¿Acaba el plebiscito con los acuerdos de paz entre las FARC y el Gobierno de Colombia?

"No nos dejemos llevar por la desilusión ni por la desesperanza. Colombia a dicho 'no' a la firma de los acuerdos de paz, pero no a la paz en sí misma", comienza diciendo el presentador del programa de RT 'El Zoom', Javier Rodríguez Carrasco.

El presentador plantea que el resultado del plebiscito ha podido deberse "quizá a la estigmatización de la guerrilla, quizá a la falta de conciencia clara de que se trata de un paso hacia un país distinto, quizá al miedo". "¿Es este el fin de lo establecido en los acuerdos de paz? Santos ya ha dicho que no, entonces, ¿qué le espera a Colombia a partir de ahora?", añade.

¿Una herida sin cicatrizar?

El acuerdo entre el Gobierno y las FARC se cerró tras 4 años de negociaciones y 52 de enfrentamiento abierto y derramamiento de sangre: con casi 8 millones de víctimas, un total de más de 6 millones y medio de desplazados forzosos, más de 250.000 víctimas mortales entre combatientes y civiles y cerca de 45.000 desapariciones forzosas.

"Son unos números que nos hablan de una herida abierta que ahora debe empezar a cicatrizar", apunta el anfitrión de El Zoom. "Para llegar al momento que vive Colombia hoy han hecho falta muchos esfuerzos, pero también ha sido clave la ayuda del exterior", indica Rodríguez Carrasco, destacando el papel que han jugado tanto Venezuela como Cuba.

¿Tira el plebiscito por la borda el acuerdo?

El abogado Enrique Santiago afirma que "no va a acabarse el proceso de paz a la vista del resultado del plebiscito" por dos razones: la Constitución colombiana establece que la paz es un derecho y un deber y la Corte Constitucional colombiana determinó que los resultados del mismo "no tienen ningún efecto jurídico". "El acuerdo queda en plena actualización" y lo que resta "es ver la forma para implementarlo", apunta.

Santiago confiesa sentirse "francamente muy triste" de que el 'no' se haya impuesto. "Como hemos venido defendiendo los juristas, la paz es un derecho contramayoritario. Como el derecho a la vida o el derecho a la libertad, no puede limitarse por el resultado de una consulta ciudadana", concluye.

El dolor de las víctimas

Rodríguez Carrasco recuerda que "la tierra colombiana está regada con la sangre de víctimas que durante décadas han perdido la vida, sembrada con miles de desplazados y cultivada con la injusticia de las armas".

Por su parte, Franklin Castañeda Villacop, representante de las víctimas del paramilitarismo y los crímenes de Estado, estima que en el plebiscito no se impuso "el miedo de las víctimas" sino "el miedo de una gran cantidad de sectores, principalmente de las ciudades y de creencias religiosas, que asimilaron los acuerdos como la apertura de las puertas de los derechos de la comunidad LGBT".

"Hay una luz de esperanza, las personas que abanderaron la campaña por el 'no' han planteado que el proceso de paz debe continuar. Hay que modificar acuerdos, pero es un momento en el que nos tenemos que imaginar unas nuevas formas de incluir a muchos ciudadanos en este acuerdo, de escuchar las voces de quienes plantearon el 'no'", asevera Castañeda Villacop. "Pero sobre todo de defender lo que hasta el momento se ha logrado: un cese de hostilidades", remata.