“Ahora la gente en España está más asustada que indignada”

La entrevista comienza por la última novela del escritor, 'Mi verdadera historia', narrada desde el punto de vista de un adolescente de 12 años. El autor explica que la novela "no es autobiográfica, en la medida en que puede no serlo. Porque todas las novelas son autobiográficas, puesto que el escritor se nutre de sus propias experiencias y de las experiencias de la gente cercana. Así que esta novela no es autobiográfica en su literalidad, es decir, esa peripecia que se cuenta ahí no me sucedió a mi. Pero en su substancia, sí es absolutamente autobiográfica".

Preguntado por si supone mucho esfuerzo ponerse en la piel de un adolescente cuando hace muchos años que se ha dejado atrás esa etapa de la vida, Millás responde que "no cuesta nada, porque de la adolescencia no se sale nunca. Fingimos que salimos. Un día empezamos a fingir que ya somos mayores y nos lanzamos al mundo como si entendiéramos el mundo, pero no lo entendemos. De la adolescencia, como de la infancia, no se sale jamás, de manera que no hay que hacer mucho esfuerzo para ponerse en los zapatos de un adolescente. Es más, cuanto mayor es uno, más rasgos adolescentes tiene".

El estilo y las herramientas de escritor

Juan José Millás es uno de los autores más populares en el panorama editorial español, y no le molesta en absoluto la etiqueta de 'escritor super-ventas', ni tampoco la consideración que su estilo se basa en un "lenguaje humilde". Más bien al contrario: "¡Ya me gustaría ser un escritor super-ventas!…aunque no me puedo quejar. Y en cuanto al lenguaje, siempre he tenido el objetivo de practicar un tipo de escritura que yo denomino 'de la complejidad sencilla' o de la 'sencillez compleja': un tipo de escritura donde simultáneamente se dan estas cosas que parecen antagónicas: algo muy simple que esconde algo muy complejo. Para mi, el paradigma de esta escritura es Kafka, en 'La Metamorfosis'. Sencillez absoluta y complejidad absoluta.

Otra de sus herramientas predilectas es la ironía, como parte de un tipo de aproximación literaria a la realidad que él mismo detalla: "La ironía es muy importante porque es un método que te permite acercarte a situaciones muy complicadas desde una mirada que hace posible ese acercamiento. Yo junto a la ironía practico otra cosa que me parece muy importante: el pensamiento paradójico. El pensamiento paradójico desmonta la realidad, permite ver la trampa que hay en la realidad. Por eso autores tan importantes como Chesterton -que practicaba mucho este tipo de pensamiento- han tenido tanto éxito siendo autores muy complejos: porque se acercaban a la complejidad de un modo en que la desmontaban como un juguete. Esto es lo que permite la paradoja, ver la trampa que subyace en la realidad, pero observarla a la luz de una sonrisa.

Entre el periodismo y la literatura

"Llegué tarde al periodismo porque me gustaba mucho, y aquellas cosas que te gustan mucho, te dan mucho miedo también, de manera que hay una ambivalencia muy grande hacia ellas", confiesa el escritor. "Yo soy lector de periódicos desde muy joven, y escribir en la última página de un periódico era a lo más que se podía llegar en la vida. E inevitablemente acabé escribiendo en los periódicos".

Millás considera que su obra periodística tiene tanto valor como la literaria, y concibe la relación entre ambas esferas como un circuito de enriquecimiento: "No considero que lo mejor de mi obra periodística sea menor que mi obra literaria. Creo que mis buenos reportajes y mis buenas columnas forman parte de mi obra". Y a continuación señala que lo que más le gusta es precisamente "el tránsito entre un genero y otro. Porque en este tránsito, mi periodismo se enriquece con mi literatura, y mi literatura se enriquece con mi periodismo”.

"El miedo encierra a la gente en su casa"

No pocas veces, las columnas y las intervenciones de Juan José Millás en la prensa constituyen críticas mordaces a la situación política en España. Uno de sus diagnósticos más frecuentes es el de la desafección que hay entre los ciudadanos hacia la clase política: "La desafección política es una de las variantes de eso que se llama 'crisis de representatividad' –explica Millás–, el sentimiento de que las fuerzas parlamentarias, pese a haber sido elegidas, no nos representan. Últimamente se ha producido una variante de eso, que es el miedo. Yo creo que ahora la gente está más asustada que indignada. Es decir, hubo un momento de indignación que rompió el bipartidismo, rompió el esquema clásico... y ahora hay una influencia multipolar…pero yo creo que la indignación ha dado paso al miedo, y que el miedo desmoviliza. Estamos en una sociedad desmovilizada, pese a que lo que estamos viendo son barbaridades, y está desmovilizada por el miedo. Porque, así como hay otros sentimientos, como la rabia o la alegría, que pueden convertirse en colectivos, que pueden pasar de ser individuales a ser colectivos, el miedo encierra a la gente en su casa. Cuando nos preguntamos cómo es posible que no haya respuesta a lo que estamos viendo…creo que la falta de respuesta tiene que  ver con que la indignación ha dado paso al miedo".

A lo largo de la entrevista, Millás repasa otros asuntos interesantes y dialoga con nosotros sobre el futuro del periodismo o sobre los premios literarios, y nos cuenta anécdotas tan interesantes como la historia de su reportaje sobre el presidente uruguayo José Mujica. Por todo ello, y por el simple placer de escucharle, recomendamos encarecidamente que vean la entrevista completa.