; ¿de qué modo justificara la destrucción de Yugoslavia participando junto a la OTAN?; ¿por qué mantuvo injustamente a Cuba entre la lista de países patrocinadores del terrorismo mostrándose como un verdadero hombre de principios humanos? Si se une a las interrogantes sobre la injerencia en Somalia, Afganistán, Sudán, ¿podrá sustentar su esposa la imagen de demócrata?
Es muy posible que un secreto exitoso para el próximo presidente estadounidense vaya en contravía de lo que pueda proponer Hillary y tal vez esté en consonancia con plantear a los ciudadanos que su seguridad frente al terrorismo estará protegida, lo que no es muy difícil dada la lejanía de los conflictos y el control interno tan agobiante; así mismo, sostener que EE UU no se vinculará a más guerras que no son de su incumbencia y que establecerá nuevas relaciones económicas con toda América, ya no en condición de patrón sino de socio en partes iguales y que aceptará su deseo de ser una potencia en el presente y futuro, reconocida y con un margen de aprobación normal, pues ahora es un rechazo casi mundial.
El tema principal será rescatar las condiciones económicas críticas existentes. Eso únicamente lo puede hacer un candidato progresista y podría tener inmenso éxito pese a la represión a sus electores. Muchos estadounidenses han sufrido las guerras y ya no desean sino que esos dineros se empleen en el país, en la seguridad pública, en mejores escuelas. Todo ello mejoraría integralmente al país. Finalmente, tal como lo exponíamos en la columna anterior respecto a la tendencia creciente a solicitar la destitución de Obama: ¿pesará más la propaganda mediática y las influencias del poder dictatorial en la selección de la candidata o se impondrá la verdad sobre un personaje que ha llevado por la ruta de la guerra a la Nación estadounidense?
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