La modesta vida de la empresaria más poderosa de EE.UU.
La presidenta y mayor accionista de la empresa SHI International, distribuidora líder de 'software' empresarial, 'hardware' y servicios relacionados, la multimillonaria Thai Lee, no tiene asistente ni conductor privado, trabaja en un pequeño despacho junto a la oficina de los empleados más jóvenes, lleva su propia agenda y se reserva ella misma los vuelos, escribe David M. Ewalt en 'Forbes'.
La compañía SHI International, que tiene un valor de 1.800 millones de dólares, ha pasado de ser un distribuidor de 'software' con cinco empleados a convertirse en una de las mayores empresas proveedoras de TI con 3.000 trabajadores en todo el mundo. Se trata de la mayor firma dirigida por una mujer en EE.UU.
Thai Lee nació en Bangkok, Tailandia, pero pasó la mayor parte de su infancia en Corea del Sur. Desde muy joven se ha creado una reputación como chica estudiosa y preparada para cualquier tarea o responsabilidad.
Después de trasladarse a EE.UU. Lee se licenció en Biología y economía en el Amherst College, Massachusetts, EE.UU, y pasados unos años se graduó en el Harvard Business School. Lee y su marido compraron una pequeña firma denominada Lautek en 1989. Poco después, lo bautizaron con un nombre que reflejaba sus ambiciones globales: Software House International.
Durante el último cuarto de siglo, la vida de Lee ha girado en torno a sus dos familias: sus hijos y sus 3.000 empleados. La multimillonaria ha residido en la misma casa en Lebanon, Nueva Jersey, durante 20 años, a menudo trabajando siete días a la semana. Al margen de ello dedica tiempo y dinero a organizaciones humanitarias educativas y a sociedades de investigación del cáncer (su hermana mayor Margaret sobrevivió a un cáncer de páncreas). En su tiempo libre la empresaria lee con asiduidad y confiesa a 'Forbes' que aún aspira a encontrar nuevas aficiones.
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