Angela Merkel: la “dama de hierro” y el neonazismo

¿Existen personajes intocables e intachables en la política neoliberal europea? ¿Son ejemplos de transparencia líderes con pensamientos neonazis? ¿Está Merkel dirigiendo  los “castigos” de la UE contra Rusia? 

Después de conocerse que varios países de la Unión Europea, en una actitud hipócrita en grado sumo, compran petróleo extraído de Siria e Irak al Estado Islámico, tal como lo ha confirmado a principios de septiembre la embajadora de la UE en Irak, Jana Hybaskova, la investigación sobre el comportamiento de sus líderes es prioritario. Sin embargo, cabe hacer notar que en el análisis internacional existe un temor inmenso por parte de los periodistas funcionales a escudriñar las acciones de dirigentes supuestamente intachables, perfectos en su actuación social, que posen un poder omnímodo…hasta el momento que se descubre lo oculto, lo perverso de intereses particulares, incluso la traición en tanto defraudación de la confianza nacional.
 
Por ello, analizar serenamente el posible rol de Angela Merkel como una autoridad que puede desempeñar papeles muchas veces reñidos con la ética social y políticas de equidad es importante pues permite desmitificar liderazgos que son poco fiables aunque, en apariencia, pueda parecer fuerte y confiable.
 
En primer lugar, la afirmación de la Canciller en tono de soberbia política de no reconocer las elecciones en Donbás, donde se encuentran las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, es atribuirse una facultad que nadie le ha otorgado y que se arroga basado en el poder armado que posee en el planeta pues, desde la óptica de sus planteamientos retóricos, existe una argumentación bastante débil. Manifestar que son elecciones ilegítimas y que los líderes europeos están unidos en esta decisión significa una incoherencia grave. El que la dirigencia de las repúblicas populares haya manifestado que no les da “ni frío ni calor” lo que diga Kiev o la Unión Europea es un símbolo de una posición bastante sólida por parte de los independentistas y demuestra la dignidad de un pueblo.
 
La contradicción está en que  los países soberanos saben que el gobierno Merkel fue uno de los principales adalides del derrocamiento armado a través de un golpe de estado al presidente legalmente elegido, Víktor Yanukovich, con masacres y genocidio como el asesinato a través del incendio del Sindicato de Trabajadores, donde la cobardía fue evidente contra personas indefensas. Eso no fue considerado ilegal por la Canciller violando las normas éticas más elementales, por lo cual hablar de ilegitimidad en Donbás y legalizar u ocultar el genocidio es absurdo: el nazismo utilizó dicha táctica invasora que se reprodujo en el sureste ucraniano.
 
En segundo lugar, después que fuese desacreditado el informe alemán del siniestro del Boeing MH17 por Holanda (encargada de la investigación), que acusaba a los independentistas de Ucrania, supuestamente apoyados por Rusia, se muestra claramente al gobierno teutón como no confiable e intencionado en sus intentos por debilitar todas las naciones con opciones verdaderamente democráticas. La Canciller posee toda la documentación que condena claramente a Kiev y, pese a ello, insiste en la falsedad ante la comunidad internacional. Eso deja claras dudas sobre la defensa de la democracia real y su comportamiento privado en la política donde desde reuniones reservadas se deciden las acciones a tomar.
 
En tercer lugar, cada vez se escuchan más voces que exigen a la UE que cambie de política económica, relaje la austeridad y tome medidas para promover el crecimiento, las cuales son acalladas por la prensa controlada. Así, el discurso europeísta clásico según el cual las medidas que se aplica son absolutamente necesarias pese a que efectivamente condene a la muerte laboral a millones de personas o al suicidio creciente en Grecia, indica claramente una política de sometimiento sin posibilidad de manifestarse por la represión que implica.
 
Su amenaza de profundizar las medidas austericidas, las que han provocado conflictos en varias naciones y de las cuales hoy España es un vivo ejemplo (pese a que se oculte las cifras de inconformidad generalizada), ratifica que la aplicación del programa de reducción en bienestar ha victimizado a varias naciones aumentando el desempleo y la crisis social como en Italia o Francia, entre otros, siendo expresión reciente la movilización en Roma protestando contra la reforma laboral que atenta a las condiciones de vida de los ciudadanos. 
 
En cuarto lugar,  hoy día Alemania es el pilar más importante de las políticas del régimen estadounidense en el mundo, haciendo de actor supuestamente independiente aunque en total coordinación y coherencia. El simple hecho de la denuncia sobre espionaje al país por la NSA y los berrinches simples del gobierno teutón, sin defender consecuentemente la agresión a su patria, indica una falsa representación para calmar a la opinión pública aunque reservadamente es el actor fuerte de la política injerencista en la Unión Europea y el más importante socio en la adopción de castigos a las naciones soberanas como Irán o Rusia.
 
Indiscutiblemente en el campo socio económico hasta este momento no se ha evidenciado un quiebre en su estructura, aunque también hay que informar sobre el silencio en la realidad interna la cual no desnuda la prensa internacional. 
En quinto lugar, es fundamental tener en cuenta que  un gobernante puede traicionar a su pueblo si lo guía por una senda que afecta gravemente a su estabilidad, cuando es sujeto de espionaje y no defiende la seguridad de su nación (aceptándolo incluso en la práctica), o al seguir modelos que causan crisis interna. Las sanciones, de la cual Merkel es un adalid público u oculto, indica que continúa un camino de afectación a su propia economía y la interdependencia, donde un vasto sector considera que las condiciones de seguridad laboral, educación, deporte y salud eran ampliamente superiores en la República Democrática Alemana, con niveles inalcanzables hoy por la ex  RFA.
 
Uno de los casos emblemáticos de presión sin comprensión de los efectos devastadores que conlleva es la unidad de tres instituciones de alta avaricia y fría codicia, como son la  Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), que siguen ordenando a Grecia que pague como sea sus deudas, incluso con una libra de carne si fuese pertinente. Sin embargo, el mismo presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, ha criticado a Angela Merkel por enfrentar la crisis con respuestas improvisadas y sin visión. Pese a ello, en forma de autoritarismo clásico continúa con sus respuestas fallidas.
 
Tal vez lo que ha ocurrido es que conduce a Alemania a favorecerse de la crisis del euro al quedar reducida su prima de riesgo en comparación a los demás “socios”, lo que ha aumentado su competitividad en los mercados globales. Naturalmente las transnacionales y bancos no serán tocados en ninguno de esos países.
 
Lo delicado es que algunos analistas han considerado que las políticas autoritarias para la nación teutona pueden conducir a un resquebrajamiento interno que propicie el crecimiento de las fuerzas neonazis, que son fuertemente sólidas, aunque no lo demuestren públicamente para no socavar su poderío, por tanto, se  quebrantaría la lealtad o fidelidad que se debería guardar hacia la ciudadanía al propiciar condiciones para el resurgimiento de corrientes violentas. Es decir, Alemania debería ser un modelo para otros estados en tanto democracia y humanismo, en consecuencia, en la protección de los derechos humanos y libertades como país de justicia.
 
Consideraciones reflexivas.
 
El neonazismo es la expresión autoritaria de políticas de exterminio de los pueblos a través de medidas económicas, militares o sociales que conculquen, además, sus derechos políticos, creando masas atemorizadas que no elevan la voz por riesgo a su seguridad. El control de la policía secreta en una nación donde ser activista es considerado ya un peligro público demuestra que la modalidad ha cambiado aunque la filosofía de discriminación sigue siendo similar. Tendencias anti inmigrantes, racistas, donde se rechaza con vehemencia el papel inferior de los trabajadores de mínimo nivel (aunque se los usa para labores que los nacionales no pueden desempeñar dada “su condición natural”), es clara demostración de un perfil diferenciador.
 
Si se une la posición encubierta de castigar o amenazar a toda nación soberana, se blande la espada como herramienta de control dejando claro que la dialoguicidad y la equidad no son bienvenidas.
 
En tanto políticas internas, varios expertos han coincidido en que el gobierno alemán está siendo conducido hacia un camino sin regreso viable pues no lleva a la país hacia un conflicto inmediato, aunque pone en contradicción a los productores y empresarios con las sanciones a Rusia y su perspectiva hacia China, apoyando una política exterior de confrontación después de dos guerras mundiales, lo que conduce a un escenario conflictivo.
 
Nadie osa tocar a la Canciller Angela Merkel puesto que el imperio mediático la ha puesto como un modelo de autoridad y ecuanimidad, cuando en realidad ocurre lo contrario, especialmente al no poseer autonomía y dejarse conducir por las políticas del régimen estadounidense donde ejercer presión psicológica sobre los defensores de los derechos humanos (Hensel-Dmitrij Adamow),  es libremente ejecutado.
 
Según el periodista Carlos Elordi: “Algunas firmas alemanas de peso han manifestado su preocupación porque la crisis y la actitud de Berlín estén configurando un panorama europeo en el que de nuevo, y como en los peores momentos del siglo XX, Alemania se está quedando sola y frente a todos en Europa. Pero esas opiniones no parecen conmover a Angela Merkel que, además, sabe que sus mayores rivales electorales, los socialdemócratas y los verdes, así como los principales medios de comunicación, comparten su política europea.”
 
Muy poco se sabe en el mundo, debido al férreo control de los Medios, de la problemática germana como, por ejemplo, que a nivel de la aviación no ha despegado un solo avión de Lufthansa por la huelga del personal de tierra al exigir una subida salarial del 5,2 %,  negociando las jubilaciones anticipadas para mantener su actual jubilación transitoria con pagos que permitían a los capitanes dejar de trabajar a partir de los 55 años con 60% de su sueldo base. Igualmente, la exigencia de un reajuste superior al 6,0 % por parte de los trabajadores de correos que prosigue su huelga intermitente o que han parado los trabajadores del metal para apoyar su reivindicación del 5,5 %, cifras que en algunos países de América Latina son consideradas “inflacionarias”, producto del modelo austeritario. Cabe destacar que, ante la actual convocatoria a huelga del Sindicato de Maquinistas (GDL), la visión castigadora se hace pública y, así, la Confederación de la Industria Alemana ha advertido del “comportamiento desmedido” del GDL calificándolo de irresponsable por los  enormes perjuicios económicos que causa (sin mencionar que es a la Gran Empresa principalmente), mientras la Cámara de Industria y Comercio la identificó como un "veneno para Alemania", mostrando el rostro “democrático” del régimen.   

Parece ser que su autoconsideración como “Dama de hierro”, en imitación a Margareth Tatcher, no ha provocado el efecto esperado pues en la medida que la Unión Europea entra en serios problemas locales, la autoridad se va resquebrajando pese a la propaganda mediática que oculta la realidad. La incoherencia en las políticas internacionales, cumpliendo órdenes de los complejos militares-financieros, la ubica en tercer lugar de mando (después de Barak Obama y estas Corporaciones),  adelante obviamente de  David Cameron y Francois Hollande, los más cercanos.
 
Lo evidente es que la “mano de hierro” de Merkel, en contra de toda metodología de diálogo dialéctico para la equidad internacional y herramienta opuesta a la dictadura, confirma que continúa sosteniendo las tendencias neonazis que dieron origen al nuevo gobierno de Ucrania y otorgando su venia para las acciones terroristas en Siria e Irak. De allí las “molestias” de la Canciller porque un sector empresarial germano le exige poner fin a las sanciones a Rusia debido a que los afectaron mucho más de lo esperado, en  desacuerdo a la vez con sus posiciones abiertamente adversas a la reflexión objetiva sobre su realidad.
 
Afortunadamente la importante elección de Dilma Rousseff insufla porvenir al presente planetario frente a estas descarnadas políticas contrarias a la democracia real. Parece ser que la posición clara de Siria, Irán, Rusia y China, además de varias naciones latinoamericanas en el sentido de no dejar que las amenazas surtan efecto y al proponer una resistencia en dignidad, van creando el nuevo modelo de mundo que la población humana requiere con suma urgencia. Y confirmando lo que hemos planteado desde estas miradas respecto a la posibilidad que se produzca cada vez más un estallido social en Estados Unidos, el economista Martin Amstrong también advierte que es posible una sublevación seria debido a la creciente desigualdad económica, tal vez  otra primavera rosada aunque ésta sí con legitimidad. Cabe interrogarse así mismo, qué dirá la democrática Unión Europea del triunfo catalán.
 
La nueva ronda de “sanciones” anunciada por la Unión Europea a Rusia, por respetar las elecciones en Donbás, manifiesta que la política autoritaria y excluyente está en camino y ejemplifica la ideología unilateral. Por ello, ante un gobierno mexicano que utiliza el crimen como respuesta a las exigencias de libertad y que no “descubre” los autores pese a estar allí frente a sus ojos, la semejanza en la forma como líderes euroamericanos han tratado la masacre en el Boeing MH 17, el asesinato en Gaza o Ucrania, entre muchos otros, corrobora que el neonazismo está en auge y debe ser detenido para permitir que la Humanidad buena pueda seguir su curso de desarrollo hacia una verdadera sociedad del porvenir.